El tetrapresidente del BCR, Julio Velarde, por sexta vez mensual consecutiva,
tarareó el inmortal vals “Limeña” de Polo Campos: “pasito a paso, vas recesando,
por la vereda que va congelando”, retrocediendo en apenas un pasito de 0.25% la
tasa de interés de política monetaria (TPM) situándola en 6.25% (8/2/24), luego
de haberla elevado a 7.75% durante el período enero-septiembre 2023 -para luchar
contra la inflación, liquidando la demanda como si estuviéramos boyantes como
los EEUU -debido a que el alza de precios se disparó a 8.74% (ahora se encuentra
en 3.02%)- a costa de una recesión que ha provocado la pérdida de 400 mil
empleos (INEI IIIT Empleo Nacional). La última cifra pública.
La consecuencia de esta gélida política monetaria, que es recesiva y el BCR
abandona lentamente, es que el mercado de créditos apenas incorpora estas
tímidas rebajas, que no llegan a contribuir a calentar nuestra congelada
economía, tanto así, que el crecimiento del consumo privado del IIIT2023 ha sido
nulo (0.1%). Pruebas al canto. En este período de modestas rebajas de la TPM
(agosto23-enero23) la rebaja del promedio de los créditos es mínima:
corporativos, de 9.12% a 7.93%, gran empresa, de 10.68% a 9.95%, mediana
empresa, de 14.46% a 13.38%, mientras que, dolorosamente, ha crecido el crédito
a las pequeñas empresas, de 23.47% a 23.71% y a las microempresas, de 43.44% a
43.85%. El costo de los créditos es una pesadilla.
Al BCR, tampoco parece importarle que el creciente margen o spread de
nuestra banca, que es la diferencia entre lo que cobran por los préstamos y lo
que pagan por los ahorros siga creciendo. A enero del 2024 el spread en soles
era de 12.36 y en dólares 9.12, de los más altos en Latinoamérica. Gracias a
ello, en plena recesión, la banca ha obtenido ganancias récord en el período
2022-23 que superan los S/10.000 millones anuales.
Si bien Jerome “Jay” Powell, presidente de la Fed (Banco Central de los
EEUU), se puede permitir el lujo de mantener inflexiblemente la tasa
norteamericana entre 5.25% – 5.5% para seguir sofocando la inflación que se
subió a 7% -ahora se sitúa en 2.9%- es porque la economía de los EEUU viene
generando empleos: en enero 353 mil y ha crecido 3.3% en el último trimestre del
2023, en cambio, la TPM alta en el Perú, solo perpetúa la recesión con la
consiguiente pérdida de empleos y aumento de la pobreza.