El ministro de Economía Kurt Burneo, en la semana de la CADE, ha confesado
compungido y contrito: “¿cuál crisis económica? la economía sigue creciendo,
‘bajito’, pero sigue creciendo”. De aquel crítico feroz, que se regodeaba dando
consejos al exministro Óscar Graham, no queda ni la sombra.
Habría que recordar que al iniciar la gestión en el MEF, prometió que el
crecimiento económico en el 2022 sería de 3.3% del PBI (6/8/22) y con el plan
Impulso Perú se elevaría a 3.8%, pero ante los empresarios reunidos en Paracas
-que desaprueban a Burneo en un 63% y que pronostican un crecimiento de 2.2%
(Encuesta Ipsos CADE)- sinceró la meta a un rango entre 2.7% y 3%.
“Frozen” Burneo intentó, sin éxito, responsabilizar al Congreso de este
enfriamiento económico: “La falta de velocidad… de la implementación del plan
Impulso Perú de reactivación”, ante lo cual, el exministro Luis Miguel Castilla
le enmendó la plana: “Esto no depende de una persona ni de un ministerio, sino
de que se internalice la urgencia… No puedes reconstruir la confianza en el país
con la pata en alto, tratando de patear el tablero, echándole la responsabilidad
al Congreso por no aprobar 18 proyectos de ley… ” (10/11/22).
Hasta un sindicalista básico como Pedro Castillo (Guido Bellido dixit) -o un
“economista básico”-, sabe que sin confianza no hay inversión y sin inversión no
se genera empleo. Por más que Burneo repita como loro: “tiene que haber señales
claras de consistencia entre lo que se dice y lo que se hace. Eso es básico para
que el inversor aplique recursos”. Frase rimbombante que se evaporó cuando
respaldó el pedido de confianza “trucho” del premier Aníbal Torres.
Tal como era previsible, el mago Burneo que esfumó S/9,500 millones en
Petroperú, sacó otro conejo del sombrero, bajo la etiqueta de 10 medidas
adicionales de Impulso Perú: extender el vale FISE (balón de GLP), Obras por
Impuestos, ocho proyectos de ley para las mypes (costo fiscal de S/ 2,345
millones), nuevo marco legal para el sector forestal, etc. Deducción del 50% del
gasto por un año para la contratación de nuevos trabajadores con una
remuneración menor a S/ 1,700, sin que las empresas reduzcan el número de
trabajadores. De inmediato, Luis Alberto Arias comentó:
“Si puedes deducir 100% adicional por el gasto de contratar nuevos
trabajadores… entonces las empresas buscarán despedir trabajadores antiguos. El
empleo aumentará menos de lo esperado y costo fiscal será mayor” (11/11/22).
Del Burneo, que demonizaba al instituto emisor por elevar la tasa de interés
de referencia (TIR) “que desalienta el consumo”, tampoco queda ni el humo:
porque se ha transformado en un fan enamorado de Julio Velarde, porque ante la
reciente alza de la TIR en 0.25% por parte del BCR -que la sitúa en 7.25%-
señaló: “el BCR debería continuar elevando la TIR… para compensar el alza de
tasas de la Fed aunque la inflación regrese al rango meta: entre 1% y 3%”.
Parafraseando a Eva Ayllón “que falso que has sido, Voluble, ay voluble…” . Al
parecer, como si se tratara de un “economista básico” le ha tomado 100 días
darse cuenta que “si el BCR dejara de elevar la TIR podría darse una fuga de
capitales”. Como reza aquel vals “debiera despreciarte, odiarte y maldecirte, en
cambio mi nobleza perdona tu traición”.