El empleo a nivel nacional, luego de la pandemia, sigue sin recuperarse,
porque si bien la población ocupada ha aumentado en cerca de 600 mil personas en
el periodo 2019-22, pasando de 17.1 millones a 17.7 millones (INEI), tenemos que
considerar que la población en edad de trabajar se ha incrementado en 1.1
millones de personas (de 24.5 a 25.6 millones). Es decir, sumamos otro medio
millón de desocupados. Esta población ocupada se divide entre aquellos que
cuentan con un empleo adecuado y el subempleo. La población con empleo adecuado
-que es aquella que goza de una jornada laboral mayor a 35 horas semanales y
percibe un ingreso por encima del sueldo mínimo- asciende a 9.3 millones de
personas, mantiene aún un retroceso de 3 % frente al nivel prepandemia.
Estas cifras de generación de empleos adecuados palidecen cuando se las
compara con el periodo 2005-2011 -que coincide con el periodo del segundo
gobierno de Alan García Pérez-, años dorados en que el empleo adecuado creció en
4.2 millones puestos de trabajo (pasando de 3 millones 31/12/2005 a 7.2 millones
31/12/ 2011), el mayor periodo de crecimiento de empleo adecuado que se registra
oficialmente (INEI).
En cambio, el subempleo subió 12 % en el periodo 2019-22, que justamente
coincide con los años de gobierno de Martín Vizcarra, Fernando Sagasti y Pedro
Castillo (aquellos que gobernaban «en nombre del pueblo»). Este precario
subempleo se elevó de 7.6 millones a 8.5 millones de peruanos. Por si fuera
poco, la tasa de empleo formal a nivel nacional (en planilla) fue de 24.3% en el
2022, una caída espectacular del 27.3 % respecto al 2019. El segmento más
golpeado es la población con educación universitaria, donde cayó en -12.5 %.
Además, durante estos gobiernos, también se elevó la población de los «NiNis”
-aquellos jóvenes entre 15 y 24 años que ni trabajan ni estudian- que ascendían
a 1.3 millones (ENAHO 2015). Sin embargo, este segmento ha resultado ser el más
vulnerable post-pandemia, tanto que en el último año se han perdido 372 mil
puestos de trabajo (12.8 %).
Dicho de otra manera, si a estos nuevos empleos perdidos, se le agrega la
alícuota juvenil de los nuevos desocupados (que suman medio millón), podemos
concluir que el ejército de los NiNis en la actualidad bordea los 2 millones.
Como canta el vate imperededero: juventud, divino tesoro… cuando quiero llorar
no lloro y a veces lloro sin querer.
El ingreso promedio mensual en el 2022 fue de S/ 1,589.10 (US$414.37) frente
al ingreso promedio mensual del 2019 que fue de S/ 1,595.40 (US$ 478.09), lo que
indicaría que los ingresos del 2022 sólo habrían caído en seis soles, pero,
considerando la inflación acumulada (aprox. 20 %), los ingresos han disminuido
en 17 % y medidos en dólares en -13.3 %. Se pierde por angas o por mangas.
En conclusión, durante el periodo de los gobiernos de los «nenes» Vizcarra,
Sagasti y Castillo, se desplomó el empleo formal, el empleo juvenil, el empleo
de los profesionales y, como colofón, el ingreso promedio expresado en
dólares.
En cambio, los frutos de estos años del «socialismo del siglo XXI» son: se ha
elevado el subempleo, el empleo informal y la legión de los NiNis, muchos de los
cuales, con gran entusiasmo y marcada ingenuidad, marcharon para defender a
Vizcarra -en compañía de los mandamases del BCP, ScotiaBank, Intercorp, Alicorp,
etc.-, recitaron con Sagasti y terminaron votando por Castillo. Olé.