Credicorp Capital emitió un informe para sus clientes en donde señala que el dólar global enfrenta su mayor caída desde 1989. Muestra cuadros en donde indica que el Índice del Dólar DXY -que mide el valor del dólar con respecto a una cesta de seis principales monedas: euro, yen, libra esterlina, franco suizo, dólar canadiense y corona sueca- es de 99.4, aunque el pronóstico es de que el 2025 sea 100.6 y el 2026 sea 97.4. De la misma manera, el euro cuesta hoy 1.14 por dólar, el 2025 cerrará en 1.15 y el 2026 en 1.17. Para Credicorp Capital, el promedio del tipo del cambio en el país será de 3.75 en promedio el 2025 y 2026.
El informe de Credicorp Capital señala que el dólar (USD en estándares internacionales, que son los que maneja Credicorp Capital): «está observando el retroceso corrido año (YTD) más marcado desde 1989 (~8.4%), en un contexto singular, caracterizado por el choque que ha supuesto tanto el estilo de negociación, como el alcance de las intenciones de la administración Trump por reestructurar las cadenas globales de manufacturas y comercio. Si bien esto último juega un rol relevante en el comportamiento reciente del USD, no se debe olvidar que dicho movimiento parte de una base de comparación muy alta (DXY en dic-24: 108.4), derivada de lo que ha quedado claro, fue una sobrerreacción de mercado… el DXY se encuentra en mínimos de los últimos 3 años, hecho que refleja las dudas de los inversionistas en torno al deterioro que puede causar la agenda económica de Trump a la confianza institucional de la que aún goza EE.UU… La posibilidad de un potencial deterioro en la confianza sobre el USD, parece estar
moderando los mensajes y la estrategia de la administración Trump… La materialización de parte de los riesgos de la estrategia de comercio exterior de la administración Trump sugiere que hay espacio para un ajuste al alza en el valor relativo del USD en los próximos meses. En otros reportes hemos explicado que la intención de eliminar el déficit comercial pasa por renunciar al superávit de la cuenta financiera, lo que a su vez implica un manejo prudente de las finanzas públicas. Esto es, no solo controlar la oferta de deuda, sino proteger la demanda de USD a través de bonos del Tesoro: debe quedar claro que un escenario de dudas sobre la confianza en torno al USD, como el observado recientemente, impone limites al retroceso en el valor relativo del USD dados los objetivos e intereses de las autoridades de EE.UU. Dicho esto, en medio de los riesgos asociados al complejo panorama global, consideramos que un avance hacia el rango 102 – 103 es el escenario más probable en los próximos meses».
El Sol ha mantenido un buen desempeño
La monera peruana, el Sol, llamado en el informe de Credicorp Capital como PEN (su denominación en estándares internacionales) ha tenido un buen desempeño. El informe reseña lo siguiente:
«Tras ser la cuarta moneda de mejor desempeño entre mercados emergentes en 2024, en lo corrido de 2025 el PEN ha mostrado una menor volatilidad relativa aún en medio del complejo contexto externo, avanzando un 2%. Asimismo, se destaca que, desde la victoria de D. Trump en las elecciones del 5-nov-24, el PEN se ubica como la segunda moneda de mejor comportamiento en la región, sólo detrás del peso colombiano (COP).
Los fundamentos macro del Perú, principalmente unas cuentas externas sólidas, se constituyen en la razón principal de este buen desempeño relativo… la Balanza de Pagos de un país contabiliza sus transacciones con el resto del mundo, por lo que refleja, en últimas, la salida y entrada de flujos de capital de una economía; en el caso del Perú, su comportamiento reciente ha sido extraordinario. En efecto, el balance en cuenta corriente acumulará en 2025 tres años consecutivos de superávit en medio de términos de intercambio que han permanecido cerca de máximos históricos, impulsando la balanza comercial a niveles récord. Esto contrasta con los déficits actualmente registrados por Chile, Colombia, Brasil y México (ver gráfica). Específicamente, para este año esperamos que la cuenta corriente registre un superávit del 1.3% del PIB, aunque menor al 2.2% de 2024 ante la expectativa de una aceleración de la demanda interna sin inventarios.

Por su parte, la cuenta financiera de la Balanza de Pagos también registró entradas netas de capital por USD 1.596 millones en 2024. Esto, sumado a un superávit en cuenta corriente de USD 2.261 MM, implicó un notable flujo total de ingresos de capital, contribuyendo al incremento de casi USD 8 mil MM en las
reservas internacionales netas el año pasado, las cuales alcanzaron un 28% del PIB (2023: 26.6%), de lejos, las más altas de la región.
Por supuesto, bajo el contexto global actual, los niveles de deuda pública, la inflación y el desempeño de la actividad económica juegan un importante rol… , el BCRP también ha jugado un rol clave en el tipo de cambio a través de su intervención activa en el mercado, particularmente a través de swaps cambiarios. Esto es relevante en el caso de una economía semi dolarizada como la peruana, una vez deben evitarse saltos bruscos del dólar a fin de impedir efectos fuertemente adversos sobre los balances de empresas y hogares. Por lo tanto, es de esperar que la intervención se mantenga en el futuro a fin de evitar altas volatilidades de la divisa.
… Seguimos considerando que el Perú se encuentra relativamente bien posicionado en el contexto actual dada su diversificación de socios comerciales y productos (incluyendo el cobre, metal clave para la transición energética y el oro, activo con expectativas favorables en medio de mayores tensiones geopolíticas), así como decisiones estratégicas adoptadas en los últimos años como la construcción del puerto de Chancay.
En general, todo lo anterior sugeriría que presiones de apreciación podrían mantenerse sobre el PEN. Ahora bien, los riesgos se han elevado fuertemente en medio de la guerra comercial, con lo cual una recesión global no está descartada y, por tanto, tampoco presiones bajistas sobre el precio del cobre a futuro, con lo cual una alta volatilidad se espera en el corto plazo, sugiriendo cautela. Dicho esto, más allá de la actual incertidumbre, lo cierto es que el PEN continuaría destacándose en la región a mediano plazo dados sus saludables fundamentos.
Con todo, dado el balance de riesgos de corto plazo, mantenemos la proyección de USDPEN en 3.75 para dic-25. Los fundamentos del PEN permanecen sólidos ante un superávit de cuenta corriente respaldado por términos de intercambio favorables (generalmente el PEN se aprecia ante cuentas externas tan sólidas). No obstante, no se pueden descartar episodios de depreciación del PEN (como ha sido observado en meses recientes) en medio de la recurrente aversión al riesgo global y en la medida en que nos acercamos a las elecciones de abr-26.
En efecto, los desarrollos políticos irán ganando peso en el 2S25. Sin duda, para el buen desempeño relativo del PEN a mediano plazo será clave que las elecciones de 2026 conduzcan a una mayor estabilidad política y social, así como a menos medidas populistas que puedan deteriorar la institucionalidad fiscal y el mercado de capitales (e.g., retiros de AFPs). Por ahora, los inversionistas y calificadoras de riesgo parecen más cómodas con el retorno a la bicameralidad el próximo año, lo cual tenderá a fortalecer el sistema de pesos y contrapesos del país. De cualquier manera, la incertidumbre y los riesgos permanecen elevados. De hecho, un 8º retiro de AFPs se encuentra actualmente en discusión y la probabilidad de una eventual aprobación no es despreciable en año pre-electoral. Este escenario podría ser fuente de volatilidad, aunque se esperaría que el BCRP actuara para moderarla como ha sido el caso en los retiros anteriores».
