El presidente del BCR, Julio Velarde, señaló desde Toronto que el impacto de
las protestas de enero ascendería a 4% de la producción: «Íbamos a crecer algo
más de 3% del PBI; probablemente decrezcamos 1.4 %» (PDAC 6/3/23). En la misma
línea, Carlos Montoro, gerente del instituto emisor, anunció que en febrero el
impacto negativo sería la mitad de lo registrado en enero, es decir -2 %.
Este menor ritmo de crecimiento se refleja en la última encuesta de
expectativas a empresarios sobre el crecimiento anual de 2023 que realiza el
BCR, que ha bajado a 2.6 % en enero (era de 2.9 % de diciembre). Daniel Velandia
de Credicorp Capital afirma que «por cuenta de la conflictividad social, hemos
bajado nuestra previsión anual a 2 % e inclusive el balance de riesgo tiene un
sesgo a la baja» (7/3/23). Scotiabank antes proyectaba un crecimiento anual para
Perú de 2.6 %, pero ha reducido su proyección a 2.1%. Macroconsult que
proyectaba un crecimiento de 2.1 %, ahora pronostica 1.9 %.
Para remate «llueve sobre mojado». Las lluvias en la costa centro-norte
alimentan las posibilidades de una mayor reducción del crecimiento del PBI. Las
lluvias de El Niño Costero del 2017 ocasionaron que el crecimiento se ralentice:
de 5 % en enero se bajó a 0.8 % en febrero, 1.2 % en marzo y 0.3 % en abril, con
un crecimiento de 2.5 % para el 2017, cuando el crecimiento del 2016 había sido
de 4 %.
Pero, al margen de las protestas y lluvias, el encarecimiento del crédito por
la elevación de la tasa de interés de referencia (TIR) que fija el BCR, que
desde enero se encuentra en 7.75%, y la persistente inflación, también tiran
hacia abajo. El crédito a las empresas y el crédito de consumo a las personas se
viene reduciendo (Liquidez y Crédito/ BCR-Enero). A menor crédito menor consumo
y por ende menor crecimiento.
No es una hipótesis extraterrestre. En EE.UU. dos bancos se acaban de
desplomar la semana pasada: el Silicon Valley Bank -SVB, socio de la mitad de
las start ups tecnológicas- y el cryptobanco Silvergate Capital, debido a la
restricción en la financiación por causa del alza de la TIR, que allá se
encuentra en 4.75 % con pronósticos que alcance dentro de poco el 5.75 %, porque
la inflación norteamericana no se morigera.
De inmediato Wall Street reflejó la crisis: el S&P se desplomó en 7.5 %
(9/3/23) la mayor caída en más de dos años y al día siguiente el Nasdaq
suspendió su cotización. Lo peor es, que ante la incesante caída del mercado
bursátil, además, empiezan a escasear los inversores de riesgo. No es un círculo
virtuoso.
Es bueno recordar a estas alturas el proverbio aquel: cuando las barbas de tu
vecino veas rasurar pon las tuyas a remojar…