Un grupo de mineros artesanales, agrupados en la «Nueva Gran Coalición de la Minería Artesanal y Pequeña Minería» o «La Nueva Gran Coalición MAPE», envió una carta pública a la presidenta Dina Boluarte, en donde repudian los asesinatos en la provincia de Pataz (La Libertad) y señalan que Ley del Reinfo ha traído prosperidad económica a todo el Perú. La carta dice:
«Nos sentimos en la obligación, tras las declaraciones de personas de ignorancia sobre la realidad minera peruana, como las del Sr. Alfredo Thorne y otros políticos que buscan notoriedad, de hacer hincapié en lo siguiente:
- Los Reinfos en vías de formalización dan alrededor de 500,000 puestos de trabajo directos.
- El ratio multiplicador de empleo de la pequeña minería es de 8 a 1. Es decir, 4 millones de peruanos trabajan vinculados a los Reinfos.
- El Reinfo es una gran ley promulgada durante el período del presidente Humala, pero que necesita ser modificada.
- El proceso de formalización minera es de extrema duración. Según estimaciones del Sr. Hernando de Soto, el proceso excede los 1,000 días.
- El proceso de formalización concluye con un contrato con el dueño de la concesión minera. Las medianas y gran mineras NO permiten estos contratos; por ende, estaremos condenados una legalidad en «formalización».
- Los derechos de vigencia del pequeño minero y del artesanal tienen un costo de USD 1 por hectárea. Mientras en la gran minería es de USD 3 por hectárea.
- Queda claro que nosotros, los artesanales y pequeños mineros, NO tenemos un tercio del poder adquisitivo de las grandes mineras. Ellos con sus utilidades anuales pueden reservarse el derecho al subsuelo indefinidamente.
- Recuerde por favor, que más del 40% del territorio nacional es de propiedad privada de las comunidades campesinas o andinas. Estos derechos están inscritos en los Registros Públicos.
La coalición de mineros finaliza su carta señalando: «Nosotros SOMOS EL PUEBLO. Las familias Picasso Arias, Navarro Grau y Marsano no representan el mandato del pueblo y la acumulación de riqueza exagerada en unas pocas personas ha sido, históricamente, el inicio de procesos sociales, muchas veces revolucionarios».

