Una vez, el país sufre un desabastecimiento de GLP (gas de cocina y que
también utilizan 70 mil taxis), y como en otras oportunidades el gobierno de
Turno, esta vez, la primera ministra Violeta “Agua Bella” Bermúdez señala que se
debe al oleaje en el litoral que impide cargar y descargar el combustible en los
barcos que van desde la planta de Pisco al Callao, ya anuncia que “pronto
llegarán dos buques con 11.000 TM de GLP c/u”, pero, que “la solución radica en
incrementar la capacidad de almacenamiento de las empresas dedicadas al GLP.
Lo que indigna es que a las autoridades responsables “se les pasea el alma”,
que son: Jaime Gálvez ministro de Energía y Minas (MEM) y su tocayo Jaime
Mendoza presidente de Osinergmin que al parecer, no cumplen con exigir la
norma de garantía de contar con quince días de stock en almacén por parte de las
principales empresas de GLP: las chilenas SOLGAS (Grupo Angelini) LIMAGAS (grupo
santa Cruz), la mexicana Zeta Gas (grupo Zaragoza de Juárez), la española
Repsol, la argentina Pluspetrol entre otras.
La demanda nacional diaria es aproximadamente de 60 mil barriles diarios
(MBD) donde Lima consume el 75% (45 MBD), sin embargo, en conjunto en Lima estas
empresas solo exhiben 4 o 5 días de stock de GLP almacenado en “esferas” para
cubrir la demanda diaria metropolitana en. Nada más. Es decir, con otra
marejada se volverá a repetir el desabastecimiento. El 50% del mercado lo
explican el consumo de las amas de casa en los tradicionales balones de 10Kg,
otro 30% los automóviles en los grifos y el resto las industrias.
Ha resultado un espectáculo lamentable contemplar estos días a los choferes
haciendo colas de cuatro o cinco cuadras en los grifos para proveerse GLP
pagando más de S/ 3 soles el litro, si conseguían gas, cuando en realidad
deberían pagar la mitad. Un escándalo.
Esta situación molesta porque el MEM y Osinergmin vuelven a proponer las
viejas recetas y promesas, que no se han cumplido en, por lo menos, veinte
“oleajes” anteriores.
Lo que se debería hacer de inmediato es:
Primero, el ministro Gálvez, y el ingeniero Mendoza de Osinergmin, hoy día
mismo deberían citar con carácter de urgencia al grupo Angellini (Solgas),
Zaragoza (Zeta Gas), Santa Cruz (Lima Gas) para que cumplan con la promesa de
construir un mayor número de “esferas” adicionales para almacenar GLP, unas diez
por lo menos, e inviertan en “monoboyas” ( como ha hecho Relapasa) boyas que si
permiten estibar combustible con olas de 10 metros (Mar del Norte), para
terminar con esta absurda situación en que “tumbos” (olas de medio metro) no
permiten la descarga marítima.
Decirles que Lima no es una chacra, ni de los chilenos ni de los
mejicanos. Segundo, se debe “revivir” el proyecto de poliducto Pisco- La Tiza
(US$ 109 millones) que inexplicablemente fue encarpetado en Proinversión por el
exministro de Energía Gonzalo Tamayo (2016) que si es que se hubiera ejecutado
habría desaparecido estas continuas “crisis por oleaje”.
Tercero, Osinergmin debe aplicar las multas a las empresas que no cumplen con
los 15 días de almacenaje de su promedio diario de ventas. A Jaime Mendoza no le
debe temblar la mano, y si le tiembla, es mejor que dé un paso al
costado.