El
ingeniero Alex Contreras, titular del MEF, realizó un ajustón a los indicadores
del Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2023-26 (27/4/23), que no es otra cosa
que las proyecciones económicas tetraanuales que se publican en agosto y luego,
se actualizan en abril -escoltado por los viceministros de Economía y Hacienda,
Juan Pichihua y José Carlos Chávez- empezando con: “otras son de arena”, la
elevación de los precios de las principales exportaciones: oro de US$ 1,750/onza
troy a US$ 1,800 y cobre de US$ 3.40/ libra a US$ 3.80, añadiendo “…hay una
revisión a la baja en los precios de importación con lo cual los términos de
intercambio suben (0.7%)”.
El
ministro prevé además que el déficit fiscal cerrará en -1.7% en el 2023, sin
embargo, al día siguiente Fitch al ratificar la calificación de BBB de los bonos
soberanos pronosticó un déficit fiscal de -2.4% (28/4/23). No obstante,
Contreras anuncia que convergerá hacia la “regla fiscal” de -1% hacia el 2026,
indicando orondo “que el Perú, es uno de los países emergentes que más ha
reducido el déficit fiscal y mantiene una de las menores deudas públicas (34%
del PBI)”, que cerró el 2022 en 34% del PBI.
Entre
“las de cal” el MEF mencionó la espectacular caída de la inversión privada de
-13%, en el primer trimestre (pese al record de crecimiento de la
inversión pública de 16.1%), a consecuencia de las marchas “No a Dina” yde Yaku (lluvias del norte), situación
solo comparable con la caída de la crisis financiera del 2009… impacto negativo
se reflejó en la caída de la actividad del sector construcción (-10.9%) e
industria (-5.9%)... Menor crecimiento a raíz de la menor inversión, que sólo se
traduce en desempleo, hambre y más pobreza.
En
cifras redondas, el impacto del “No a Dina” costó S/ 2.990 millones
(enero-marzo), mientras las pérdidas de las lluvias suman S/ 8.445 millones
(enero-abril) entre puentes, carreteras, colegios, canales de riego, viviendas,
hospitales etc. El titular del MEF explicó: “Este es el costo de vivir en
el Perú que es el tercer país más vulnerable al cambio climático, después de
Honduras y Bangladesh” sin citar la fuente.
El
ministro aprovechó el espacio para preanunciar una nueva emisión de Bonos
Soberanos por alrededor de S/ 12.000 millones para financiar un nuevo programa
“Con Punche 3”, explicando que el programa “Con Punche Perú” es de S/ 8.000
millones y planea financiar la emergencia con otros S/ 4.000 millones
(reactivación y atención de la emergencia). La deuda de los bonos son como la
deuda de la tarjeta de crédito, es muy fácil de endeudarse, pero es difícil de
terminar de pagar así que, hay que exigirle al MEF la máxima transparencia con
esta nueva cuenta. Que no siga el ejemplo de sus antecesores de la pandemia a la
fecha.
El
gran reajustón significó la reducción de la meta de crecimiento del PBI de 3.5%
a 2.5%, que a pesar del 1% (S/10.000 millones) que se evapora y se lo lleva el
viento por las pataletas de los cojudignos, aún nos coloca por encima del
promedio mundial (2.4%) y del promedio latinoamericano (1.3%), ante lo cual
acotó “Puno y Madre de Dios estuvieron paralizados el primer trimestre…Yo diría
que no solo fue una recesión, sino que estuvieron en
depresión…”.
¿Aprenderán
nuestros revoltosos algún día “que sólo la inversión salvará al
Perú”?