La cotización del litio cierra minas:los precios son tan bajos que no cubre los costes de producción
-El precio del metal ha caído en 2023 más de un 80% -El gigante
Albemarle tiene previsto recortar el gasto este año
La transición energética ha elevado a la categoría de críticos a determinados
minerales necesarios para la producción de tecnologías y productos respetuosos
con el medioambiente. El litio es uno de los más importantes, ya que se emplea
en la fabricación de baterías empleadas en coches eléctricos, la gran esperanza
de la industria automovilística. Al ser un elemento teóricamente tan demandado,
su precio debería de estar aumentando, sin embargo, lo cierto es que está
experimentando el comportamiento contrario. Tanto es así que numerosas firmas de
la industria del llamado 'oro blanco' están modificando sus planes de producción
porque el precio no cubre los costes de extracción y procesamiento.
El precio del carbonato de litio, utilizado para la producción de cátodos
empleados en baterías de iones de litio, experimentó un auge superior al 1000%
entre agosto de 2020 y noviembre de 2022, cuando alcanzó el nivel máximo de los
597.500 yuanes la tonelada. Aquel periodo coincidió con el incremento en la
producción de gigantes como Tesla y BYD, lo cual impulsó el precio del oro
blanco al alza. Sin embargo, su precio ha caído desde entonces un 84,2% hasta
los 95.500 yuanes la tonelada. Paralelamente, el precio del hidróxido de litio,
material más cotizado al permitir la elaboración de baterías más densas y de
mayor capacidad, descendió aproximadamente un 80% el año pasado, llegando a
situarse por debajo de los 100.000 yuanes la tonelada.
Una de las causas de este descenso se encuentra en la apertura de nuevas
zonas de extracción y procesamiento de litio. Como consecuencia de la enorme
demanda, las compañías de la industria de este material crítico se movilizaron
por todo el mundo para obtener su parte del pastel, especialmente en Australia,
el mayor productor de litio del mundo. Allí se frustró la entrada de empresas
chinas en proyectos de minado de litio para evitar la reproducción del
importante rol de estas compañías asiáticas en países como Argentina que, junto
a Bolivia y Chile, concentran más de la mitad de las reservas mundiales del
metal.
Sin embargo, aquel descenso de los precios se ha prolongado por una
inesperada ralentización de la demanda de coches eléctricos. La gente compra
estos vehículos, sí, pero no tanto como se esperaba. Así, en el último trimestre
de 2023, EEUU registró un incremento interanual de las ventas del 40%, un
volumen inferior al 49% del trimestre anterior. Por su parte, Europa experimentó
en diciembre un descenso de las ventas cercano al 4% respecto al mes
anterior.
Incluso China, país que concentra el 60% de nuevas entregas a nivel global de
coches eléctricos, la comercialización de vehículos híbridos y eléctricos
cayeron en enero de este año un 39% respecto al mes anterior. Además, la
situación económica del país asiático también ha contribuido a la formación del
'mercado oso' en el litio. Si bien China creció en 2023 un 5,2%, superando por
dos décimas el objetivo de crecimiento, dicho incremento fue lento, debido,
principalmente, a la crisis del sector inmobiliario, así como a las caídas de
ventas y precios, lo cual incrementó el estrés financiero. En este contexto, la
confianza del consumidor chino se mantuvo debilitada.
Esta situación ha provocado que las compañías automovilísticas cambien sus
planes de producción, obligándolas a lidiar con un excedente de litio que está
contribuyendo a bajar el precio del mismo. En este sentido, Goldman Sachs
calcula que este año se registrará un excedente de 200.000 toneladas de
carbonato de litio equivalente, lo que corresponde a un 17% de la demanda
global. Según el banco estadounidense, ello requerirá importantes recortes de
producción para equilibrar el mercado. De momento, algunas compañías de la
industria del litio ya están ejecutando un cambio en sus estrategias.
Albemarle, la firma que más litio produce en todo el mundo, tiene previsto
recortar el gasto de 2.100 millones de dólares en 2023 a 1.600 millones de
dólares, para lo cual contempla recortes de plantilla. Paralelamente, la
compañía descartó la adquisición de Liontown Resources, firma minera
australiana, en una operación cifrada aproximadamente en los 4.200 millones de
dólares.
Este movimiento llega después de que la compañía registrara unas ventas en el
último trimestre de 2023 cifradas en los 2.400 millones, un 10% menos en
términos interanuales, debido a la caída del precio del litio. De hecho, la
firma ha rebajado sus estimaciones sobre la demanda del oro blanco en 2030: de
3,7 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente a 3,3 millones.
En este sentido, Kent Masters, director adjunto de Albemarle, señaló
recientemente los precios actualmente son insostenibles al estar por debajo de
los niveles de reinversión y de flujo de caja operativo. Algo similar han debido
de pensar en Core Lithium, pues esta firma decidió a principios del pasado mes
de enero dejar de extraer litio en la mina al aire libre de Grants, ubicada en
el Territorio del Norte australiano. En su lugar, los esfuerzos de la compañía
se concentrarán en el procesamiento del oro blanco ya almacenado.
Por otro lado, Masters indicó que la esperanza de Albemarle es que "estemos
en un ciclo en el que los máximos más bajos y los mínimos más altos comienzan a
prevalecer", lo cual es necesario para obtener "consistencia en la industria".
Adicionalmente, Masters señaló que la producción irá saliendo y que la apertura
de nuevos proyectos de extracción y tratamiento de litio estabilizará el
mercado.
En esta línea apunta Ariel Cohen, analista de Forbes, quien señala que la
caída del precio del litio es un síntoma de que el mercado del litio está en
proceso de maduración. Por otro lado, conviene tener presente que la IEA señaló
que la demanda de oro blanco aumentará un 72% en 2030, incrementándose al 92% en
2040. Este crecimiento paulatino de la demanda generará, según Deutsche Bank, un
déficit de 768.000 de toneladas en 2030.