El aceite de oliva es uno de los alimentos más beneficiosos de la dieta mediterránea, con gran cantidad de propiedades para la salud como proteger contra la inflamación, alivia el estrés oxidativo y previene el riesgo cardiovascular provocado por el envejecimiento, tal y como informa la Fundación Española del Corazón.
El aceite de oliva suele consumirse en diversas preparaciones, ya sea en crudo en ensaladas como en guisos y otros platos cocinados. Si bien, existe también una forma poco usual de consumirlo y es beber directamente una cucharada al día, puesto que tiene grandes efectos positivos en el organismo. Algunas personas optan por tomar una cucharada de aceite en ayunas por la mañana, algo que puede ayudar también a estimular el metabolismo.
De hecho, numerosos estudios científicos han demostrado que una mayor ingesta de aceite de oliva se relaciona con una reducción de los niveles de azúcar en sangre, lo cual es un gran aliado para las personas con diabetes.
Propiedades
Por otra parte, tiene grandes propiedades antiinflamatorias que ayudan a combatir el estrés oxidativo, el cual puede dañar las células y contribuir al desarrollo de enfermedades. En cualquier caso, lo más importante es elegir un aceite de oliva virgen extra de calidad, puesto que contiene la máxima cantidad de nutrientes y antioxidantes. El consumo ideal es de una cucharada diaria, utilizándose como aderezo para ensaladas o verduras.
Cabe destacar, que el aceite de oliva no es el «remedio infalible» para cualquier problema de salud, por lo que los expertos recomiendan llevar a cabo una dieta equilibrada y un estilo de vida en general saludable, que incluya ejercicio e hidratación adecuada.
Otros usos
También puede emplearse este alimento de forma externa, como manera de proteger la piel, de este destacan particularmente sus propiedades combatiendo la sequedad y la acumulación de células muertas, favoreciendo la cicatrización de los tejidos, reduciendo la aparición de manchas y líneas de expresión.
Asimismo, puede emplearse en el pelo dañado o quebradizo, aportando los nutrientes que necesita contra la sequedad y la falta de brillo. El aceite de oliva contiene gran cantidad de vitamina E, lo que ayuda al fortalecimiento del folículo capilar.
eleconomista.es