Una nueva crisis ‘subprime’ asoma en EEUU: los impagos en préstamos de coches siguen creciendo y aumentan los prestamistas con problemas
- Fitch advierte de un repunte en los impagos en los préstamos a clientes de alto riesgo
- La rentabilidad de los bonos del prestamista Pagaya se dispara esta semana por el peligro
- «El viejo fantasma de 2008 llama a la puerta: la quiebra de una financiera de coches sacude a los titanes bancarios»

Cuando Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan, alertó de las ‘cucarachas’ en el sistema financiero estadounidense, nadie sabía hasta dónde podrían llegar. Y el enfriamiento económico que sufre EEUU sigue desatando las alertas de impagos. Fitch Ratings acaba de advertir de que los ‘defaults’ en préstamos para comprar coches de clientes de alto riesgo han alcanzado su mayor nivel desde que hay registros, es decir, en al menos 30 años. Y las señales de estrés en las empresas financieras que emiten esos préstamos están empezando a preocupar a los mercados, que temen que la lista de quiebras siga aumentando.
En el informe, Fitch alerta de que ya están en impago un 6,65% de los préstamos a clientes de alto riesgo, los llamados ‘subprime’, como las infaustas hipotecas que desataron la crisis de 2007. Además, el porcentaje de ciudadanos estadounidenses que ya se incluyen dentro de esta categoría de alto peligro de impago ha crecido medio punto en el último año, y ya supone el 14,4% de la población.
A eso se añade que la fuerte subida del precio de los coches, que comenzó con la escasez de chips durante la pandemia de covid y ha ido empeorando con los aranceles de Donald Trump, está obligando a un número creciente de estadounidenses a alargar al máximo la vida de sus coches. Según un estudio de la firma de análisis automovilístico Edmunds.com, un 28% de los compradores de nuevos coches aún no han terminado de pagar el préstamo del vehículo anterior, con deudas acumuladas de 6.905 dólares de media.
El resultado es que las tensiones que se han vivido en los últimos meses en algunos puntos del mercado de deuda subprime siguen creciendo. Esta semana, los bonos de la firma de préstamos de alto riesgo Pagaya han caído con fuerza, y ya pagan una rentabilidad del 12%. La firma gestiona una cartera de 238.000 millones de dólares en créditos ‘subprime’ cada trimestre, y las crecientes sacudidas en el sector han disparado los temores a que se desate una oleada de quiebras.
Los precedentes de crisis en la deuda subprime
A principios de septiembre, el deterioro de la situación en este mercado quedó patente tras conocerse la quiebra repentina de una compañía dedicada a ofrecer préstamos subprime para compras de automóviles: Tricolor Holdings.
La firma se declaró en bancarrota y anunció su liquidación, por culpa del impacto de los altos tipos de interés, combinados con el deterioro del mercado laboral estadounidense, que impulsó la morosidad de sus clientes, ya de por sí, de perfil de alto riesgo. El impacto de la quiebra de Tricolor se contagió a otras entidades en el mercado, como Fifth Third Bancorp, y llegó a salpicar a gigantes bancarios como JP Morgan y Barclays. Estas entidades, al igual que Fifth Third, se enfrentaron a pérdidas de 200 millones de dólares por la quiebra de Tricolor.
Tras la caída de este grupo, a finales de septiembre saltó la noticia de otra quiebra en el sector de los automóviles: First Brands, una firma histórica de EEUU, se declaraba en bancarrota, y destapaba una montaña de deuda escondida, con pasivos superiores a los 10.000 millones de dólares.
La caída de estas dos firmas ha coincidido con un repunte en las búsquedas en Internet, en Estados Unidos, de términos como «cómo declararme en bancarrota», o «abogados para bancarrota», algo que no ha pasado inadvertido para algunos analistas, y que se ha convertido en un motivo de preocupación. Sin embargo, el repunte parece estar más relacionado con los préstamos de estudiantes, y quizá con los de tarjetas de créditos, que en otro tipo de deudas, como las hipotecas o los préstamos de automóviles: según los últimos datos publicados por la Reserva Federal de Nueva York, en 2025 el mayor repunte de la morosidad se está registrando en los préstamos para estudios.
Antes, en 2024, la subida de la morosidad se concentró en las tarjetas de crédito (una morosidad que se mantiene en el entorno del 12,5%, y no termina de bajar). Si la morosidad de más de 90 días en los prestamos estudiantiles se mantiene en el entorno del 10%, en los préstamos para automóviles es ahora de cerca del 5% del total, mientras que, para las hipotecas, o los créditos revolving, se mantiene por debajo del 1%.
Víctor Ventura. Víctor Blanco Moro.
El Economista.




