Una estafadora lleva un muerto en silla de ruedas al banco para pedir un préstamo en Brasil
La policía detiene en Río de Janeiro a la sospechosa después de que el
“tío Paulo”, que no lograba firmar, levantara sospechas
Los trabajadores y clientes de un banco en Brasil, en las afueras de Río de
Janeiro, vivieron el martes una escena tan surrealista como macabra: una mujer
llevó un cadáver en silla de ruedas para intentar sacar, mediante un préstamo,
17.000 reales (unos 3.200 dólares, 3.000 euros) a nombre del fallecido. Los
empleados, que sospecharon desde el principio, grabaron la farsa escenificada
por la mujer, que decía ser sobrina del cliente, y acabaron llamando a la
policía. La sospechosa fue arrestada poco después. “Intentó simular que él
firmase. Ya entró muerto en el banco”, explicó a la prensa local el comisario
Fábio Luz, que investiga el caso.
La actitud de Érika de Souza Vieira Nunes enseguida llamó la atención.
Acompañaba a Paulo, un hombre de 68 años, que parecía estar visiblemente
debilitado. Cuando llega su turno en la ventanilla, le muestra el documento que
tiene que firmar, y establece con el hombre (un cadáver a la vista de todos) una
conversación demencial: “Tío, ¿me escucha? Tiene que firmar, si no firma, no se
puede. Yo no puedo firmar por usted, hago lo que puedo”, dice. “Firma para que
no me des más dolores de cabeza”, continúa. El cadáver, obviamente, ni se
inmuta. La mujer le sujeta la mano, que no reacciona. Hasta la cabeza del
fallecido cae hacia atrás en algún momento.
Los funcionarios empiezan a sospechar y graban todo. “Él es así, no dice
nada…”, llega a afirmar sin inmutarse la acompañante. El video ya corre como la
pólvora en internet. En un punto de la sórdida conversación, las empleadas del
banco intentan intervenir y una de ellas comenta la palidez del hombre: “No está
bien, su color se está poniendo…”. “Pero él es así”, corta rápidamente la
supuesta sobrina, que incluso pregunta al cadáver si se encuentra bien y si
quiere ir al ambulatorio.
Al final, el banco llamó a la ambulancia y la policía. El personal médico
certificó que el tío Paulo llevaba muerto algunas horas. La policía llevó a la
mujer a comisaría para interrogarla y poco después acabó detenida, acusada de
robo mediante fraude y vilipendio de cadáver. El cuerpo fue trasladado al
instituto forense para someterlo a una autopsia.
La policía investiga si la mujer, que dice ser su sobrina y cuidadora, es
realmente pariente, y si tuvo ayuda de otras personas para cometer el intento de
fraude. La abogada de la sospechosa asegura que el hombre empezó a sentirse mal
en la oficina bancaria y falleció allí mismo, poco antes de que les tocara ser
atendidos. Una de las claves está en el conductor de Uber que trasladó a los dos
hasta el banco. La policía confía en que desvele si el señor estaba vivo o
muerto cuando llegaron al banco.