Un puerto para un romance Desde El
Faro
por
Rafael Hidalgo
II
Sin embargo, la dinámica empresarial al interior de uno de los socios del
proyecto Volcan Compañía Minera (Volcan) presenta complicaciones en este
momento. En febrero, Glencore uno de los traders de minerales más grandes del
mundo, decidió colocar en vender sus acciones en Volcan , en donde tiene el 55%
de las acciones clase A (con derecho a voto). Pero si se suman las acciones
clase A y B (sin derecho a voto), se reducen al 23% de las acciones totales. Aún
Glencore no concreta la venta, pero se opuso a que Volcan escinda su negocio
portuario: el 40% de las acciones de CoscoShipping Ports Chancay Perú.
Pero, la sangre llegó al ruedo cuando Volcán informó a la
Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) que en la sesión del directorio de
Volcan el lunes 18 de setiembre los cuatro directores ligados a Glencore
Victoria Soyer, Diego Garrido Lecca, Alberto Rebaza Torres y Abraham Chahuan
colocaron como primer punto de agenda la salida inmediata de José Picasso
Salinas de la presidencia y de José Ignacio Romaña Letts de la
vicepresidencia y al ingeniero Roberto Huby de la gerencia general y el
reemplazo de inmediato por no haberse ceñido a los principios de buen gobierno
corporativo para aprobar la escisión de Cosco Shipping Port Chancay. Pero,
Picasso es un combatiente de larga data. Salió victorioso de una batalla con el
mismísimo George Soros por un paquete de acciones de una empresa local cy ontra
todo pronóstico salió también indemne de la quiebra del Banco Latino. ¿Si
venció a Soros, venció a la SBS, podrá vencer también a Glencore?
LA MOLESTIA DE GLENCORE Al parecer, la intención sería vender todo en
paquete: la minera y el proyecto portuario. En un comunicado publicado en
diarios de circulación nacional, Glencore señala que la escisión “ha sido
impulsada por el accionista minoritario y director de Volcan, José Ignacio de
Romaña Letts, y no es respaldada por Glencore… creemos que una decisión de esa
trascendencia requiere de un proceso de análisis adecuado, diligente y
suficientemente informado” (22/8/23). Glencore también cuestionaba que la
escisión no contemple las 800 hectáreas que tiene Volcan adyacente al puerto y
que forma parte del proyecto logístico Chancay Park. A pesar de esto, los
accionistas minoritarios se las ingeniaron para sacar adelante el proyecto de
escindir el negocio portuario en una nueva empresa, cuyas acciones serán
repartidas entre los accionistas de Volcan. El principal de ellos es Ignacio de
Romaña, que tiene el 10.4% de las acciones clase A; y su madre, Irene Letts
Colmenares, tiene un adicional 9.9%. Junto a otros familiares, acumularían un 8%
de las acciones A y B. Otro es José Picasso Salinas, quien es presidente del
directorio de Volcan y habría sido ratificado en ese cargo con el apoyo de
Glencore, al que ahora les da la espalda. Él representaría el 3% de las acciones
A y B. De acuerdo a documentos difundidos por Volcan, la sesión del
directorio del 17 de julio se aprobó el proyecto de escisión del puerto de
Chancay. De los siete directores, votaron a favor José Picasso, Ignacio de
Romaña y Ricardo Revoredo Luna, este último, hombre de confianza de José
Picasso. Se opusieron los directores nombrados por Volcan: Victoria Soyer, Diego
Garrido Lecca, Alberto Rebaza Torres y Abraham Chahuan, pero José Picasso, con
el apoyo del gerente legal de la compañía, Alfonso Rebaza Gonzalez, alegó que
los cuatro directores opuestos a la escisión, estaban impedidos de votar de
acuerdo al artículo 53 c) de la Ley del Mercado de Valores, que señala que
cuando hay una transacción que involucre más del 5% de los activos con personas
vinculadas al emisor, no pueden votar los directores que representen más del 10%
de las acciones. Aldo Ferrini, gerente general de AFP Integra, intervino para
decir que no sabe mucho de leyes y derechos societarios, pero entiende que la
junta de accionistas es el principal órgano de la empresa y que se debe
preservar lo que decida la junta. El presidente de Volcán, José Picasso,
contó que Glencore al inicio, estuvo de acuerdo en la escisión del negocio
portuario durante los años 21 y 22, hasta septiembre de este último año, cuando
fui citado a Nueva York para comunicar que tenían la decisión de vender sus
acciones. Y de ahí en adelante, simplemente, todo piedra, piedra, piedra...
hasta que el señor Romaña decidió que era hora de ponerle punto final a este
tema y enero decidió pedir un directorio para convocar para hacer la decisión...
directorio que se llevó a cabo el 11 de enero y el pedido fue denegado.
Inmediatamente después, hubo un directorio el 19 de enero en donde se encargó a
la gerencia que hiciera todos los estudios. Otras críticas que hizo Glencore
al proyecto de escisión son de que Volcan pasaba por una mala situación
financiera y no era bueno desprenderse de una parte importante de su patrimonio.
Sobre las 800 hectáreas del proyecto logístico Chancay Park, Picasso justificó
la decisión de que permanezca en Volcan señalando que es un proyecto greenfield
-que empieza desde cero- que necesita capital para mantenimiento anual y la
nueva empresa escindida, que tendrá el 40% de las acciones del nuevo terminal de
Chancay, no tendrá dinero en efectivo para mantener ese proyecto. La nueva
empresa escindida no tendría dinero hasta el año 30 o 31, cuando el puerto de
Chancay empiece a repartir dividendos.
Probablemente la paz entre los accionistas regrese. Esos conflictos no
afectan la visión del proyecto, pero sí podrían complicar el financiamiento, de
modo que cabe esperar que el problema se resuelva de la mejor manera. Por otro
lado, el cabal aprovechamiento de las posibilidades que crea esta oportunidad
depende de factores tales como las políticas que adopten los gobiernos
regionales y el gobierno central. Seguiremos informando.