Las claves para entender la suspensión y el reinicio de las operaciones de la siderúrgica chilena
La Compañía de Acero del Pacífico (CAP) ha anunciado este domingo que no
paralizará su planta industrial, tras conocerse la aplicación de una nueva
sobretasa a las importaciones chinas
Desde que el 21 de marzo pasado la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP)
anunció la suspensión indefinida de las operaciones de la Siderúrgica
Huachipato, ubicada en el puerto de Talcahuano, en la región del Biobío, que los
trabajadores de la zona, la empresa y las autoridades chilenas buscaban una
salida a la crisis que anticipaba un impacto económico importante para la
región.
Este domingo, todos han vuelto a respirar tranquilos: la empresa ha anunciado
el reinicio de sus operaciones, luego de que el sábado la Comisión
Antidistorsiones resolviera un aumento de la sobretasa a las importaciones de
acero chino, en línea con lo solicitado por la firma.
EL PAÍS explica cómo se inició la crisis, los efectos de la primera decisión
de la comisión, las implicancias del cierre para la economía de la región, las
diferentes posiciones entre los organismos detrás de la decisión de subir el
arancel a las firmas chinas y cómo la compañía y el Gobierno se plantea hacia
adelante para mantener la industria del acero chileno a flote.
La denuncia por el dumping chino
El 20 de noviembre de 2023, CAP, una de las empresas más importantes en la
producción de acero en Chile, presentó una denuncia ante la Comisión
Antidistorsiones, organismo técnico encargado de investigar el ingreso de
mercancías al país con precios distorsionados. En ella acusaron que las
compañías chinas estarían incurriendo en dumping, es decir vendiendo su acero a
valores hasta 40% más bajos que los de mercado, lo que les estaba ocasionando
pérdidas equivalentes a un millón de dólares diarios. En particular, por la
importación desde china de barras de acero para fabricar bolas de molienda
usadas en la minería y bolas de acero ya fabricadas.
El 28 de noviembre de 2023, dicha comisión inició una investigación y el 19
de marzo de 2024 el Ministerio de Economía informó que el reclamo había sido
acogido: se fijaría un impuesto provisorio medio del 15,3% a las bolas de acero
y del 15,1% a las barras de acero.
La “suspensión indefinida”
Pero la resolución del organismo antidistorsiones -compuesto por cuatro
representantes del Gobierno, dos del Banco Central, el director nacional de
Aduanas y el fiscal nacional económico- no dejó contenta a CAP, que había pedido
una sobretasa arancelaria de 25% a las importaciones de barras de acero chino.
Dos días después de conocerse la resolución, el 21 de marzo, CAP anunció la
“suspensión indefinida” por tres meses de sus operaciones. “Lamentablemente, las
tasas definidas son menores a las solicitadas por la compañía y, además,
diferenciadas por productor y exportador”, señaló la empresa, al tiempo que
lamentó la “dolorosa decisión” de paralizar sus faenas.
“Todas las empresas productoras son controladas por el Estado Chino y,
además, son de gran tamaño, por lo que en la práctica se podría derivar la
totalidad del acero que se exportará a Chile desde la empresa a la que se le
aplique la menor sobretasa, eliminando cualquier posibilidad de competir en
igualdad de condiciones”, explicó la firma chilena.
22.000 empleos en riesgo
El anuncio de la compañía encendió las alertas. El cierre de la planta de
Huachipato implica el fin de una las principales fuentes productivas y laborales
de la región del Biobío. Los sindicatos locales estiman que el cese de las
operaciones dejaría a más de 22.000 personas desempleadas, lo que agudizaría la
crisis de la cesantía en esa zona del país, que hace más de dos décadas vivió un
episodio similar con la clausura de las minas del carbón de Lota y Schwager.
Además, se verían afectadas unas 300 pequeñas y medianas empresas, que forman
parte de la cadena de valor generada por la siderúrgica.
Un estudio de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC),
calcula además que el eventual cierre de Huachipato tendría un efecto en el
Producto Interno Bruto (PIB) Regional de 3%. “Esto desencadenaría o impactaría
en la tasa de desempleo en la región del Biobío en hasta un 1%, sólo
considerando los empleos directos, impacto que será aún más significativo si
evaluamos los efectos sobre los proveedores locales”, sostiene el documento.
La apelación
Luego de anunciar el cierre indefinido de sus faenas, el 4 de abril
Huachipato presentó una apelación ante la Comisión Antidistorsiones, para que
reconsidere al alza la tasa impuesta a productos de acero importados de China.
En ella volvió a insistir que sólo una salvaguardia de un 25% en barras de acero
podría evitar el cese de la industria y su efecto en las cerca de 30 empresas
contratistas.
“Las tasas definidas y diferenciadas por productor y exportador resultan
insuficientes y no garantizan que efectivamente se empareje la cancha y se
eliminen las distorsiones. No estamos pidiendo subsidios ni salvatajes.
Huachipato tiene la capacidad de ser rentable en un ambiente competitivo”,
señaló en esa oportunidad el gerente general de la compañía, Jean Paul
Sauré.
La nueva resolución y el reinicio de las operaciones
El pasado sábado 20 de abril, a través del Diario Oficial, la Comisión
Antidistorsiones dio a conocer su resolución a la apelación de Huachipato. El
organismo decidió acoger la solicitud de la empresa y aplicar una sobretasa
arancelaria provisoria de 24,9% para las barras de acero provenientes de
China.
La satisfacción de la siderúrgica no se hizo esperar. “Es una gran noticia,
ya que permite eliminar distorsiones, equilibrar el mercado y que los actores
nacionales puedan demostrar sus capacidades en proveer el mejor acero”, señaló
la empresa, que convocó a un directorio extraordinario para el domingo, tras el
cual comunicó su decisión de dar pie atrás y reiniciar sus operaciones en
Talcahuano.
Posiciones encontradas en la comisión
La nueva resolución de la Comisión Antidistorsiones, sin embargo, no contó
con la unanimidad de sus miembros. Según el medio Ex Ante, el presidente de la
Comisión Antidistorsiones, el fiscal nacional económico, Jorge Grunberg, y los
representantes del Banco Central, Francisco Ruiz y Miguel Fuentes, votaron en
contra del recurso de reposición para elevar la sobretasa al acero chino. Entre
sus argumentos, dijeron que “no existen antecedentes suficientes que permitan
determinar preliminarmente que el daño o amenaza de daño grave a la rama de
producción nacional sea causado por el supuesto dumping en los precios de las
importaciones del producto investigado”.
De esta manera, la nueva sobretasa al acero chino quedó determinada por la
mayoría de los representantes del Gobierno, además del director nacional de
Aduanas.
Tras conocerse la decisión de empresa de retomar sus faenas, el ministro de
Economía, Nicolás Grau, se mostró satisfecho y defendió el carácter técnico y no
político de la comisión. “Las personas que participan en la Comisión
Antidistorsiones, más allá de la manera en que se define su conformación, son
personas que tienen que tomar su decisión en base a elementos técnicos, en base
a evidencia y eso es justamente lo que se va a poder ver una vez que se revise
el acta”, afirmó.
El futuro de la siderúrgica
La decisión del organismo antidistorsiones tiene el carácter de provisorio,
es decir no podrán exceder a los seis meses desde el 27 de marzo pasado, fecha
en que se impusieron las medidas provisionales originales. Tras ese plazo, la
comisión deberá determinar si mantiene las sobretasas y la empresa podría
presentar una nueva solicitud de dumping.
Al respecto, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, señaló que “también la
empresa tiene que revisar sus estrategias productivas y de comercialización a
fin de poder hacer que sea sostenible en el tiempo. Desde el gobierno el
ministro de Economía va a seguir acompañando el proceso, como lo ha liderado
hasta ahora Nicolás Grau”.
La historia de Huachipato
La Siderúrgica Huachipato fue inaugurada en 1950 cuando CAP era una compañía
estatal. Durante la década de los ochenta, en plena dictadura de Augusto
Pinochet (1973-1990), la empresa y la planta pasó a manos privadas. En sus más
de 70 años de existencia, la planta se transformó en un centro financiero y
laboral para Talcahuano, con ramificaciones culturales y deportivas. El Club
Deportivo Huachipato, el actual campeón de la liga de fútbol de Chile, nació
bajo el amparo de la industria acerera.