La presentación del reporte de inflación del BCR (marzo) por Julio Velarde
coincidió con el dato del crecimiento del PBI del mes de enero, que indica que
la economía experimentó un “rebote” (casi perfecto 100.1%), al crecer 1.32% el
PBI de enero del 2024 (luego de haber caído -1.12% en enero de 2023). Es como
apretar el botón del primer sótano en el ascensor, para luego regresar al
primero. Estamos en el mismo piso. No obstante, este placebo estadístico del PBI
bastó para que los cachetes de Don Julio volvieran a colorearse, anunciando que
mantiene la proyección de crecimiento de 3% para el 2024-2025 (con la
posibilidad de subir en junio el crecimiento del 2024). Luego, agregó eufórico:
“El sesgo será probablemente al alza. No solo lo decimos nosotros, lo están
diciendo varios bancos de inversión, todos han ido subiendo su proyección de
crecimiento en el año. Antes consideraban que crecer 3% era una cosa que…, no
sé, que el BCR o el MEF estaba consumiendo alguna droga”.
¿Entonado o no? Julio IV no mencionó en la cita al cuco de la recesión, que
nos lleva asolando cinco trimestres consecutivos (octubre 2022-diciembre 2023)
-y ojalá no prosiga- pero, nos trae al recuerdo, que hace un año Velarde
pronosticó -sin el acierto que suele exhibir Agatha Lyss- que el PBI del 2023
crecería 2.9% y como sabemos cayó -0.6%, desplome que ahora justifica por el
clima -pertinente en en la agricultura y la pesca- soslayando la debacle del
consumo causada por la glacial política monetaria del BCR (2002-03).
Sin embargo, el delirio de “Un mundo para Julio” no es compartido por Juan
Carlos Odar de Phase Consultores, que con las cifras de producción nos regresa a
la tierra: “Decepcionante… Ene-24 pese al fuerte impulso fiscal y a ser la mayor
tasa en 14 meses”, pese a que la construcción repuntó con un crecimiento de
13.16%, por el incremento del consumo interno de cemento (9.25%), primera alza
tras 16 meses a la baja, y el avance físico de obras públicas (47.25%). La
minería metálica también impulsó el PBI, con un crecimiento de 4.58%, explicada
por el mayor volumen de producción de oro (25,9%) y plata (16,6%). En otras
palabras, es como obtener en la libreta de la época escolar dos cursos aprobados
con nota sobresaliente: construcción y minería, pero haber desaprobado cinco
cursos: Agro -4.1% (cebolla -25.9%, maíz amarillo -13.7%, papa -4.6%), Industria
-4.23% (refinación del petróleo -5.8%, azúcar -12%), Financiero -3.34% (créditos
a empresas -9%), Pesca -26.75%, Telecomunicaciones -2,87% y los demás cursos
haberlos pasado por agua tibia.
Pese a ello, al directorio “semicaviar” del BCR le tembló la mano para seguir
descongelando la política monetaria rebajando la tasa de referencia en otro
0.25%, como lo venían haciendo desde hace seis meses y se quedó “escarchado”,
repitiendo en marzo el 6.25% del mes de febrero. ¿Serán conscientes que sin su
aporte no se podrá ahuyentar a la recesión?