EE.UU. acaba de declarar una nueva guerra (comercial) a la China elevando los
aranceles (impuestos a la importación) primordialmente a los autos eléctricos a
100% (multiplicándolo por cuatro), pero también abarca: productos médicos,
semiconductores (chips), grúas pórticos, baterías, minerales críticos, placas
fotovoltaicas, aluminio, hierro, etc., alcanzando los US$ 18,000 millones
(14/5/24). Un primer alcance, es que el pleito se reinicia en plena campaña
de reelección del presidente Joe Biden, seis años después que Donald Trump
iniciará una contienda similar (18/9/18) que finalizó 14 meses después
(15/1/20). Y por ello, el expresidente ahora declara: “¿Dónde han estado durante
tres años y medio? (14/5/24). Si bien, el “paquete” de Trump fue mayor (US$
250.000 millones) bajo el argumento del creciente déficit comercial a favor del
dragón (US$ 375.227) millones; este desequilibrio se ha colocado en un monto
similar en el 2023. Segundo, por el momento, Biden se encuentra detrás de
Trump en las encuestas, no obstante, Isaac Cohen, CEO de Inverway precisa: “el
Partido Demócrata siempre ha practicado una política comercial orientada a
apoyar la política industrial…no se trata de la aplicación de una protección
generalizada …como lo hizo… Trump…” (CNN 17/5/24). Tercero, la contienda se
da luego de que Tesla -la empresa de Elon Musk- registrara la primera caída en
ventas en los últimos cuatro años en el I trimestre del 2024, 8% respecto al
mismo período del 2023 y 20% respecto al trimestre anterior (3/4/24). Aunque
anunció, hace un par de meses, que desaceleraría el crecimiento en el 2024 como
antesala de la producción de nuevos modelos para el 2025, pero, la caída fue
acentuada por retrasos logísticos por el conflicto del Mar Rojo y el incendio
que sufrió su fábrica de Berlín por el grupo Vulkangruppe (6/3/24). Si bien en
el 2023 Tesla lideró el mercado mundial de vehículos eléctricos con 19,9%, fue
escoltada por las chinas BYD (17,1%), GAC Aion (5,2%) y SAIC-GM-Wuling
(4,9%). Cuarto, la primera salva de fuegos se produjo cuando Biden promovió
en el Senado una ley para prohibir TikTok -red social que cuenta con 170
millones en EE.UU.- “a menos de que ByteDance acepte vender la aplicación a una
empresa que no sea china en un plazo de 270 días” (24/4/24). Sin embargo, Shou
Chew, CEO de ByteDance, responde que luchará en los tribunales de EE.UU. para
demostrar que el 60% de los accionistas son firmas internacionales no ligadas
con China (Xataka 24/4/24). Quinto, ante el inicio de hostilidades, el
portavoz de la Cancillería china Wang Wenbin manifestó: “China adoptará acciones
destinadas a salvaguardar sus derechos e intereses legítimos” recordando que se
han opuesto sistemáticamente a la imposición unilateral de aranceles que violan
las normas de la OMC” (14/5/24). Sexto, una respuesta inmediata ha sido el
anuncio de la venta de US$53.300 millones de bonos del Tesoro de EE.UU. de las
reservas chinas para reemplazarlas por oro (Bloomberg 16/5/24). Un verdadero
misil contra la lucha antiinflacionaria de la FED y un susto para los países
emergentes con la devaluación. Un preanuncio que se viene una guerra de divisas
como colofón de la guerra comercial (The Economist 16/5/24). Dios nos coja
confesados.