Precios de la canasta que subieron por ascensor, bajan por la escalera.
Desde el Faro
Por Rafael Hidalgo
Milagrosamente la inflación nacional, según el INEI, se ha disparado en 8.99%
(12 meses), sin llegar a traspasar el umbral del 9% y disparar las alarmas, no
obstante, es la cifra más alta desde julio 2022, debido al repunte en febrero
(0.43% mensual). El alza mensual de Lima (0.29%) se explica por el vuelo del
pollo a S/ 12 el kilo (10.8%), los huevos a S/ 8 el kilo (6%) y además, el
incremento de la matrícula de los colegios en 15.14%.
No es un secreto para nadie que justamente hace un año se elevaron los
precios internacionales de los principales alimentos y el petróleo (precios
transables) debido a “La guerra de Ucrania -24/2/22” (BCR dixit), provocando que
subieran “por ascensor” los principales precios de nuestra canasta familiar:
pan, pollo, azúcar, huevos, aceites, pasajes, etc. No deja de llamar la
atención, que un año después, cuando estos precios internacionales se han
normalizado, los precios en el Perú no bajan o vienen bajando “por la escalera”:
la cotización internacional del maíz -que es el insumo principal del pollo-
apenas ha crecido 4.69%, mientras que el precio del kilo del plumífero ha volado
despavorido en 40.4%; el precio internacional del trigo (insumo principal del
pan) sólo está 6.04% por encima del precio del 2022, mientras que el precio del
pan ha crecido en 17.07%; el precio internacional del azúcar en el último año
apenas ha subido 4.09%, mientras que el kilo de azúcar en los mercados se ha
disparado en 25.84%. De pavor.com
Por otro lado, hay otros precios internacionales que se han desplomado, pero
los precios en el mercado local siguen elevados. Por ejemplo, el precio
internacional del aceite de soya ha caído en -8.7%, mientras que los aceites se
han incrementado en el Perú en 12.65% y el precio internacional del petróleo ha
bajado en -15.72%, mientras que los pasajes se han ido al alza en 12.14% (Cuadro
72 Nota BCR). En otras palabras, Alicorp (harina de trigo y aceites), San
Fernando (pollos y huevos), Repsol (gasoholes) y las azucareras norteñas, entre
otros, aún cuentan con margen seguir bajando sus precios mayoristas. El manido
argumento de la subida del dólar no es válido, porque a la fecha el tipo de
cambio no ha variado de un año a otro, ni tampoco el cuento del “inventario
antiguo”.
Otro factor importante en este repunte inflacionario son los bloqueos de
carreteras y las dificultades para mover cargas debido a las protestas, han
tenido una implicancia significativa. El INEI acaba de ratificar que los focos
de las revueltas vienen sufriendo la inclemencia de los precios. La inflación en
Puerto Maldonado es de 17.43%, Cerro de Pasco 12.27%, Cusco 11.82%, Puno 11.19 e
Ica 11.12%.
No menos importante, es que la inflación subyacente -que excluye en el Perú
los precios de alimentos y energía-, ha registrado un nivel de 5.87%, cifra que
es casi el doble del rango meta del BCR (entre 1% y 3%), el nivel máximo en este
siglo. No es un dato menor, porque refleja la eficiencia de la política
monetaria, ya que no incorpora los eventos de coyuntura, cómo por ejemplo, la de
un conflicto bélico. Mientras tanto, las expectativas de “los gurúes” que
mensualmente convoca el BCR es que la inflación nacional se situará en 4%. Un
sueño. Algo se cuece en Dinamarca.