En el Perú se detectan casi 9000 casos de cáncer de
próstata anualmente, según los reportes del Ministerio de Salud. Un diagnóstico
temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para combatir esta
enfermedad, recalca el doctor Ulises Núñez, urólogo de la Clínica Ricardo Palma.
A continuación despeja algunas dudas frecuentes sobre esta
afección.
1.¿El cáncer de próstata solo afecta a personas mayores
de 60?
Falso, también se presenta en hombres menores de 60.
Sin embargo, esta enfermedad es más frecuente en varones mayores de 60 años. La
mayoría de los casos se diagnostica en hombres de más de 65 años. En varones
menores de 60 años la patología suele ser más agresiva. El especialista explica
que el envejecimiento es uno de los factores de riesgo de esta afección.
Antecedentes familiares de la enfermedad, origen étnico (los afroamericanos
tienen un mayor riesgo), obesidad y exposición a ciertos productos químicos son
otros factores que predisponen su desarrollo.
2.¿El cáncer de próstata siempre se cura?
Falso. No todos los casos de cáncer de próstata se
curan, pero el pronóstico para esta enfermedad suele ser favorable,
especialmente si se detecta en etapas tempranas. La curación depende de varios
factores, como el estadio en que se encuentra el cáncer, grado de agresividad de
la neoplasia y respuesta al tratamiento. En muchos casos, el cáncer de próstata
crece lentamente. Las opciones para el tratamiento son muy variadas: cirugía,
radioterapia,terapia hormonal o
terapia dirigida. Es importante destacar que cada caso es único y el tratamiento
y pronóstico varían según las características de cada paciente. Cada caso es
manejado por un equipo de especialistas (urólogo, oncólogo y radioterapeuta) a
fin de obtener un diagnóstico más preciso y un tratamiento idóneo.
3.¿Los exámenes para diagnosticar cáncer de próstata
pueden resultar incómodos?
Verdadero. Algunas de las pruebas pueden resultar
molestas para los pacientes. Los principales métodos de detección son el
análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA) y el examen digital
rectal (EDR). El análisis de PSA implica tomar una muestra de sangre para medir
los niveles de PSA, una proteína producida por la próstata. Aunque es un
procedimiento relativamente sencillo, algunos hombres pueden sentir molestias
durante la extracción de sangre o experimentar ansiedad relacionada con los
resultados. El examen digital rectal (EDR) es un procedimiento en el que el
médico inserta un dedo enguantado y lubricado en el recto para palpar la
próstata y detectar cualquier anormalidad. Aunque puede ser fastidioso o generar
cierta incomodidad, es un procedimiento rápido y no doloroso. Es importante
recordar que el EDR es una parte importante del examen de detección temprana de
la enfermedad.
4.El cáncer de próstata no tiene síntomas ni en etapas
avanzadas.
Falso. En general, el cáncer de próstata en su estadio
temprano no suele presentar síntomas específicos, lo que puede dificultar su
detección precoz. Sin embargo, a medida que la afección progresa, especialmente
en etapas más avanzadas, aparecen síntomas como:
Problemas urinarios: Dificultad para orinar, necesidad
de orinar con más frecuencia, sensación de urgencia urinaria, flujo débil de
orina o interrupciones en el flujo urinario.
Sangre en la orina o semen: Puede presentarse sangre
visible en la orina o el semen.
Dolor: Puede experimentarse molestias en la zona de la
próstata, en la parte baja de la espalda, en la pelvis o en los huesos,
especialmente en etapas avanzadas.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas no
son exclusivos del cáncer de próstata y pueden estar relacionados con otras
afecciones de la próstata, como la hiperplasia prostática benigna (HPB).
5.Las personas con malos hábitos alimenticios
tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Verdadero. Existen evidencias científicas que sugieren
que los malos hábitos alimenticios pueden aumentar el riesgo de presentar
ciertos tipos de neoplasias. Aunque la relación entre dieta y cáncer de próstata
no es completamente comprendida, se han identificado algunos factores dietéticos
que pueden influir en su desarrollo. Ciertos estudios han informado que una
dieta rica en grasas saturadas, carnes rojas procesadas y lácteos enteros
aumenta la posibilidad de sufrir cáncer.
Por otro lado, una alimentación saludable y equilibrada, que
incluye una ingesta adecuada de frutas, verduras, granos enteros, pescado y
alimentos bajos en grasas saturadas no solo es beneficiosa para el sistema
inmune, también ayuda a reducir el riesgo de sufrir neoplasias.