Wall Street arranca la sesión del viernes en terreno completamente plano, de absoluta indefinición. Los principales selectivos de EEUU empiezan el día con oscilaciones de apenas una o dos centésimas, a la espera de acontecimientos. El S&P 500, índice de referencia, se mantiene sobre los 6.110 puntos. El tecnológico Nasdaq Composite aguanta sobre los los 19.950 enteros.
La jornada bursátil se abre paso en EEUU procesando el sorpresivo dato de ventas minoristas de enero. El descalabro del 0,9% en la lectura publicada telegrafía un más débil comienzo de 2025 cuando todos los indicadores macro previos venían reflejando que la economía de EEUU sigue fortísima y con riesgos de rebrote inflacionario. Con todo, el gran catalizador podría ser, una vez más, el presidente Donald Trump. Sus vaivenes comerciales, anunciando aranceles a diestro y siniestro, pero luego reculando o aplazando los castigos, están empezando a causar algo de confusión en los mercados, así que todo escenario es posible.
«¿Están los consumidores tomándose un descanso?», reflexiona Bret Kenwell, analista de eToro. «Los inversores deberían tener cuidado de no extraer demasiado significado de un solo dato. Sin embargo, el debilitamiento de las ventas minoristas en medio de una inflación creciente o persistentemente alta es una carga para los consumidores y las empresas estadounidenses. Es demasiado pronto para decir que es una tendencia, pero si esa tendencia se desarrollara, sería una señal preocupante», agrega. El débil dato de ventas minoristas había hecho caer a los rendimientos de los bonos del Tesoro en previsión de una Fed con algo más de margen para poder rebajar los tipos de interés este año, sin embargo, los mejores datos de lo esperado en la producción industrial han vuelto a equilibrar la balanza.
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