Salud: investigadores desarrollan método para detectar el Alzheimer en etapas tempranas
La aplicación de un método automatizado de imágenes
cerebrales, por parte de investigadores del Massachusetts General Hospital,
reveló dónde emergen los depósitos de tau, proteína implicada en la enfermedad
de Alzheimer.
Un equipo de investigadores
delMassachusetts
General Hospital(Mass General), desarrolló un método
automatizado para identificar y rastrear los depósitos dañinos de tau en el
cerebro de un paciente. Esta es una noticia clave para la ciencia, pues, como se
sabe, la beta amiloide y la tau son los dos principales depósitos de proteínas
anormales que se acumulan en el cerebro durante el desarrollo del Alzheimer, y
la pronta detección de su acumulación puede permitir a los médicos intervenir en
una etapa temprana.
“Si bien nuestra comprensión de la enfermedad de
Alzheimer ha aumentado enormemente en los últimos años, muchos intentos de
tratar la condición médica hasta ahora han fracasado, posiblemente porque las
intervenciones médicas han tenido lugar después de la etapa en la que la lesión
cerebral se vuelve irreversible”, explica Justin Sánchez, analista de datos
delGordon Center for Medical Imaging. Estos
descubrimientos se vuelven una esperanza para muchas familias, pues, tan sólo en
Latinoamérica, 9.4 millones de personas padecen algún tipo de
demencia.
En un intento por desarrollar un método para el
diagnóstico temprano, Sánchez y sus colegas, bajo el liderazgo del Dr. Keith A.
Johnson (especialista de los departamentos de Radiología y Neurología
deMassachusetts
General Hospital)
evaluaron imágenes cerebrales de beta amiloide y tau obtenidas en 443 adultos,
mediante tomografía por emisión de positrones (PET). Los participantes abarcaron
una amplia gama de edades, con diversos grados de beta amiloide y deterioro
cognitivo, desde personas sanas de 20 años hasta pacientes mayores con un
diagnóstico clínico de demencia de Alzheimer.
Los investigadores utilizaron un método automatizado
para identificar la región del cerebro más vulnerable a la acumulación inicial
de tau cortical. “Presumimos que la aplicación de nuestro método a imágenes de
PET nos permitiría detectar la acumulación inicial de tau cortical en personas
cognitivamente normales y rastrear la propagación de tau desde esta ubicación
original a otras regiones del cerebro, en asociación con la deposición de beta
amiloide y el deterioro cognitivo de la enfermedad de Alzheimer”, señala
Sánchez. El analista explica que la tau cortical, cuando se propaga desde
su sitio de origen a las regiones cerebrales neocorticales bajo la influencia de
beta amiloide, parece ser la “bala” que daña el cerebro en la enfermedad de
Alzheimer.
La técnica reveló que los depósitos de tau emergen
primero en la región de la corteza rinal del cerebro, independientemente de los
depósitos de beta-amiloide, antes de extenderse al neocórtex temporal
cercano. “Observamos la acumulación de tau cortical inicial en este sitio
de origen en individuos cognitivamente normales, sin evidencia de beta amiloide
elevada, ya a los 58 años de edad”, afirma Sánchez. Es importante destacar que
cuando los científicos siguieron a 104 participantes durante dos años,
encontraron que las personas con los niveles iniciales más altos de tau en el
punto de origen exhibían la mayor propagación de tau en todo el cerebro a lo
largo del tiempo.
Los hallazgos sugieren que las mediciones PET de tau,
centradas en regiones cerebrales específicas individualizadas, pueden predecir
el riesgo de un individuo de acumulación futura de tau y la consiguiente
enfermedad de Alzheimer. Si se detecta la tau en una etapa temprana, se
podría prevenir la enfermedad o ralentizar su progresión.
A través de trabajos como éste, y contando con el
programa de investigación hospitalaria más grande de Estados
Unidos,Massachusetts
General Hospitalbusca descubrir tratamientos para
reducir y eliminar el impacto devastador de los trastornos neurológicos como el
Alzheimer, una enfermedad relevante en nuestra región pues, según datos de
Alzheimer’s Association, los latinos tenemos aproximadamente 1.5 más
probabilidades de padecer esta condición, u otras formas de demencia, en
comparación con los adultos mayores de raza blanca.