Todo indica que la segunda vuelta electoral, pase quien pase, pondrá de
cabeza al país en los próximos 60 días, porque entre los probables presidentes
hay visiones contrapuestas en el manejo económico.
Por ejemplo: Keiko Fujimori pone énfasis en “Perú abierto” para reactivar,
Rafael López Aliaga enfila contra Odebrecht, los intereses bancarios abusivos y
la publicidad estatal, el maestro Pedro Castillo promete elevar el presupuesto
de educación de 3.5% del PBI a 10%% (aumentando el impuesto al gas de Camisea de
US$ 1,135 millones a US$ 23,000 millones) y eliminar las AFP porque “entregando
pensiones miserables, cobran porcentajes del 30%…. un robo a todas luces,” y
Yonhy Lezcano que plantea incrementar el aporte minero.
Propuestas sustantivas, que más allá de los resultados finales y del
presidente elegido, seguirán en el candelero tal como sucedió con otras
elecciones que se realizaron bajo el manto de la depresión: en 1931, entre
Sánchez Cerro y Haya de la Torre, quedaron las reformas sociales planteadas por
el APRA, y en 1990 que enfrentó a Fujimori con Vargas Llosa, el shock y el
programa liberal finalmente se terminó ejecutando.
El reto del cambio es insoslayable, con el quinquenio que acaba
PPK-Vizcarra-Sagasti se cosechan hasta la fecha: 140 mil muertos por la pandemia
(1,000 diarios), 2.5 millones de puestos destruidos (INEI), 7 millones de
hogares endeudados (SBS) y una economía que en el primer trimestre ha caído en
-1.2% (Credicorp Capital).
La recesión persiste no sólo debido a las recientes cuarentenas, sino a que
el consumo no se recupera, porque si bien el superoptimista BCR estima que el
consumo privado en el 2021 subiría en 8.5%, la población viene reduciendo sus
gastos.
Si bien las compras con tarjeta aumentaron en enero (26.9%), cayeron en
febrero (-5.5%), rebotando en marzo (86.3%) gracias a la comparación con marzo
2020, cuando el consumo fue bajísimo por el inicio de la cuarentena (BBVA
Research). Sólo el consumo aumenta en supermercados, boticas y bienes para el
hogar, pero cae dramáticamente en transporte, restaurantes, entretenimiento,
alojamiento, pasajes, excursiones, moda y salones de belleza.
Otro dato no menor es que “los créditos de consumo, que en el 2020 se habían
reducido en -7.1%, volvieron a caer en febrero en -11.1%” según Daniel Velandia
de Credicorp Capital.
Si bien los créditos totales en el 2020 se incrementaron en 11.8%, en
realidad, si se excluyen los créditos de Reactiva Perú, tuvieron una caída de
-4.6%, sin embargo, se espera un crecimiento de 3% en el 2021 (MEF).
El BCR, llueva o truene, proyecta un crecimiento del PBI de 10.7% en el 2021;
poniendo paños fríos el FMI lo sitúa en 8.5% y poniendo paños calientes acaba de
plantear “un impuesto temporal a lo más ricos”, colocándose a la izquierda de
casi todos nuestros candidatos presidenciales.