El incremento de la tasa de interés de referencia (tir) de 0.25% a 7.75%,
realizado por el BCR, desde diciembre del 2020 a la fecha, para combatir la
inflación que llega a 8.06% aunado a las revueltas (y a Yaku), han dado pie para
el inicio de un periodo recesivo -dos trimestres consecutivos de crecimiento
negativo- en el cual disminuye el consumo y la inversión y aumenta el
desempleo.
Para remate, domar al potro inflacionario va a tomar su tiempo, según Julio
Velarde: “llegará más tarde de los que se espera” (24/5/23) El PBI
desestacionalizado -el que compara un trimestre versus el anterior- indica que
el 4to. trimestre del 2022 cayó -0.2% y el siguiente, 1er. trimestre del 2023,
disminuyó en -5.3% (Nota Semanal BCR). Si bien el consumo privado aún no es
negativo, se ha venido desacelerando a galope tendido pasando de 4.8% de
crecimiento a tan solo 0.7% (I trim.22/Itrim.23).
Pero, si se han ido de bruces en el último trimestre ene-mar 2023: la demanda
interna -1.4%, el consumo público -6%, la inversión pública -1%, exportaciones
-1.1% e importaciones -5% y como cereza, la inversión privada -12%. En realidad,
esta última inversión crecía a nada menos que 173% en el 2do trimestre del 2021,
como antesala de la llegada de Pedro Castillo a Palacio de Gobierno, y ahora se
ha desplomado por el discurso del “socialismo del siglo XXI” que aplaudieron los
bien llamados “cojudignos”.
Según el INEI en marzo, el consumo interno de cemento, cal y yeso cayó -17%,
por la menor actividad en obras privadas y de autoconstrucción, que se ha venido
frenando por la brutal elevación de la tir (3.000%). Por ejemplo, el promedio
del crédito: corporativo, se ha cuadruplicado pasando de 2.5% a 9.3%, la gran
empresa de 4.6% a 10.8%, la mediana de 6.1% a 14.7%, la pequeña de 17.2% a 23.8%
y la microempresa de 22.65% a 42 % (Informe de Crédito. BCR). Un calvario. Este
enfriamiento económico se refleja en la caída del PBI en marzo de la banca
-6.1%. La contracción de los depósitos -4.9%, depósitos a la vista -16.6%,
depósitos de ahorro -17.3% y CTS -19.3%, ante el encarecimiento del costo del
dinero, ha disminuido el otorgamiento de operaciones de créditos -6.6%
(INEI).
En cuanto al campo, si bien la producción de arroz subió por Yaku 13.3%%, la
papa disminuyó en -19.6%, el choclo -23 %, la cebolla -28.5%, la zanahoria
-27.6%, mientras que la industria vive momentos sumamente complicados. Por
ejemplo, la fabricación de productos de plástico cayó -12.2%, productos
metálicos -9.45%, envases de papel y cartón -19.7%. Asimismo, la elaboración y
conservación de frutas, legumbres y hortalizas -38.4%, prendas de vestir -14.3%,
aceites y grasas de origen vegetal y animal -23.6%, jabones y detergentes
-10.3%, papel y cartón -17.5% y productos lácteos -14.8% (Consumer Insights Q1
2023 de Kantar).
Mauricio Chen de Kantar además concluye en el reporte que solo seis de 10
hogares pueden ahorrar y que uno de cada tres redujo esta capacidad en el último
año. La región sur que tuvo el mayor impacto por la concentración del estallido
social a inicios de año y es la zona con el mayor número de hogares que declara
nula capacidad de ahorro. “En estos lugares se ha reducido el ahorro porque se
priorizó comprar más productos; es decir, estar abastecidos ante cualquier
evento…”.
Por el momento, ante el enfriamiento mundial y la inoperancia de las
autoridades económicas, solo nos queda recitar la obra del inmortal sevillano:
“Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez
a la tarde aún más hermosas sus flores se abrirán….”