- Gene Hackman, uno de los grandes que nunca encajó en el molde del típico galán de Hollywood
- Muere Michelle Trachtenberg, protagonista de ‘Gossip Girl’ y ‘Buffy Cazavampiros’, a los 39 años
Hollywood está de luto. A la muerte de la actriz Michelle Trachtenberg este miércoles por la mañana se suma la triste noticia con la que hemos amanecido solo un día después: Gene Hackman ha fallecido a los 95 años, junto a su esposa, Betsy Arakawa, y su perro en su casa de Nuevo México. Por el momento se desconocen las causas de las muertes y el momento en que se produjeron, aunque las autoridades no sospechan de delito. Quedará para siempre el legado del legendario intérprete por sus papeles en películas como Sin perdón y The French Connection, por las que fue merecedor de dos premios Oscar. Su talento, de hecho, no solo le llevó a ser uno de los grandes nombres de la industria, sino que le ayudó además a amasar una gran fortuna.
El artista anunció su retirada en 2004 tras 40 años de impecable trayectoria, dejando para la posteridad sus papeles en La aventura del Poseidón, La conversación, Superman: la película, Arde Mississippi o Los Tenenbaums, largometrajes que, junto con otras producciones, le permitieron gozar de un patrimonio millonario.
No obstante, su riqueza se nutre también de diferentes inversiones, como propiedades inmobiliarias, incluyendo sus casas en California y Nuevo México. En la página web especializada Bioscops, el patrimonio neto del actor cifra en 90 millones de dólares. Ingresó 30 millones en los últimos cinco años.
Sus tres hijos, Christopher, Leslie y Elizabeth, serán quienes previsiblemente hereden su fortuna y las propiedades inmobiliarias que el artista reunió a lo largo de su trayectoria profesional.
Un legado eterno
Nacido en San Bernardino, California, el 30 de enero de 1930, el actor creció en Danville, Illinois, donde no atravesó una vida fácil. Su padre abandonó a la familia cuando él tenía 13 años, lo que le marcó durante su juventud. A los 16 años mintió sobre su edad para alistarse en la Marina de los Estados Unidos, donde sirvió en China, Hawái y Japón. Tras su paso por el ejército, estudió periodismo en la Universidad de Illinois, pero pronto descubrió su verdadera pasión: la actuación.
Encontró su primer éxito en Broadway con Any Wednesday, lo que lo llevó a obtener pequeños papeles en televisión y cine. Su gran oportunidad llegó en 1967 con Bonnie and Clyde. Su actuación le valió su primera nominación al Oscar y lo puso en el radar de los grandes directores de Hollywood. A partir de ahí, Hackman se convirtió en una figura recurrente en la gran pantalla, destacándose en dramas, thrillers y comedias por igual.
En sus últimos años, Hackman se mantuvo alejado de los medios y rechazó múltiples ofertas para regresar a la pantalla. En una de sus últimas entrevistas, en 2011, expresó que ya no sentía la necesidad de seguir actuando y que prefería enfocarse en la escritura y la pintura.