¿Qué país ha perdido más vidas por covid? por Roberto Chang
Tristemente la respuesta es clara: el Perú. Esto es lo que reporta la
Organización Mundial de la Salud (OMS), con datos actualizados hasta fines del
2021. [1] Esto representa un gran desastre nacional, lo que debería llamar a una
profunda reflexión y búsqueda de reformas y soluciones, sobre todo en lo que se
refiere a la debilidad del Estado peruano.
Pero vayamos por partes. Lo que la OMS ha calculado es estimados de “muertes
en exceso” para el período 2020 y 2021. Este es el número de muertes en cada
país, y para cada mes o año, que supera el número normal, éste último calculado
en base a datos históricos de antes de la aparición de Covid (es decir, antes
del 2020).
El número de muertes en exceso es un estimado del número de muertes por
Covid, y se considera como una aproximación más exacta y creíble que las cifras
de muertes por Covid reportadas por los gobiernos. Esto es en parte porque
algunos gobiernos han querido maquillar el impacto de la pandemia,
distorsionando las cifras. Por ejemplo, el gobierno de la India había reportado
que las muertes por Covid, hasta fines de 2021, no pasaban de medio millón. La
OMS estima casi cinco millones de muertes en exceso en India, una cifra diez
veces mayor a la reportada por el gobierno.[2]
En la tabla a continuación vemos los cinco países que, en la base de datos de
OMS, tuvieron más muertes por exceso en relación a su población durante el
período 2020-21: Perú, Bulgaria, Bolivia, Macedonia Norte, y Rusia. Para
comparar, la tabla incluye la cifra para algunos otros países latinoamericanos,
y para los Estados Unidos.
La tabla ratifica que el país con las mayores pérdidas de vidas por Covid
fue Perú, y con amplia diferencia. Es necesario mencionar que, quizá en
contradicción con la esperanza de que las cosas habían mejorado después de
un muy mal comienzo, las cifras de la OMS dicen que el 2021 fue peor que el
2020: las muertes en exceso, por cada 100000 habitantes, subieron de 406 en 2020
a 467 en 2021.
La tragedia peruana es aún mayor si consideramos que a principios de la
pandemia, hacia Marzo de 2020, la situación económica y financiera del
país era arguíblemente la más fuerte de todo el mundo emergente. Esto lo he
anotado ya antes,[3] pero recordemos que las reservas internacionales eran muy
amplias (alrededor del 30 por ciento del PBI anual), la deuda pública sumamente
baja (menos del 30 por ciento del PBI), y el acceso al financiamiento
internacional prácticamente ilimitado (incluso bastante entrada la pandemia, en
Noviembre del 2020, el Perú pudo vender bonos con vencimiento a cien años, a una
tasa de interés cercana a 3.25 por ciento anual, mientras cambiaba el presidente
tres veces!). En otras palabras, la extremadamente pobre performance del Perú en
términos de confrontar la pandemia no se ha debido a falta de dinero.
Entonces, ¿qué falló? Esto debería ser el tema de un gran y serio debate
nacional, con el objecto de encontrar formas de que esto no se repita, en el
contexto de otros grandes desafíos nacionales, que los habrá (pensemos, por
ejemplo, en el cambio climático, o el impacto de la revolución tecnológica). Mi
instinto me dice que el gran talón de Aquiles fue la falta de inversión, a lo
largo de los años, en desarrollar un aparato estatal moderno, ágil, y competente
para enfrentar choques de varios tipos.
Pienso, por ejemplo, que lo que dice el doctor Elmer Huerta al New York
Times:
“Cuando un sistema de salud no está preparado para recibir pacientes
seriamente enfermos con pulmonía, cuando no puede proveer el oxígeno que
necesitan para vivir, o incluso proveer camas para que ellos puedan tener algo
de paz, uno recibe lo que hemos recibido”. [4]
es correcto, pero no identifica las preguntas centrales para una reforma
efectiva. Por qué faltó el oxígeno, a pesar de que había fondos para comprarlo?
Por qué escaseaban las camas y, al mismo tiempo, los ministerios a cargo estaban
usando sólo una fracción del presupuesto que tenían disponible para la lucha
contra la pandemia?
En cualquier país, el ser identificado como el peor del mundo en la respuesta
a una crisis mundial debería ser un impulso mayúsculo al diálogo y búsqueda de
acuerdos nacionales para elaborar rectificar rumbos y empezar una reforma mayor
del Estado. Me temo, sin embargo, que la noticia será básicamente ignorada. Pero
esa es discusión para otro día. Hoy el Perú debería estar de duelo.
[2] Por esto el gobierno de India trató de bloquear la divulgación de los
estimados de la OMS. Véase la discusión del NY Times en https:
//www.nytimes.com/2022/05/05/health/covid-global-deaths.html?action=click&module=Well&