Victoria Beckham cumple 50 años de sobrevivir a la 'Spice pija'
La excantante británica afronta un espléndido momento profesional tras el
éxito de su marca de belleza y el buen pronóstico de su firma homónima de moda,
en números rojos durante años. Atrás quedan los tiempos de acoso mediático y su
etapa de estrella de la música con las Spice Girls
La relación de Victoria Beckham con la fama lleva décadas de recorrido. Pocas
celebridades han conseguido mantener su popularidad a lo largo de los años tanto
como ella, que se dio a conocer en la veintena y este 17 de abril cumple los 50.
Primero, como estrella de la música con las Spice Girls, el grupo femenino que
más discos ha vendido de la historia. Después, cuando dejó en pausa su carrera
para formar una familia con David Beckham, la prensa explotó la imagen de una
Victoria cabreada con el mundo, elitista y altiva. En la actualidad, su nombre
se vincula la industria de la moda, en la que debutó como diseñadora en 2008.
Sin embargo, para muchos sigue siendo la mujer de David Beckham, algo que ella
misma se toma con humor. Tanto es así que la firma que lleva su nombre tiene a
la venta una camiseta blanca de manga corta donde se puede leer David’s wife
(esposa de David), disponible por 110 libras (unos 129 euros al cambio).
“Creo que puedes ser muchas cosas. Una estrella del pop, una madre, una
esposa, una diseñadora… ¡Mi pasión siempre ha sido soñar en grande y luego soñar
aún más grande! Primero cree en ti mismo; todos los demás te seguirán. Y si
tienes mucha suerte, encontrarás a alguien que crea en ti incluso más que tú”,
reflexionaba en un mensaje publicado este jueves en su cuenta de Instagram sobre
su cumpleaños redondo. Un mensaje con palabras de agradeciemiento a sus padres,
marido y cuatro hijos.
La británica ha encontrado el equilibrio entre su estatus de celebridad
internacional y el de empresaria y diseñadora de una firma que, después de
muchos años, por fin ha proporcionado beneficios. “Es un momento emocionante.
Este año hemos tenido beneficios. Es algo que lleva tiempo, especialmente para
una marca independiente”, reveló el pasado mes de octubre en una entrevista para
la edición francesa de Vogue.
Victoria Adams, la vida antes del fenómeno Spice Girls
Hija de un ingeniero electrónico y una vendedora de seguros y peluquera,
Victoria es la mayor de tres hermanos. Nació en Essex en una familia muy
acomodada. En el documental sobre David Beckham estrenado en Netflix el año
pasado, ella trata de subrayar el carácter obrero y humilde de su familia hasta
que su marido entra en escena y pregunta: “¿En qué coche te llevaba tu padre al
colegio?”. Ella rehúsa contestar, pero al final ante la insistencia de su
marido, dice: “En un Rolls Royce”. Este corte, el más comentado del documental
(y monetizado también en camisetas de su firma), evidencia que, quizá, la
familia Adams era más acaudalada de lo que Victoria dice.
Tal y como recoge una noticia publicada por la BBC en 2002, la vida de la
diseñadora cambió en 1993 cuando respondió a un anuncio en la revista The Stage
en el que se buscaban chicas que supieran bailar y cantar para la formación de
un grupo. Detrás de aquel llamamiento estaban Bob y Chris Herbert, padre e hijo
representantes de artistas musicales. Los Herbert ficharon a Victoria Adams y al
resto de las integrantes ―Melanie Chisholm (Mel C), Geri Halliwell, Melanie
Brown (Mel B) y Emma Bunton― y formaron la banda Touch. Aquel primer intento
fracasó, las cinco jóvenes optaron por cambiar de manager y empezaron a trabajar
con Simon Fuller. El grupo se rebautizó como Spice Girls. El 7 de julio de 1996
lanzaron en el Reino Unido su tema Wannabe y el resto es historia. “Cada una de
nosotras habíamos luchado a nuestra manera. Y creo que elegir a cinco chicas muy
normales, juntarlas y llevarlas de viaje por el mundo fue algo increíble que
ninguna nos tomamos a la ligera”, contó hace poco en W Magazine sobre la
experiencia como miembro del grupo.
Cada una de las integrantes representaba un arquetipo (estereotipado según
las modas noventeras) y Victoria fue Posh Spice (la Spice pija), un sobrenombre
siempre presente en su vida. Las Spice Girls se convirtieron de la noche a la
mañana en un fenómeno de masas. Aprovechando su éxito, lanzaron dos discos
seguidos: Spice, en 1996, y Spiceworld, en 1997. En el año 2000 llegó Forever,
el último. Durante aquellos años vivieron de gira convertidas en las británicas
más famosas del planeta. Mientras, también en el Reino Unido, un joven llamado
David Beckham empezaba a despuntar jugando al fútbol en el Manchester United.
Victoria y David experimentaron el estrellato de forma casi paralela. En 1997,
se conocieron en persona y el 4 de julio de 1999 se casaron en una mediática y
carísima boda.
La etapa Beckham
Los tabloides británicos, conocidos por sus prácticas de acoso y derribo,
encontraron en Posh y Becks, como denominaron a la pareja, su nueva gallina de
los huevos de oro. Los fotógrafos seguían cada uno de sus pasos y sus gestos
eran analizados al milímetro, dando pie a todo tipo de rumores. “Cuando la gente
supo que habíamos empezado a salir, la intensidad de los paparazis y los medios
fue mayor que nunca”, apuntó en W Magazine. Este clima de acoso mediático
acarreó otro tipo de consecuencias. La excantante vivió uno de los episodios más
aterradores de su vida cuando tuvo conocimiento de un complot para secuestrarla.
Scotland Yard llegó a detener en 2002 a nueve personas implicadas en la presunta
operación.
Tiempo antes, en 2000, tuvo que lidiar con amenazas de muerte enviadas a casa
de sus padres, según publicó la prensa de la época. Tal era la psicósis que
durante el ensayo de su actuación en los Brit Awards de aquel año tuvo que ser
evacuada del escenario al detectarse un puntero rojo apuntando a su pecho. Para
resguardarse de ese lado oscuro de la fama, se construyó una fachada de persona
seria y distante, una respuesta a la atención exacerbada que despertaba su
persona, criticada por tener pocas curvas o tener demasiadas, incluso
culpabilizada cuando su marido tenía un mal día en el terreno de juego. “Cuando
pienso en la era de las Spice Girls y todo lo que me hicieron pasar los medios,
veo cómo me afectó aquello. Cuando estás en esa situación te proteges a ti
misma. Tan pronto como veía un paparazi, me ponía mi armadura y así era cómo me
veía el mundo (…). Me pintaron como alguien que siempre estaba enfadada. Era
falso. Pero soy consciente de la imagen que proyectaba”, se sinceró en
Vogue.
Una carrera de fondo en la moda
El matrimonio tuvo a su primer hijo, Brooklyn, en marzo de 1999, a los 24
años de edad. Poco después, en 2000, las Spice Girls oficializaron su separación
y Victoria Beckham trató de lanzar su carrera en solitario, aparcada de forma
definitiva tras la fría acogida de su único álbum de estudio. Fue entonces
cuando dejó en un segundo plano la música para apoyar a su marido y dedicarse a
su familia (después de Brooklyn, llegaron Romeo, de 21 años, Cruz, de 19, y
Harper Seven, de 12). De 2003 a 2007 los Beckham vivieron en Madrid y David
triunfó como una de las estrellas del Real Madrid de los galácticos. Esta época
fue especialmente dura para la diseñadora, epicentro de la prensa del corazón
patria, pero fue en España donde comenzó a fraguar la idea de crear su propia
marca de moda, tal y como ha revelado la propia Victoria. Después, llegó la vida
en Los Ángeles y todo cambió para mejor. En 2007, la banda se reunió para
alegría de sus fans, lanzaron un disco recopilatorio y ofrecieron decenas de
conciertos en una gira que se alargó 12 meses, hasta abril de 2008. La última
vez que se vio a Victoria Beckham sobre el escenario fue en 2012, en la icónica
actuación celebrada en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de
Londres. La cantante rechazó volver a reunirse de nuevo con las Spice Girls, que
han continuado ofreciendo conciertos sin ella.
En 2008 vio materializado el sueño de toda una vida: lanzar su firma. Su
extensa colección de bolsos (atesora más de un centenar de birkins, el modelo
más exclusivo de Hermès) y su asistencia a desfiles en su era de Posh Spice ya
habían dado pistas de su amor por la moda. “Fue algo que siempre había querido
hacer. En el colegio, personalizaba mis uniformes y los de mis compañeros de
clase”, respondió en una entrevista reciente al ser preguntada por la creación
de su marca homónima. Después de 14 largos años, la compañía ha logrado
beneficios por primera vez hace solo unos meses. El diario Financial Times
afirma que los ingresos de la compañía VBHL (Victoria Beckham Holding Limited)
crecieron un 44%, hasta los 58,8 millones de libras en 2022 frente, a los 40,9
millones de 2021.
En sus inicios, el escepticismo en el fashion business era patente y el
futuro de la firma parecía más que incierto. Para muchos se trataba de un
intento más de una celebridad de capitalizar su fama diversificando negocios. La
industria había contado con ella como poderoso reclamo comercial en muchas
ocasiones: protagonizó campañas, portadas de revistas, lanzó perfumes… pero una
cosa era ser un agente externo y otra querer formar parte de una de las
maquinarias más herméticas del mundo. Beckham es consciente de su visibilidad,
por eso ella es su mejor embajadora y no duda en vestir de pies a cabeza con
ropa de su marca. Eso sí, la lista de celebridades y personalidades que han
confiado en sus diseños crece por momentos. Desde la reina Letizia y Kate
Middleton hasta la cantante Rosalía o actrices como Gwyneth Paltrow, Anne
Hathaway y, por supuesto, su amiga Eva Longoria, madrina de su hija.
Nuevos negocios y desafíos
En 2019, amplió su negocio con la creación de Victoria Beckham Beauty, una
división de belleza que funciona como una marca independiente y que ha tenido
muy buena acogida. “He trabajado duro para llegar aquí, para tener el sello de
aprobación de París por parte de la industria tanto de la moda como de belleza y
¿sabes qué? Es algo muy difícil de conseguir”, zanjó hace poco en Allure. A esa
línea de belleza se suma ahora una colección de perfumes inspirados en su vida
junto a David Beckham. Juntos desde hace 27 años, en casi todas sus entrevistas
o charlas públicas sale a relucir el nombre de su marido. La vida familiar
protagoniza buena parte del contenido compartido por la diseñadora en sus redes
sociales y también ha colaborado con las parejas de sus hijos para promocionar
su marca de moda, sabedora del interés extra que despierta vincular su vida
personal con la profesional.
A sus 50 años, ejerce el pleno control sobre su imagen. Hace tiempo que dejó
de importarle lo que publicara la prensa y utiliza las redes sociales con gran
asiduidad para mostrarse como realmente es, o al menos, como quiere ella ser
percibida: “Tan pronto como pude comunicarme a través de las redes sociales, la
gente pudo ver mi verdadero yo. Pero seamos claros: nunca publico para demostrar
nada a nadie. Dejé de preocuparme hace mucho lo que pensara la gente sobre mí
(…) Gracias a las redes, la gente me ve ahora como una mujer trabajadora, una
esposa, una madre… mi auténtica personalidad”.
Los Beckham no han abandonado el ojo público, pero tampoco es algo que hayan
intentado. Ahora que el fulgor del flash de los paparazi se ha atenuado, se
muestran cómodos en su estatus de celebridades, se prodigan con frecuencia en la
alfombra roja, se apoyan mutuamente con sus proyectos (la familia al completo no
se pierde nunca los desfiles de Victoria) y comparten con sus millones de
seguidores sus ratos juntos. El año en que se cumplen tres décadas después de la
creación de las Spice Girls (Royal Mail, el servicio de correos británico, lanzó
unos sellos conmemorativos el pasado enero), ella es la única de las cinco que
se ha reinventado por completo. Al frente de su negocio en la moda y la belleza,
este año se suma una colaboración con la firma relojera Breitling. Y desde el 23
de abril se podrá comprar la colección cápsula que ha diseñado con Mango, un
lanzamiento que coincide con el 40º aniversario de la marca española y que se
prevé sea un éxito de ventas. Infatigable, cumplir años no resta energía a la
empresaria que asegura que esto es solo el principio: “Tengo mucha ambición y he
trabajado duro para lograr mis metas. Nunca espero que las cosas vengan solas”.
El mensajé que publicó ayer en su Instagram, donde acumula más de 32 millones de
seguidores, lo terminaba con una advertencia de futuro: “Este es el comienzo de
un nuevo y emocionante capítulo y yo apenas estoy comenzando”.