Desde el Faro
Por: Rafael Hidalgo
Parafraseando a la Biblia: hubiera resultado más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el comité que privatizó la Compañía Peruana de Teléfonos y Entel Perú (28/2/94) pudiera haber considerado a Integra Tec la nueva dueña de Telefónica del Perú (Telefónica), por carecer de experiencia en el ramo, empresa de propiedad del exministro menemista José Luis “El Chupete” Manzano. Llama la atención que el locuaz ministro de Transporte y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, no haya dicho aún “esta boca es mía”, ni qué decir de Osiptel y/o Indecopi. Por ahora, a los clientes solo les resta encomendarse al divino.
Hace 20 años se realizó una estricta evaluación para concesionar nuestro espectro electromagnético para atender el servicio público de las telecomunicaciones. Se buscaba ampliar y desarrollar un mercado de 425 mil líneas, donde la tecnología en los celulares en boga era de 2G (voz y mensajes). Ahora son 13 millones de clientes que operan en 5G (voz, mensajes, transmisión de datos e internet de banda ancha a la velocidad del rayo), sobre todo para los poseedores de smartphone. Para ello, se contrató como asesores a Morgan Grenfell (hoy Deutsche Bank) y la consultora Coopers & Lybrand (hoy PwC), siendo precalificadas un rosario de gigantes: Southwestern Bell (ahora AT&T), Korea Telecom (asociada con Daewoo y Carso de Carlos Slim), GTE (hoy Verizon), Cable & Wireless (UK), France Telecom, Telecom Italia y Telefónica de España, que asociada con las peruanas, Backus (grupo Bentín) y Banco Wiese, resultó la ganadora con una oferta de US$ 2,002 millones.
La clave de esta compra por US$ 1 millón (S/3.7 millones) que nadie entiende y nadie explica, radicaría en la intervención del PSOE, el partido del jefe de gobierno español Pedro Sánchez, porque el SEPI (empresa de inversiones del Estado español), en alianza con la Fundación Bancaria la Caixa, son los que cortan el jamón en Telefónica de España. Tanto que Marc Murtra, el nuevo presidente (18/1/25), que pertenece al cogollo del socialismo catalán (Partit dels Socialistes de Catalunya), aliados regionales del PSOE, reemplaza a José María Álvarez-Pallete (2016-25), quien fue removido por intentar despedir a un amigo del exjefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero (El Debate 9/3/25).
El ingeniero Murtra inició su gestión empuñando un gran martillo para sacar a remate las operaciones de Telefónica España en América Latina, pero los martillazos son distintos. La filial argentina se vendió a Telecom Argentina (Grupo Clarín, amigos de Manzano desde los 80) por US$ 1,245 millones, aunque aún no cuenta con la aprobación de Javier Milei (24/2/25); así como el 67.5% de acciones que tenían en Colombia Telecomunicaciones, se vendió a Millicom (Luxemburgo) por US$ 400 millones (13/3/25). Además, contrató al JP Morgan para vender México por 500 millones de euros, voceándose a Wal-Mart (con el operador móvil virtual Bait) y Beyond ONE (Dubái).
La filial en Chile está valorada en 1,200 millones de euros y se rumorea que vencería Millicom. Mientras que Uruguay está valorada en 400 millones de euros (El Economista 15/4/25).
Finalmente, al Perú Murtra le otorgó la misma diligencia que a la venta de un cortijo en Utrera. Tanto que el nuevo dueño Chupete Manzano, en lugar de nombrar como presidente a un “monstruo” de las comunicaciones, ha colocado a su contador, el uruguayo Germán Ranftl Moreno, para que, con sumas y restas, intente desplazar a la Sunat y los bonistas de la presidencia de la Junta de Acreedores.
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