La puja para almorzar con el inversor en Nueva York reaviva en las redes
el debate en torno a los multimillonarios y los impuestos a la
riqueza ¿Cuánto pagaría por un almuerzo de una hora con Warren Buffett? Una
persona cuyo nombre no se ha revelado (y se da por hecho que muy, muy rica) ha
pagado 19 millones de dólares (unos 18 millones de euros) por comer con el
multimillonario en un restaurante que tiene fama de servir uno de los mejores
filetes de Manhattan. El objetivo es tener acceso al cotizado conocimiento de
uno de los hombres más ricos del mundo, cuyas inversiones son analizadas al
detalle por Wall Street. No en vano se le conoce como el Oráculo de Omaha, la
ciudad de Nebraska en la que nació hace 91 años, y es venerado como una especie
de maestro Yoda de las finanzas.
La noticia de la puja, que se realizó por eBay y generó gran expectación, ha
dado mucho de sí en las redes, seguramente porque ofrece numerosos elementos
para el debate en torno a la vida de los ricos: ¿cómo se puede gastar esa cifra
para comer con alguien?, ¿quién tiene dinero para pagar tanto por un almuerzo?,
¿no debería pagar más impuestos? Mientras, otros destacan que la recaudación se
destinará a una buena causa (los 19 millones irán a la ONG Glide) y no entienden
las críticas. “Honestamente, hay gente que tiene demasiado dinero”, dice un
comentario. “El primer consejo que le dará será que no debería haberse gastado
ese dinero en una cena”, se lee en otro. “¿Pagarías por esto si tuvieras el
dinero?”, “que haya alguien que pueda pagar eso por una comida con Buffet es una
muestra de que hay que crear una tasa especial sobre la riqueza”, dice otro
tuitero desde Estados Unidos. “¿Es una broma? Yo vivo con 800 euros al mes...”.
Recuerda otro usuario de las redes que, “mientras, se pagan salarios precarios a
las plantillas” y “el primer consejo que le dará Buffett [de quien se dice que
no abona más de cuatro dólares por un desayuno] será que no vuelva a gastarse el
dinero en estas cosas”. Detrás de la iniciativa, como recuerda una tuitera, hay
una buena obra: “Es para una ONG, tampoco es para tanto; se da el dinero y de
paso come con Buffet”.
Buffet, considerado uno de los mejores inversores de la historia, presidente
de la firma Berkshire Hathaway, no tiene cuenta en Twitter. Ni falta que le
hace. Sus consejos de inversión circulan igualmente por las redes, son
comentados, cuestionados y/o alabados por miles de usuarios. Sirven de base, en
ocasiones, para reflexiones sobre la marcha de los caprichosos mercados
financieros. Hasta hay alguna cuenta que se dedica solo a eso. “Desconfía de la
actividad inversora que provoca aplausos; los mejores movimientos suelen ser
recibidos con bostezos”, cita un mensaje una frase del magnate. Si uno se
pusiera a contar en internet cuántas veces se puede encontrar un consejo de
Buffett, seguramente no acabaría nunca... Un clásico: “La regla número uno es no
perder dinero nunca, y la regla número dos es no olvidar nunca la regla número
uno”.
Claro que para convertirse en multimillonario no basta, evidentemente,
con seguir estas recomendaciones, aunque seguro que sirven de inspiración a
muchos. En realidad, todo lo que gira alrededor de los multimillonarios genera
mucha actividad en las redes y basta teclear #multimillonarios o #billionaires
para comprobarlo. Debates sobre los más ricos del mundo, los más jóvenes, lo más
famosos, los que más dinero donan a ONG, los más antiguos.... Una curiosa
clasificación de los más ricos de la historia sitúa en el primer puesto a Musa
I, conocido como Mansa Musa, rey de reyes del imperio de Malí (hoy Ghana y
Malí), que vivió entre 1280 y 1337 y fue dueño de las minas de oro y sal más
grandes de la Tierra. Fue el gobernante más acaudalado de su tiempo y, si se
tiene en cuenta la inflación, su patrimonio sería el mayor amasado por una sola
persona hasta la fecha: 400.000 millones de dólares. Cristina Galindo 26
JUN 2022 - 22:00 PET El País.