El vicepresidente de riesgos de Scotiabank, Juan Sebastián Malagón, acaba de
tocar la trompeta de zafarrancho de combate al revelar: “El endeudamiento de la
población —relación cuota de pago versus ingresos (RCI)— ha evolucionado a un
nivel nunca antes visto”, detallando que en la prepandemia (2019) representaba
el 24% de los ingresos mensuales (menos de la cuarta parte) y ahora el 32%, casi
la tercera parte (21/8/24). Sobrepasar el 30%: “el umbral prudencial
internacional” no es un problema únicamente de 5.7 millones de hogares que
adeudan S/ 155.5 miles de millones (MM), sino también del sistema financiero y
de la SBS, que ha acompañado con cierta desidia el incremento de S/ 30 MM.
Malagón añade: “los bancos apostaron a una acelerada recuperación… hubo
agresividad en los créditos… en colocar tarjetas y prestar a personas… sin
garantías…”. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Una verdadera feria de créditos, compuesta principalmente por créditos de
consumo (57%), sobre todo en el 2022: créditos vehiculares, viajes y otros;
créditos hipotecarios (35%), utilizados también para casas de playa y el
restante 8% de tarjetas de crédito. Se enfatiza en “los sectores de mayores
ingresos” que tienen empeñada hasta la camisa. Como en la telenovela, el
promedio para los de arriba es de S/ 77 mil y para los de abajo de S/ 16
mil.
Curiosamente, en este mismo período, una parte significativa de los 5.7
millones de hogares, los que cuentan (o contaban) con empleos formales, dispuso
de S/ 140 MM: S/ 114 MM por los siete retiros de las AFPs (restan S/ 112 MM) y
no menos de S/ 26 MM de la CTS. Lo positivo es que los depósitos de personas en
el sistema financiero se han elevado en S/ 50 MM, sin conocer un dato medular:
¿Cuánto se ha guardado debajo del colchón? ¿Cuánto en otras plazas
financieras?
Una conclusión preliminar es: si se dispuso de S/ 170 MM (S/ 30 MM de la
deuda adicional y S/ 140 MM entre retiros de las AFPs y CTS) y tan solo se
ahorró S/ 50 MM (que incluye nuevos ingresos 2020-24), podríamos concluir que la
pandemia, la recesión y, en algunos casos, la farra, nos costaron, por lo menos
S/ 120 MM. ¡Y qué viva la jarana, así no se coma la mañana!
Este récord de endeudamiento, según la SBS, se debe: “a la lenta recuperación
de los ingresos”, que apenas llega a 3.5%, a lo que se agregan los 400 mil
desempleos de la recesión (INEI), “en comparación con las altas tasas de
interés”, por la gélida política monetaria del BCR, cuya tasa de referencia de
la política monetaria (TRPM) se sitúa en 5.5%, bajó apenas medio punto pese a
que la inflación anual desde abril se encuentra en el “rango meta” por debajo de
3% (IPC en julio 2.13%).
El ministro de Economía, José Arista, no es ajeno a este impasse: “el único
problema para reactivar el mercado financiero, que está muy frío, es el BCR” (la
TRPM). Y no es para menos, la tasa promedio anual del crédito de consumo, además
por la voracidad de algunos banqueros, es de 57%, la parte del león de la deuda
de los hogares (57%). Es así que el azar arroja cifras similares, cual dados del
destino, para que Julio Velarde, del BCR, abandone su zona de confort y se
arriesgue, de una vez por todas, a calentar la economía, antes de que le gane la
iniciativa Jerome Powell, su colega en los EE. UU.