La firma de Trump significa que el gobierno puede empezar a reanudar sus operaciones normales, y se espera que los trabajadores federales vuelvan al trabajo a partir del jueves.
El presidente Donald Trump firmó una ley para poner fin al cierre más largo del gobierno en la historia de EE.UU., marcando la conclusión oficial de un impasse de 43 días que detuvo la ayuda alimentaria a millones de hogares, canceló miles de vuelos y obligó a los trabajadores federales a estar sin sueldo durante más de un mes.
La firma de Trump significa que el gobierno puede empezar a reanudar sus operaciones normales, y se espera que los trabajadores federales vuelvan al trabajo a partir del jueves.
Sin embargo, aún podrían pasar días, o incluso semanas, hasta que la burocracia federal se reinicie por completo y salga del retraso acumulado tras permanecer cerrada desde el 1 de octubre. El secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo a los periodistas a primera hora del miércoles que preveía que podría llevar hasta una semana empezar a levantar las restricciones de vuelo en los principales aeropuertos.
La lucha por el cierre ha pesado sobre la economía estadounidense. La Oficina Presupuestaria del Congreso pronosticó el mes pasado que un cierre gubernamental de seis semanas reduciría el crecimiento real del producto interior bruto en el trimestre actual en 1,5 puntos porcentuales. Un poco más de la mitad de la pérdida podría recuperarse a principios del próximo año, a medida que se reanuden los programas federales y los empleados del gobierno reciban sus salarios atrasados, pronosticó la CBO.
Al final, ese dolor fue suficiente para forzar una reapertura.
La Cámara de Representantes votó 222 contra 209 a primera hora de la tarde del miércoles para aprobar la financiación provisional hasta el 30 de enero. Los demócratas se opusieron en gran medida al proyecto de ley porque no incluye su demanda central en la lucha por el cierre: la renovación de los subsidios para las pólizas de seguro médico de la Ley de Asistencia Asequible que expiran a finales de año.
Una mayoría en la Cámara de Representantes votó el miércoles por la noche a favor de aprobar la financiación provisional, lo que provocó la oposición de la mayoría de los demócratas, ya que no incluye su demanda central en la lucha por el cierre: la renovación de los subsidios que expiran para las pólizas de seguro médico de la Ley de Asistencia Asequible.
La Casa Blanca dijo que Trump firmará el paquete de gastos el miércoles por la noche, poniendo fin oficialmente al cierre.
Dolor persistente
El director ejecutivo de Delta Air Lines Inc. (DAL), Ed Bastian, declaró el miércoles a Bloomberg Television que las cancelaciones de vuelos relacionadas con el cierre afectarán a los ingresos trimestrales de la aerolínea. La compañía aérea espera volver a la normalidad a tiempo para las concurridas vacaciones de Acción de Gracias.
A muchos de los 42 millones de estadounidenses con bajos ingresos cubiertos por el programa federal de cupones de alimentos también se les han denegado las prestaciones de noviembre, en medio de una batalla legal entre la administración Trump y los estados sobre si la ayuda alimentaria puede continuar durante el cierre.
La ayuda alimentaria no se restablecerá de inmediato: los estados afirman que necesitan hasta una semana para actualizar sus archivos de beneficiarios y recargar las tarjetas de débito. Y con solo dos grandes proveedores de tarjetas, podrían producirse atascos, ya que todos los estados intentarán reponer las prestaciones a la vez.
La mayoría de los trabajadores federales no han cobrado en más de un mes, independientemente de si han estado trabajando, aunque la Casa Blanca encontró formas legalmente controvertidas de pagar a las tropas militares durante el cierre.
La visibilidad de los mercados financieros sobre el estado de la economía también se ha visto empañada porque el Gobierno dejó de publicar datos económicos clave durante el cierre. Es poco probable que se publiquen los informes sobre el empleo y el índice de precios al consumo de octubre debido al cierre del Gobierno, según declaró el miércoles la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Se espera que la Oficina de Estadísticas Laborales publique en los próximos días un calendario con las fechas actualizadas de publicación de los datos económicos retrasados.
El fracaso de los demócratas
Trump afirmó que el fin del cierre era una victoria en declaraciones a los periodistas a principios de esta semana. Sin embargo, las dificultades de cierres anteriores suelen olvidarse rápidamente y es posible que no sean un factor determinante en las elecciones legislativas de mitad de mandato de 2026.
El cierre está terminando de la misma manera que los enfrentamientos anteriores desde que los cierres se hicieron habituales a finales de la década de 1970: el partido que buscaba aprovechar el cierre para obtener victorias políticas ha cedido ante la presión pública.
“Al final, fue completamente absurdo e inútil, como dijimos desde el principio”, declaró el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a los periodistas antes de que se aprobara el paquete de financiación.
Los demócratas del Senado desplegaron obstáculos procedimentales para bloquear un paquete de financiación temporal republicano destinado a mantener el Gobierno en funcionamiento, aprovechando las normas del Senado que exigen 60 votos para superar una oposición decidida.
Al final, siete senadores demócratas y un independiente alineado con los demócratas rompieron con el resto del partido para respaldar un nuevo proyecto de ley de gastos provisionales a cambio de una votación en el Senado sobre la ampliación de los subsidios de Obamacare a mediados de diciembre.
Sin embargo, no hay garantía de que se apruebe la prórroga de los subsidios. Incluso si se aprueba, Johnson se ha negado rotundamente a prometer que la Cámara votará sobre el asunto. Esto plantea la posibilidad de que la lucha política se convierta en un tema político para las elecciones de mitad de mandato de 2026.
“Los demócratas de la Cámara de Representantes estamos aquí para seguir luchando para abordar de forma decisiva la crisis sanitaria republicana”, declaró Jeffries a los periodistas antes de liderar a su grupo parlamentario para oponerse a la reapertura del Gobierno.
Próxima fecha límite de financiación
El paquete de gastos provisional financia la mayor parte del gobierno hasta el 30 de enero, lo que aumenta la posibilidad de otra lucha por el cierre en ese momento.
Las prestaciones de cupones de alimentos no correrían peligro la próxima vez, ya que los fondos provisionales financian ese programa hasta el 30 de septiembre. El Departamento de Agricultura, el Departamento de Asuntos de Veteranos, la Administración de Alimentos y Medicamentos, los proyectos de construcción militar y el propio Congreso también están financiados hasta el 30 de septiembre.
El proyecto de ley de financiación también prohíbe los despidos federales hasta el 30 de enero, una demanda del senador Tim Kaine, un demócrata de Virginia que representa a muchos empleados del Gobierno en los suburbios de Washington y que se unió a otros centristas para apoyar la medida provisional.
Los grupos progresistas se han indignado por el abandono de las demandas del partido en materia de salud por parte de los demócratas centristas en la lucha por el cierre. Grupos como MoveOn también piden la dimisión del líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, aunque no hay indicios de que los miembros de su grupo parlamentario se sumen a esa iniciativa.
Schumer se opuso a la medida provisional y quería seguir luchando, según sus aliados.
Erik Wasson, Alicia Díaz y Jarrell Dillard para Bloomberg 12/11/25
