Kallpa: 'Si le va bien a la minería vamos a construir más plantas de energía'
Entrevista al CEO de Inkia Energy por Juan V.
Saldarriaga
Para el suplemento Día 1 de El Comercio
Kallpa
inauguró hace unos días el ciclo combinado de su central térmica Las Flores
(Chilca), proyecto que lo posiciona con un vendedor neto de energía tras varios
años siendo ligeramente deficitario, apunta Willem Van Twembeke, CEO de Inkia
Energy, matriz de la empresa de generación eléctrica.
-¿Cuál
es la importancia del ciclo combinado de la central térmica Las
Flores?
Es
una apuesta por el Perú, que siempre ha sido un país muy atractivo para mí los
accionistas (de Kallpa) y yo mismo creemos en este país. El crecimiento
del Perú en los últimos 20 años ha sido muy bueno, y pienso que merece que
continuemos invirtiendo.
-¿En
qué consistió el proyecto?
Nosotros
teníamos una planta de ciclo abierto, que no es una tecnología tan eficiente
desde el punto de vista energético. Por eso cerramos el ciclo, pero también
hicimos un cambio en las turbinas: pusimos repuestos que convierten a Las Flores
en una planta de última generación. Esa es la razón por la que genera hoy más de
320 MW y sea una de las plantas más eficientes, no solo del Perú, sino de toda
Latinoamérica.
-¿Es
el único proyecto que han efectuado?
Además
del trabajo en Las Flores hemos realizado una inversión adicional en nuestra
planta de Kallpa, que es el sitio de generación eléctrica más grande del Perú.
Hicimos un cambio en los repuestos para modernizar las turbinas. Hemos efectuado
una inversión realmente grande, apostando a que el gas natural va a seguir
siendo importante por 20 o 30 años más en el sector energético peruano.
-¿Cuánto
han invertido en ambos proyectos?
En
conjunto US$ 165 millones, de los cuales US$ 128 millones fueron invertidos en
Las Flores.
-¿Cuándo
inauguraron el ciclo combinado de Las Flores?
El
viernes antepasado (10 de junio) fue integrado al sistema eléctrico. Pero hay
una cosa que es remarcable y es que este proyecto lo decidimos antes de la
pandemia. Nuestro equipo y el del contratista (Siemens) construimos el proyecto
durante una época extremadamente complicada por temas de logística y (gestión)
de personal, el cual debía seguir reglas muy estrictas por su propia salud.
-¿Cuánto
tiempo duró la construcción?
Treinta
meses. La única cosa que hicimos con el contratista fue extender el esquema de
tiempo por tres meses debido a la pandemia, para darle la posibilidad de
adaptarse a la nueva situación. Igual, el proyecto concluyó dentro del
presupuesto y en los tiempos que habíamos previsto. La construcción fue
extremadamente bien manejada por Kallpa y Siemens.
-Entiendo
que no hubo funcionarios del gobierno en la inauguración del ciclo combinado.
¿No hubiera sido deseable la presencia del presidente Castillo o de un
ministro?
Hubiera
sido posible que la ministra de Energía y Minas estuviera presente, pero se
encontraba por esos días en Toronto para el PDAC. Fue un mal momento, pero los
accionistas de Kallpa sí estaban presentes. La próxima vez que visite el Perú
voy a intentar encontrarme con la ministra y podemos hablar del proyecto y, si
ella lo desea, puede ir a ver el ciclo combinado.
-¿Este
será el último proyecto de energía térmica de Kallpa en Perú, habida cuenta del
giro del mundo hacia las energías solar y eólica?
Es
una interesante cuestión. Nosotros solo realizamos inversiones si el
mercado lo necesita. Nunca vamos a construir una planta de energía solo por el
gusto de hacerlo. Es la demanda la que lo determina. Y lo más importante para el
Perú hoy es la minería. Si le va bien a la minería vamos a construir más plantas
de energía. Tenemos un “pipeline” grande de proyectos que podemos activar.
-¿Qué
proyectos podrían activar?
Puede
ser que este año tomemos un par de decisiones. Si el cliente lo necesita, los
vamos a construir.
-¿Cuáles
son esas dos decisiones?
Son
dos decisiones que hemos tomado. Por un lado, vamos a instalar un parque de
baterías dentro del ciclo de Kallpa, y también vamos a construir un parque solar
pequeño. Pero, además, tenemos en línea el desarrollo de un gran parque de
energía solar, el cual vamos a desarrollar si es necesario para nuestros
clientes. Nuestro objetivo no es ser la empresa de generación más grande del
Perú -que, de hecho, los somos- sino servir a nuestros clientes de la mejor
manera posible.
-¿Cuál
es el planteamiento con las energías renovables no convencionales
(RER)?
Todo
nuestro “pipeline” de desarrollo es completamente de RER, salvo un solo proyecto
que no lo es. Hablo de 3.000 MW de energía, de los cuales el 93 % es RER.
-Previamente
mencionaba a los accionistas de Kallpa. ¿Quiénes son? ¿Cómo está constituida la
empresa?
Inkia
Energy es el dueño del 100 % de las centrales de Kallpa en el Perú, pero los
dueños de Inkia son cuatro: el Fondo Soberano de Singapur, el Fondo Soberano de
Abu Dhabi, I Squared Capital y el Banco Mundial. Ellos deciden si Inkia invierte
o vende. No es una decisión que yo tomo. Yo puedo defender una iniciativa, pero
son ellos quienes toman las decisiones.
-¿Y
cómo miran los accionistas de Inkia al Perú, habida cuenta de la inestabilidad
política que vivimos?
Ellos
miran el país con otro foco. Yo trabajo e invierto en el Perú desde 1990 y he
conocido a todos los presidentes desde Alberto Fujimori en adelante. Un
inversionista debe mirar más lejos de lo que dura un gobierno. Las inversiones
eléctricas se desarrollan a lo largo de 20 o 30 años y no solo en cinco. Uno no
puede decidir una inversión en base al gobierno actual. Está obligado a ver las
cosas en el largo plazo.
-¿Aparte
del Perú donde opera en Inkia?
Inkia
opera la distribuidora de energía más grande de Guatemala (Energuate) con más de
2,2 millones de clientes. También tenemos inversiones en Bolivia y en Argentina,
donde operamos varias plantas hidroeléctricas. Y hasta hace poco manejamos un
parque eólico en República Dominicana, el cual hemos vendido. También tenemos
inversiones en Nicaragua, Panamá, El Salvador y, por supuesto, en Chile.
-¿El
Perú es la principal operación de Inkia en el mundo?
Perú
es el país más importante. Y Guatemala es el segundo más importante.