El rally de Wall Street pierde uno de sus dos motores de crecimiento
JP Morgan advierte del peligro: la bolsa hace oídos sordos a tipos más
altos de lo previsto Las expectativas de bajadas de tipos de la Fed se han
recortado 1 punto desde enero La subida de la bolsa se ha sostenido por la
mejora en el frente 'macro' y el auge de la IA La bolsa estadounidense se
separa de la Fed en 2024. En 2024 la bolsa ha tenido varios motores que han
impulsado su cotización y han permitido a los principales índices revalorizarse
un 9,5%, en el caso del S&P 500, y 6,5% en el Stoxx 600. Uno de los más
importantes es la bajada de tipos esperada por parte de los grandes bancos
centrales del planeta: la bolsa recibió un impulso a mediados del año pasado
cuando empezó a plantearse un escenario de hasta siete recortes de tipos por
parte de la Fed en 2024. Si el precio de la deuda se recortaba en el gigante
norteamericano, esto propiciaría un contexto positivo para las empresas, ya que
podrían refinanciar su deuda a tipos más bajos. Sin embargo, con el paso de
los meses se han ido borrando las expectativas de bajadas de tipos por parte de
la propia Fed, y los mercados de renta fija lo han asumido, pero no así la
bolsa, que ha continuado su rally como si nada hubiera pasado. Ahora hay
analistas que advierten del peligro de que la renta variable haya continuado la
tendencia de subidas agresivas, a pesar de haber perdido este aliado. El
desarrollo de la IA y un contexto macro más positivo la han ayudado, pero hay
quien se pregunta cuánto podrá durar el rally bursátil sin el apoyo de la Fed, y
advierte del peligro de que los inversores estén siendo excesivamente
complacientes con un mercado que ahora está corriendo con un motor menos de lo
que se esperaba. Las bajadas de tipos se diluyen Al cierre del primer
trimestre, la situación de la bolsa y de la economía no encaja con las
perspectivas que había a comienzo de año. 2024 no empezaba con buenas
previsiones, con la amenaza de recesión acechando y los analistas esperando un
año complicado para la bolsa, y positivo para la renta fija. Lo único que
apoyaba la subida de la renta variable era la promesa de bajadas de tipos por
parte de los grandes bancos centrales, pero estas no han llegado tan pronto como
se esperaban, y se han borrado hasta cuatro recortes que se descontaban para
este año. Incluso, está en el aire que finalmente se vayan a producir los tres
recortes esperados en Estados Unidos de aquí a diciembre. En enero se
descontaban 7 bajadas de tipos de 25 puntos básicos en EEUU, mientras que ahora
los inversores compran sólo 3 recortes de ese calibre, lo que dejará el precio
del dinero en el 4,75% al cierre de año. Sin una política monetaria que apoye
las subidas de la bolsa, desde JP Morgan avisan del peligro de que las bolsas no
se hayan adaptado todavía al nuevo contexto de tipos de interés que se espera
para este año. "La renta variable está ignorando el reciente cambio en las
perspectivas de tipos de los bancos centrales, algo que puede ser un error",
explica el equipo de analistas de JP Morgan que lidera Mislav Matejka.
Desde Mutualidad, Pedro del Pozo, su director de inversiones financieras,
coincide al señalar cómo "la senda de bajada de tipos no va a tener la misma
pendiente que la espectacular subida que tuvimos en 2022 y la primera parte de
2023", y señala cómo "no deja de constituir una cierta sorpresa el excelente
comportamiento que las principales bolsas mundiales, a excepción de China, están
experimentando este 2024".
Para los expertos del banco estadounidense, el mercado parece estar asumiendo
que un crecimiento económico más fuerte de lo esperado al inicio de año va a
rescatar a la bolsa, aunque todavía no se haya apreciado una mejora sustancial
de los beneficios previstos para las empresas del índice en lo que va de año, lo
que les pone alerta por la posibilidad de que se pueda producir una corrección
en bolsa en los próximos meses. El apoyo del crecimiento económico y de la
IA El argumento que explica que la bolsa no se haya inmutado a pesar de
perder uno de los motores más importantes este año tiene que ver con la misma
razón que ha llevado a los inversores a recortar sus expectativas de bajadas de
tipos en EEUU: un crecimiento económico más fuerte de lo previsto. Aunque
todavía no se ha producido un incremento sustancial de los beneficios esperados
para este año, el mercado parece que está volviendo a fijarse en los
fundamentales puros y duros, dejando atrás la era del "cuanto peor mejor", unos
años en los que la renta variable se movía al son de la política monetaria, y
las bolsas celebraban con subidas las malas noticias económicas ya que estas
propiciarían nuevos estímulos por parte de los bancos centrales.
"Los principales indicadores macroeconómicos han mejorado durante el año 2024
y han borrado los temores de una recesión", explican desde HSBC Global Research.
"La caída del crecimiento de la inflación está aumentando los ingresos reales, y
esto debería propiciar una recuperación del consumo", señalan los analistas del
banco.
Del Pozo explica las sorprendentes subidas que ha experimentado la bolsa en
los últimos meses porque "el mercado parece dispuesto a pagar un mayor precio
por el beneficio empresarial", y recuerda que "debemos entender que el mayor
atractivo de la renta fija, con elevadas rentabilidades, debería quitar brillo a
la renta variable", otro argumento que apoya la posibilidad de que el rally de
las bolsas haya ido demasiado lejos con un solo motor funcionando.
Del Pozo también destaca algunos argumentos que pueden explicar qué es lo que
ha sido diferente en esta ocasión, los motivos que parecen estar comprando los
inversores para seguir dando alas a la renta variable a pesar de unas
expectativas menos agresivas de bajadas de tipos por parte de los bancos
centrales. "Las subidas de tipos no han tenido el efecto de jarro de agua fría
que la teoría económica solía atribuirles. En palabras del BCE, no ha habido una
correcta traslación de los tipos a la economía", algo que "puede deberse al
elevado grado de liquidez existente en el mercado, y a los reducidos niveles de
deuda de empresas y familias comparados con otros momentos del pasado".
Otra de las principales razones que parecen estar sosteniendo a los grandes
índices es "el incremento del peso de la tecnología en la producción y, de
manera especial, el impacto que la inteligencia artificial podría tener en el
paradigma de valoración de los mercados", indica Del Pozo. "Se trata de un game
changer que debe replantearnos algunas cuestiones sobre el término caro o
barato", indica el experto. A pesar de estos argumentos que explican la
fortaleza de la bolsa, Del Pozo también quiere "lanzar un mensaje de cautela:
aunque las bolsas están mostrando un buen aspecto", señala, "no es menos cierto
que, a día de hoy, casi todos los mercados de renta variable presentan
importantes niveles de sobrecompra". Víctor Blanco Moro Madrid
5/04/2024 El Economista.