Resistencia a la insulina: Qué es y cómo se previene
Los índices de sobrepeso y obesidad se han incrementado de manera
significativa entre los peruanos debido a la falta de actividad física y dietas
hipercalóricas, ricas en carbohidratos refinados, grasas saturadas y bajas en
fibra. Esto ha provocado complicaciones en la salud causadas por el exceso de
peso y la resistencia a la insulina, según lo advierte la doctora Karim Kundert
Abuid, endocrinóloga de la Clínica Ricardo Palma.
La resistencia a la insulina es una condición en la
que las células de los músculos, grasa e hígado no responden de manera adecuada
a esta hormona y no pueden utilizar adecuadamente la glucosa de la sangre. En consecuencia, el páncreas fabrica más
insulina para ayudar a que la glucosa ingrese a las células y pueda mantener sus
niveles normales en sangre. Con el tiempo, el páncreas no puede continuar con
esta producción elevada, dando lugar a la prediabetes y, en algunos casos, a la
diabetes mellitus.
Por lo
general, esta condición no produce
síntomas, pero en algunas personas puede observarse exceso de pigmentación a
nivel del cuello, axilas y pliegues de la piel. A esto se le denomina “acantosis
nigricans”.
Se previene adoptando un estilo de vida saludable, es
decir, con la práctica regular de ejercicios cardiovasculares o aeróbicos, como
mínimo durante 30 minutos 5 veces a la semana y con 2 o 3 sesiones semanales de
ejercicios de fuerza, siempre y cuando no exista ninguna contraindicación.
También es importante conservar un peso adecuado y tener una alimentación
balanceada, sin carbohidratos refinados, rica en fibra y con la cantidad de
calorías conveniente para cada caso.
La
doctora recomienda consumir cereales integrales, granos enteros y legumbres como
fuente de carbohidratos, los cuales no deben sobrepasar una cuarta parte del
plato. Se deben acompañar con una porción similar de carne magra cocinada sin
grasa. La otra mitad del plato debe estar compuesto por verduras crudas que
incluyan hojas verdes de preferencia. La fruta se debe consumir con moderación,
evitando jugos y extractos.
¿Cómo
se diagnostica?
Una
de las principales formas de detectar la resistencia a la insulina es mediante
el hallazgo de niveles elevados de esta hormona en un análisis de sangre; aunque
esto no es concluyente, ya que encontrarlos normales no la descarta. Además se
buscan evidencias de obesidad abdominal (≥ 90 cm en varones y ≥ 80 cm en
mujeres) y niveles elevados de triglicéridos. Estos signos constituyen
indicadores de resistencia a la insulina.
El
tratamiento consiste en la adopción de estilos de vida saludables y la pérdida
de peso en los casos que la requieran. Para lograrlo, el paciente debe abandonar
los malos hábitos como el sedentarismo, las dietas hipercalóricas ricas en grasa
saturada y alimentos con alto contenido de carbohidratos. Algunos medicamentos
también pueden reducir la resistencia a la insulina y pueden ser indicados por
el médico en los casos en los que sea necesario.
La
resistencia a la insulina puede desencadenar diversos problemas de salud como
prediabetes, diabetes mellitus tipo 2, hígado graso, síndrome de ovarios
poliquísticos, diabetes gestacional, hipertensión arterial, alteraciones del
colesterol y triglicéridos. También produce mayor riesgo de infarto cardiaco y
cerebral, nacimiento de bebés con peso elevado y mayor riesgo de algunos tipos
de cáncer, entre otros. Prevenir estos males está en nuestras manos.