- Julius Baer cree que garantizará precios por debajo de 60 dólares el barril
- Arabia dejará de consumir petróleo para su electricidad…
- … e inyectará ese crudo en un mercado ya en superávit

Un gran superávit de petróleo se ha instalado en el mercado, garantizando precios bajos. Si bien el BCE dice que la firme voluntad de Arabia y la OPEP de renunciar a su papel estabilizador garantiza los precios bajos, los analistas señalan que hay un elemento que confirma que el crudo ha entrado en una nueva era: el campo de Jafurah. El gran buque insignia del gas saudí que arrancará en cuestión de semanas y añadirá un frente de presión que pocos esperaban. De este modo el Reino usará los frutos de unos los mayores campos de gas del planeta para su consumo eléctrico y liberarán cientos de miles de barriles de crudo diarios que actualmente se utilizan para este fin. Esta nueva fuente de suministro aterrizará en un mercado ya sobreabastecido, que gana un nuevo viento de cola.
Norbert Rucker, analista de Julius Baer comenta que «actualmente, el mercado energético está presenciando la puesta en marcha de varios proyectos de petróleo y gas a gran escala, desde las terminales de gas natural licuado (GNL) de EEUU hasta las plataformas petrolíferas flotantes en alta mar de Brasil». Mientras esto ocurre y la presión se acumula, cabría esperar que desde Riad se intentase contener esta tendencia. Sin embargo, la firma helvética remarca que en vez de hacer esto el país está a punto de sumarse a estos proyectos con el campo Jafurah.
Este es un proyecto que se aprobó en 2020 y sus primeros permisos se dieron por parte de Aramco en 2021. Se trata de un enorme yacimiento de gas no asociado (que no viene del crudo) de unos 229 billones de pies cúbicos de gas y 75.000 millones de barriles de condensados. Es el proyecto más grande de gas del país y uno de los más importantes de todo el planeta fuera de la Cuenca Pérmica (EEUU). Tras años de engrasar la maquinaria, la primera producción arrancará en lo que queda de año y alcanzará su pico de producción en 2030. Se trata del buque insignia de los proyectos energéticos del Reino.
Pero, ¿por qué un campo de gas cambiará el mercado del petróleo? Arabia Saudí tradicionalmente ha utilizado petróleo para su sistema energético y de electricidad. Algo totalmente extraño en el mundo moderno donde imperan el gas, la energía renovable, nuclear… etc. Sin embargo, la enorme abundancia de recursos permite al Reino no invertir en la infraestructura necesaria para utilizar otros sistemas y tirar de sus grandes reservas de oro negro. La AIE en su último informe afirmaba que esperan que para 2025 el consumo interno de petróleo de Arabia Saudí caiga en un millón de barriles diarios de combustibles líquidos (medio millón de petróleo) gracias a este proyecto y la expansión de las renovables en el país. Unos barriles que pasarán a abastecer el mercado internacional.
Riad toma esta decisión en el marco de su gran programa de inversión, la Visión 2030, el país cree que puede maximizar la ganancia de ingresos petroleros para reinventarlo en el resto de su economía y fuentes de energía, desde más campos de gas hasta petróleo. Levantar este tipo de proyectos cumple entonces un doble función, se libera todo ese petróleo que puede exportar para generar más ingresos para su gran programa de gastos y, por otro, va preparando el terreno para ‘independizarse’ su dependencia de la materia prima. El príncipe heredero, Mohamed Bin Salman ha defendido que todo forma parte de una carrera para que su economía crezca y se separe del oro negro para evitar que su estabilidad económica esté atado a los precios internaciones y, especialmente, protegerse ante una eventual caída de la demanda mundial de crudo. Si el mundo reduce su consumo por los coches eléctricos o un cambio en su sistema energético, esto provocaría un colapso en su modelo económico.
Según Julius Baer, gracias a este proyecto buena parte del petróleo atrapado en el Reino será sustituido por gas y, por lo tanto, se liberará una nueva oleada de oferta en el mercado muy superior a lo esperado. Por lo tanto, «Jafurah inaugura una nueva era en el mercado», pues, la gran inversión detrás del mismo «confirma nuestras creencias sobre un mercado petrolero que se encuentra en su punto máximo o cerca de él. Vemos confirmada nuestra visión de un creciente superávit de oferta y esperamos que los precios del petróleo se dirijan hacia los 60 dólares, o incluso menos».
Gas en casa… y crudo en el mundo
«Arabia Saudí pretende reducir el consumo interno de aproximadamente un millón de barriles de combustibles líquidos para 2030, optando por una combinación de gas y energías renovables que permita aumentar las exportaciones de crudo del mayor exportador de petróleo del mundo», comentan los expertos de S&P Global. S&P Global prevé que el consumo de crudo saudí caerá a 390.000 barriles diarios en 2026, desde un promedio anual de 440.000 barriles en 2025, «y se espera que el ritmo se acelere el próximo año, una vez que el proyecto de gas no convencional de Jafurah entre en funcionamiento a finales de 2025». Se trata de un proyecto gigantesco en el que ya se han vertido 11.000 millones de dólares de la mano de grandes inversores como GIP y BlackRock. Desde la consultora energética Argus calcula que el 57% de la electricidad del país viene del gas y el 43% de líquidos.
«Es un enorme proyecto que es un ejemplo paradigmático de algunos de los cambios estructurales que se están produciendo en los mercados energéticos»
La operaciones de Jafurah se pondrán en marcha el último trimestre de 2025 y se espera que en la fase 1 llegue a unos 200 millones de pies cúbicos. Para 2030 se espera que esto aumente a unos 2.000 millones. Para poner en contexto estas cifras, dispararía la producción de Aramco de gas en un 60%. Aramco afirma que prevé un flujo de caja adicional de entre 9.000 y 10.000 millones de dólares anuales para finales de la década como resultado del desarrollo de Jafurah y otros proyectos de gas planificados.
«Arabia Saudí y Aramco han dejado claro hasta la fecha que esta expansión del gas se destinará principalmente al mercado interno para satisfacer la demanda nacional y alimentar sus crecientes industrias petroquímicas y de refinación», comentan desde Argus. Desde Julius Baer explican que esto tendrá un impacto decisivo en los mercados. «Un enorme proyecto que es un ejemplo paradigmático de algunos de los cambios estructurales que se están produciendo en los mercados energéticos en general, y en el petróleo en particular. Una vez completadas todas las fases en los próximos dos años, el aumento de la producción de gas natural permitirá a Arabia Saudí limitar el uso de petróleo para la generación de energía». La firma calcula que se liberarán 1 millón de barriles con el tiempo.
Rucker comenta que actualmente más que el impulso directo, el campo es una garantía de que Arabía seguirá añadiendo producción y manteniendo el superávit que se ha generado y que ya alertan desde la propia OPEP. «El sector petroquímico sufre de una importante sobrecapacidad, pero se beneficia en cierta medida de la abundancia y el bajo costo de las materias primas, gracias al aumento de las reservas de gas natural, a expensas de las derivadas del petróleo». En resumen, «el proyecto Jafurah es, en parte, un ejemplo paradigmático de la nueva era del mercado petrolero. Nuestra previsión de un creciente superávit de oferta se confirma y esperamos que los precios del petróleo se sitúen en torno a los 60 dólares, o incluso por debajo, en los próximos meses».



