Los ingresos de los bancos en “el año de la recesión” (2023) han aumentado en
un 22.2% (S/ 45.881 millones) mientras que las ganancias (utilidades netas) se
redujeron ligeramente (-8.8%) en comparación con el 2022, en que obtuvieron un
récord histórico de S/ 10.119 millones (SBS). Paradójicamente, esta bonanza
coincide con la decisión del directorio del BCR, que preside Julio Velarde, de
trocar la política monetaria expansiva del período 2020-21 por una política
restrictiva (gélida) 2022-23, que acentúa el enfriamiento económico, elevando
significativamente la tasa de referencia de la política monetaria (TPM) hasta
7.75% (bajando a 6.75% en diciembre del 2023, cuando la inflación se situaba en
3,24%).
El exministro de Economía Jorge Baca ha señalado que el BCR al subir la TPM,
para luchar contra la inflación, si bien toma en cuenta la dolarización (28.5%
de la liquidez), no considera el margen de los bancos (spread) -diferencia entre
las tasas de interés activa (préstamos) y pasiva (ahorros) “…la descoordinación
entre la política monetaria y la fiscal puede llevarnos a una recesión como ha
sido nuestro caso…en el Perú las tasas pasivas reales son muy bajas y los
márgenes muy elevados. Esta situación genera distorsiones en la aplicación tanto
de la política monetaria como de la política fiscal” (Expreso 31/12/23). No es
para menos, el spread bancario en los últimos tres años (dic21-dic23) ha crecido
24% en soles (de 9.95% a 12.33%) y 40% en moneda extranjera (de 6.61% a 9.21%).
Uno de los más altos del orbe.
Por otro lado, según Enrique Castellanos de la Universidad del Pacífico: “un
factor que golpeó los resultados de la banca del 2023 fue el aumento de las
“provisiones” (S/ 3.400 millones) ante la posibilidad de incumplimientos…por el
temor al Fenómeno El Niño” (26/1/24). “Provisión” es el capital, que ante
préstamos dudosos, deben aportar los accionistas cediendo utilidades o con
recursos propios. La mora que se mantuvo en 3.8% durante dos años (2020-21) con
la recesión se ha situado en 4.3% el 2023.
Entre los Big Four (BCP, BBVA, Scotiabank e Interbank), que representan el
83% del mercado financiero, si bien las utilidades se redujeron en S/ 800
millones frente a los S/ 9.000 millones que obtuvieron en el 2022, en la
repartición de la torta hubo disparidades. Las ganancias en el BCP no
disminuyeron sino aumentaron en 4%, pero sus colegas de la cumbre sí cedieron
posiciones: BBVA un “cachito” (-2.3%), mientras que Scotiabank tuvo una caída de
-48.3%, aún antes de conocer que su símbolo Ricardo Gareca se enfundó la “roja”
de Chile- e Interbank 23.2%. Tuvieron que dejar en la mesa provisiones.
Mientras que los “coleros” de la tabla fueron los bancos chilenos: Saga
Falabella y Ripley, que registraron pérdidas netas porque su suerte parece atada
a la venta de sus tiendas, que han sentido la “pegada” del congelamiento
económico del 2023 (decrecimiento de -0.5% del PBI).