¿Se atreverá el BCR a calentar la helada política monetaria?
Desde el Faro
Por: Rafael Hidalgo
No hay manera de escapar de la recesión, ni así lluevan inversiones y se
establezca una política fiscal contracíclica como la mentada “bala de plata del
MEF” (Crédito Suplementario de apenas 0.5% del PBI), sin que se modifique la
política monetaria “hiperrestrictiva” del BCR, como señala el expresidente del
BCR Oscar Dancourt. El tetrapresidente del BCR, Julio Velarde, debería
aprovechar que los astros han girado creando el escenario ideal para que se
atreva a desatar el nudo, en que se ha convertido para la economía la alta tasa
de la Tasa de Referencia de Política Monetaria (TPM) que se encuentra en nivel
de 7.25% que viene ahorcando el consumo y la inversión (Informe de Crédito,
octubre BCR).
Los factores a favor de una rebaja “sustantiva” de la TPM cercana al 3% -y no
así los “pasitos” hacia atrás de 0.25% a los que nos tienen acostumbrados- son:
primero, la inflación (anualizada) a octubre ha caído a 4.34%; segundo, el dólar
se ha desplomado -4% (pasó de S/ 3.88 a S/ 3.72); tercero, las expectativas de
inflación (Encuesta Octubre del BCR) han bajado a 3.33%; cuarto, la tasa de la
Fed (banco central de EE.UU.), pese a algunas señales de alza, se ha mantenido
inalterable (5.25%); quinto, las tasas de los bancos centrales de la región han
seguido disminuyendo y finalmente, pese al Conflicto en Gaza, la cotización
internacional del barril de petróleo WTI bajó en octubre 11% (US$81).
Por otro lado, el BBVA Research coincide: “la inflación continuará
disminuyendo, apoyada en una alta base de comparación interanual, actividad
débil, y una posición monetaria restrictiva… Esta disminución de las presiones
inflacionarias y el estancamiento de la actividad sugieren que el BCR continuará
recortando la TPM en noviembre”. Por su parte Credicorp Capital, más tímidos,
señalan: “Ante el claro descenso de la inflación interanual y una demanda
interna en contracción, esperamos que el Banco Central recorte la TPM en 0.25%
en las reuniones de nov y dic 23, hasta ubicarla en 6.75%”. (2/11/23).
Elmer Cuba de Macroconsult es más tajante: el “crecimiento está en su peor
nivel en los últimos 25 años” y proyecta una reducción del consumo privado: "si
creció 3.6% en el 2022, para el 2023 se estima que será 0.8%". Y Eduardo
Jiménez, también de Macroconsult, agrega: “…la inflación debería llegar a
4% o inclusive por debajo de 4% para el cierre del año… es importante monitorear
que el descenso de la inflación implique un retroceso de diversos productos
minoristas. Los precios igual se quedan un poco arriba. Un ejemplo claro es el
precio del pan, que se mantiene alto aun cuando el precio internacional del
trigo está cayendo fuertemente”.
En efecto, el trigo, el maíz y el aceite de soya hoy tienen cotizaciones
sumamente bajas comparada al 2022 (postpandemia) y los precios en los mercados
no regresan. El trigo se cotiza en US$ 252 la tonelada, registrando una caída de
casi 60% en comparación al precio de abril 2022 (US$ 600/ton.). El maíz está en
US$ 177 la tonelada, un desplome de 43%. El aceite de soya se cotiza en US$
1,208 la tonelada, una reducción de 40%.
Con precios de alimentos de nuestra canasta que no bajan, el ahorro se está
trasladando a la dieta nacional. Según el INEI, el déficit calórico en el primer
trimestre del 2020, antes de la pandemia, alcanzaba al 31.8% de la población;
mientras que ahora en el segundo trimestre (abril-mayo-junio) del 2023 (último
dato registrado) se ha elevado al 36.3% y sigue subiendo. Otro dato relevante
son los resultados económicos de ALICORP, la mayor empresa de alimentos del
país, al tercer trimestre, que han caído en un 67.5%. ¿Qué hacemos?