Un demoledor nuevo estudio sobre los datos de siniestralidad de las carreteras norteamericanas de 2018 a 2022 muestra que los Tesla son la marca que más accidentes mortales sufre: «Tienen una tasa de accidentes mortales de 5,6 por cada mil millones de millas conducidas […] La tasa media nacional de accidentes mortales para todos los automóviles en los EEUU. es de 2,8 por mil millones de millas«.
Todo esto a pesar de que Tesla presume de tener un «diseño orientado a la seguridad» e insiste en que sus coches son «los más seguros del mundo». Efectivamente, la clasificación del Instituto de Seguros para la Seguridad Vial dio al Tesla Model Y una clasificación de ‘mejor seguridad en el segmento de lujo’ en 2024. Pero la diferencia entre las pruebas de laboratorio y los datos reales de la carretera son tozudas. La realidad parece demostrar que —ya sea por su diseño, el tipo de conducción de sus clientes, o una combinación de estos factores— los Tesla sufren el doble de accidentes con al menos una víctima mortal que el resto de marcas. Le sigue Kia de cerca con una tasa de 5,5 por cada mil millones de millas y Buick con un 4,8.
El estudio, llevado a cabo por iSeeCars y basado en datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), analizó los vehículos involucrados en accidentes con al menos una víctima mortal de 2018 a 2022. El estudio también revela que es precisamente el Tesla Model Y —que recientemente sufrió un accidente en el que cuatro de sus ocupantes resultaron muertos por lo que podría haber sido culpa de un fallo del sistema de apertura de sus puertas— es uno de los más peligrosos de su segmento. Con una tasa de 10,6 accidentes mortales por cada mil millones de millas, el Model Y supera con creces la media de 4,8 de los coches de su categoría en EEUU, situándose más del doble por encima de la misma.
¿Excesiva confianza?
«Los vehículos nuevos son más seguros que nunca», afirma Karl Brauer, analista ejecutivo de iSeeCars. Sin embargo, añade que los sistemas de seguridad avanzados no son suficientes para compensar la distracción y la velocidad, factores clave en el incremento de los accidentes y las muertes. «Entre el diseño avanzado de chasis, la tecnología de asistencia al conductor y la gran cantidad de airbags que rodean a los ocupantes, hoy día los modelos de coches brindan una excelente protección», señala Brauer. Pero esta protección parece no ser efectiva ante comportamientos erráticos o una confianza desmedida en la tecnología, apunta.
Precisamente esto es un factor clave. Tesla se enfrenta a una investigación criminal en Estados Unidos por su tecnología de piloto automático. La Fiscalía norteamericana lleva más de un año investigando posibles delitos criminales relacionados con este sistema. La investigación comenzó después de más de una docena de accidentes atribuidos al piloto automático, que Elon Musk había descrito en 2015 como «probablemente mejor» que un conductor humano. Esto podría haber llevado a los conductores a confiar demasiado en un sistema que en realidad no es mejor que un conductor humano y que, como demuestran los accidentes, puede cometer múltiples fallos.
Musk ha promocionado la función de piloto automático como uno de los pilares de sus vehículos eléctricos desde 2014, asegurando en múltiples ocasiones que sus coches podrían ser completamente autónomos. En la letra pequeña, Tesla siempre ha advertido que el conductor debe mantener las manos en el volante y estar atento mientras usa el piloto automático, lavándose las manos por adelantado en caso de accidente. Los indicios, dice la fiscalía norteamericana, apuntan a que las declaraciones públicas de Musk y el marketing de la compañía han vendido una capacidad mucho más avanzada de la que realmente ofrecen sus vehículos.
Pleitos e investigaciones criminales
El año pasado, la NHTSA también abrió una investigación civil sobre el sistema de ayuda a la conducción de Tesla tras detectar 11 accidentes, uno de ellos con una víctima mortal. Además, Tesla se enfrenta a numerosas querellas civiles, incluyendo una presentada en febrero de 2022 después de que un Model S, operando con piloto automático, se estrellara contra un Honda Civic en Los Ángeles, causando la muerte de dos personas. La autoridad federal de tráfico determinó que el responsable del accidente fue el piloto automático del Tesla.
Mientras tanto, otras marcas como Volvo y Waymo han optado por un ángulo totalmente diferente en sus tecnologías de conducción autónoma. Volvo, por ejemplo, anunció en 2022 que asumiría la responsabilidad total por cualquier fallo de su sistema de conducción autónoma, mientras que Musk y su compañía mantienen que la responsabilidad recae siempre en el conductor.
Al final, los datos ponen a todo el mundo en su sitio. Sea por fallos de diseño, un exceso de confianza del conductor debido a las promesas falsas sobre el piloto automático, la imprudencia del conductor, o todo junto, la realidad de las carreteras pinta un cuadro muy distinto a las calificaciones de cinco estrellas en pruebas de laboratorio. Según este estudio, los datos de siniestralidad muestran que la situación está muy lejos de esa perfección que nos quieren vender.
elconfidencial.com