El último boletín de Empleo del INEI a nivel nacional (al III Trimestre
2023), a primera vista, parece darle la razón al “negacionista” presidente del
BCR Julio Velarde: en aquel No,No,No,No “cual Estrellita del Sur” (recordando a
una directora del BCR): que pronunció exaltado en AmCham (16/8/23) “desde el
2021 todavía crece el empleo (formal), por eso es bien difícil llamar recesión
técnica a esto”, no obstante, el incremento de los últimos 12 meses, más bien
evoca a aquella famosa golondrina “que no hace un verano”: 51 mil puestos de
trabajo (1.2%).
Otro dato no menor, es que la formalidad ha ido avanzando. De los 17.2
millones que forman la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada, en el
período setiembre2022-setiembre 2023, los formales han subido de 23.9% a 28.1%
(4.15 millones), mientras que 71.9% (13 millones) son informales. Y, la
clasificación de la PEA ocupada por los ingresos es: empleo adecuado (que gana
por encima del sueldo mínimo y trabaja por lo menos 36 horas a la semana) y
subempleo (por insuficiencia de horas trabajadas o por bajos ingresos). Una
consecuencia fatal de la recesión es que sus fauces se han cebado con 300 mil
empleos adecuados (quedan 8.9 millones), comprometiendo el sustento de más de un
millón de peruanos, si asumimos, grosso modo, que cada jefe de familia se
encuentra compuesta por cuatro personas. Y además, como yapa, del ejército del
subempleo se perdieron 114.000 “cachuelos” (ahora son 8.4 millones). En resumen,
en el período septiembre 22-septiembre 23, a cambio de haber logrado los 52 mil
puestos formales que pregona el BCR y haber aumentado la formalidad en cuatro
puntos, se han perdido 300 mil empleos adecuados y 114 mil subempleos.
Pero, esta situación no es estática sino dinámica y anualmente se agrava
porque 430 mil jóvenes al cumplir 14 años se suman a la Población en Edad de
Trabajar (PET), que ahora bordea los 26 millones. Otra vergüenza que ocultamos
es que el 30% (7.6 millones) de esta población ni trabaja ni busca empleo y se
les conoce como: No PEA, o Población Económicamente Inactiva (PEI), que en un
90% se encuentra radicando en el área urbana y 10% en el área rural.
No menos importante es observar que la PEA ocupada ha disminuido en 17 de las
26 ciudades que evalúa el INEI, sintiéndose las mayores caídas en: Iquitos
(-8%), Pucallpa (-7.8%), Chiclayo (-7.3%) y Puno (-6.9%). La causa: la caída del
agro: “Anticipándose al Fenómeno de El Niño, en muchas zonas del país se está
cultivando y sembrando menos y se necesita menos mano de obra”, señala el
exviceministro de Economía Carlos Casas (16/11/23). ¿Se atreverá el
presidente del BCR a reconocer que la recesión ha cumplido su primer año, desde
octubre del 2022 hasta setiembre del 2023?