Las ONGs, como parte de su modus operandi, ya no solo apuntan a las políticas públicas, sino que ahora presuntamente han penetrado en distintos medios periodísticos. Esto pone en juicio la parcialidad de estos noticieros.
Katherine Ampuero, especialista en derecho penal, declara “exista una falta absoluta de transparencia y ética profesional”. El Congresista Alejandro Aguinaga, por su parte, afirma que la influencia de las ONGs comparten intereses foráneos a la población a partir de estos medios.
El año pasado, las ONGs obtuvieron una suma combinada de US $400 millones. La Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) no supervisa estos aportes, debido a que constitucionalmente este tipo de organizaciones no tienen la obligación de rendir cuentas de sus ingresos por capital privado.
Como ejemplo está el medio “independiente” Epicentro TV. La directora de este medio, Clara Elvira Espina, presuntamente, recibió una suma considerable de dinero por parte de APRODEH a cambio de información parcializada en su portal digital, como indicaría sus emisiones de recibo por honorarios profesionales. Sobre esto, el abogado Lucas Ghersi afirma que falta transparencia para que el público conozca el patrocinio de cada medio periodístico y, de esta manera, poder tomar una mejor decisión de cuál considerar creíble. La periodista española “Anuska” Buenaluque, también contribuidora de Epicentro, ha emitido recibos por honorarios profesionales a APRODEH por S/.74 427.
La cobertura de marchas o discursos ideológicos son una evidente muestra de la parcialidad y conflicto de intereses. Ampuera afirma que “…están desinformando, porque detrás hay un interés económico” Hay un claro sesgo económico contrario a la ética profesional periodística.