La decana Lourdes Giusti lamentó que la nueva infraestructura no refleje la identidad cultural del país y calificó la edificación como una “oportunidad perdida” para dotar al Perú de un proyecto arquitectónico emblemático.
El diseño del nuevo Aeropuerto Jorge Chávez fue demolido por las críticas del Colegio de Arquitectos del Perú. Su decana, Lourdes Giusti, lamentó que la nueva infraestructura no refleje la identidad cultural del país y calificó la edificación como una “oportunidad perdida” para entregar al mundo una obra arquitectónica con un carácter simbólico.
“El aeropuerto es la primera y la última imagen que se lleva un visitante a nuestro país y debería reflejar su identidad, su riqueza cultural. El Perú es patrimonio mundial, tiene una de las siete maravillas del mundo, por lo cual el aeropuerto que nosotros hemos visto es una gran caja llena de tijerales metálicos, que podría ser un local industrial, un galpón, o un almacén. En resumen, es una caja muy bien equipada interiormente”, afirmó Giusti.
Aunque reconoció la experiencia de la empresa encargada (Aenza-Ex Graña y Montero) y las adecuadas condiciones técnicas del terminal, cuestionó que desde el inicio del proyecto se hayan identificado deficiencias clave. “Hemos visto también que hay una serie de problemas desde la concepción del inicio, no tanto en el funcionamiento. Estamos viendo cómo las oficinas de Migraciones o de la Policía o de otros espacios no son las que se requerían”, puntualizó.
Críticas al proceso de adjudicación
La arquitecta Giusti también expresó su preocupación por el modelo de adjudicación aplicado, el cual privilegia al postor más económico o experimentado en mayor medida que la propuesta de diseño desde el comienzo. “En nuestro país se están dando las obras públicas al postor más económico o al postor que tiene experiencia, pero no se le exige que nos muestre el proyecto desde el inicio”, cuestionó.
Contrapuso este modelo con el de países como España, donde una nueva ley valora la arquitectura por su impacto urbano, y Colombia, cuya transformación urbanística en ciudades como Medellín demuestra el valor del diseño para revitalizar el orgullo ciudadano y el turismo. Asimismo, criticó la ausencia de concursos públicos de arquitectura en proyectos de gran escala, una herramienta habitual en el ámbito internacional para asegurar calidad y diversidad de propuestas.
Ausencia de consulta técnica y perspectivas futuras
La decana denunció que ni el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, ni Ositran, ni la concesionaria alemana LAP solicitaron opinión al Colegio de Arquitectos durante el desarrollo del proyecto. “El Colegio de Arquitectos jamás hubiera avalado un diseño con esa propuesta”, afirmó.
Recordó que el antiguo aeropuerto fue producto de un concurso internacional convocado durante el gobierno del arquitecto Fernando Belaunde, lo que permitió que alcanzara reconocimiento a nivel continental. Sostuvo que ese tipo de procesos abiertos y competitivos aseguran una evaluación real de la calidad arquitectónica.
Finalmente, destacó un avance normativo reciente como una oportunidad para cambiar el rumbo. “Una buena noticia es que en enero de este año se publicó el nuevo Reglamento de Contrataciones Públicas y al fin, luego de unos 30 años, volverán a producirse en el Perú legalmente concursos de arquitectura, concursos de ideas y expedientes técnicos como estos”, sostuvo. Esta modificación permitirá evaluar propuestas arquitectónicas con mérito propio antes de invertir recursos en futuras obras emblemáticas.