Escenario Post #VacunaGate, por Enrique Valderrama
Escenario Post #VacunaGate: Crisis del relato vizcarrista,
Gobierno Morado debilitado, elecciones transparentes en entredicho y campaña
presidencial abierta, sin abordaje de la agenda social.
El escándalo del "#VacunaGate" ha impactado fuertemente en los actores
políticos y en la opinión pública. Es quizás la trama más sórdida de nuestra
historia reciente, comparte el podio con los nauseabundos "Vladivideos" y la
telaraña corrupta revelada por la Operación "LavaJato". El hecho que un grupo de
privilegiados - básicamente burócratas y sus familiares- acceda a una vacunación
irregular y que este grupo estuviese encabezado por el Presidente de la
República de entonces, Martín Alberto Vizcarra Cornejo, y la, primero, jefa del
Comando COVID y, después y hasta hace poco, ministra de Salud, Pilar Mazetti,
también por la canciller Astete, da cuenta de la baja catadura moral de quienes
gobernaron y de la continuidad existente entre la supersticiosa administración
Vizcarra y la autoproclamada científica gestión Sagasti. Es una incalificable
traición a la confianza del pueblo peruano, en general, y a las personas e
instituciones que vienen dando la vida en la primera línea de combate contra el
nuevo corona virus en particular. La vergüenza del #VacunaGate ofende el
sacrificio del personal de salud y la PNP, quienes cuentan sus fallecidos
por COVID en centenas.
El primer golpe que genera #VacunaGate, y que es brutal y simbólico, al mismo
tiempo, es la ruina completa y la total destrucción de la narrativa vizcarrista,
aquella construida desde el poder y por el poder, apoyada por gran parte de la
llamada "sociedad civil" (red de oenegés de izquierda oligárquica) con gran
acceso a consultorías con el Estado y por una mayoría de la prensa radial,
televisiva, escrita y hasta digital, ultra dependiente a la pauta publicitaria
estatal. El relato estaba amalgamado por el cliché del "obstruccionismo". Con
base en este concepto se decía que estuvo bien ejecutado el cierre
inconstitucional del parlamento elegido en 2016, ejecutado el 30/9/2019. Se le
acusó de no dejar gobernar a Vizcarra, a pesar que le delegaron amplísimas
facultades para legislar. Tras la vacancia que el nuevo parlamento aprobó contra
el moqueguano, volvió a la escena el concepto potenciado por el argumento de que
era irresponsable sacar a un presidente en plena pandemia, desdeñando los datos
corroborados de colaboradores eficaces que lo señalaban como receptor de
sobornos. Los forzados adornos conceptuales constitucionales de juristas
complacientes con el poder, difundidos como potente propaganda facilitaron que
se construyera el sentido común de que la vacancia fue un acto "golpista",
cuando desde el punto normativo fue impecable. Las discusiones alrededor de la
indeterminación del concepto jurídico "incapacidad moral permanente" fueron
impulsadas para profundizar esta percepción de arbitrariedad. Con lo que no
contó el poder conjugado, el establishment, fue que su abanderado quedaría
expuesto, meses después, ante el país y al mundo como lo que es: un inmoral, un
cobarde que, junto a su gente de confianza, vio la oportunidad de salvarse y
salvar a los suyos y la tomó sin miramientos, mientras nuestros fallecidos por
la pandemia superaban los 124 mil, según la lectura que Luis Benavente
hace de la data del Sistema Nacional de Defunciones. #VacunaGate reivindica las
investigaciones que realizaba el congreso anterior y que no pudo concluir por su
cierre abrupto y sobre todo reivindica la oportunidad y conveniencia para el
país de la vacancia presidencial que el actual Congreso acordó en los primeros
días de Noviembre 2020. El Martín Alberto Vizcarra Cornejo que clausuró el
Congreso pasado para evitar que descubran sus delitos e inmoralidades y fue bien
vacado por el Congreso actual es claramente un incapaz moral permanente. Nadie
en su sano juicio puede o quiere, hoy, defender la integridad moral del ex
mandatario. Esto marca el fin de su narrativa y da vuelta a la página sin duda
de la etapa en que el expresidente fue un tótem intocable en la política local.
Su futuro inmediato es sombrío y la ominosa sombra de la prisión se cierne sobre
él. El Congreso, si existe en términos reales aún, debe inhabilitarlo.
El premio Nobel Mario Vargas Llosa, firme soporte del relato vizcarrista,
tras esta debacle no ha escrito una sola línea sobre #VacunaGate y la
participación de su protegido. Las virtudes de nuestro laureado escritor como
imán que atrae a su órbita líderes corruptos han sido comprobadas. Basta con
recordar que apoyó a Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Nadine Heredia, Susana
Villarán, Pedro Pablo Kuczynski y el mismo Martín Vizcarra, para tener la
certeza de que basta con ver a quién endose su voto para saber que ése será el
gobernante corrupto del mañana. Su caso es icónico y muestra lo que el
odio político puede hacer en alguien inteligente, cómo puede llevarlo tantas
veces al error y despojarlo de toda voluntad de enmienda.
Por cierto la crisis del relato vizcarrista impacta también en sus aliados
del equipo especial LavaJato, los fiscales Vela y Pérez; quien en años de show
mediático no han ofrecido resultados concretos. Su cercanía en la percepción con
Martín Vizcarra también los deja mal parados.
Sin duda #VacunaGate también afecta al Gobierno Morado de Sagasti, recordemos
que Pilar Mazetti, ministra de Vizcarra, se quedó en el puesto con los morados.
Es decir hubo una continuidad en la política sanitaria que hermana a Vizcarra
con el Partido Morado, que por cierto exigía su restitución en el cargo después
de la declaración de vacancia. Quizás esto explica, en parte, cómo se vacunaron
casi 472 personas, según va la cuenta hasta la fecha, aunque es predecible que
llegue al millar la lista de privilegiados que se vacunaron de manera irregular.
Nada menos que la Canciller, funcionarios de MINSA, PCM, etc. Hasta ahora
parece que Violeta Bermudez, la primer ministro, y Francisco Sagasti no
sabían de esto, pues no hay evidencia alguna de su participación. El dato,
siendo bueno, los deja muy mal porque quiere decir que en sus narices se
perpetran irregularidades y ellos no las perciben. Quiere decir que ambos
cumplen una función decorativa mas que de liderazgo. Algo que se confirma si
atendemos a los resultados y al modo en que están enfrentando la segunda ola de
la pandemia: toda una catástrofe sanitaria con miles de muertos por ausencia de
oxígeno y de camas UCI, y una absurda cerrazón absurda ideológica que los lleva
a impedir inconstitucionalmente la participación del sector privado en la
adquisición y aplicación de las vacunas. Parecen decididos a condenar al país a
un genocidio sanitario continuado. El mismo sesgo ideológico los llevó a
enfrentarse a la familia policial y también contra las FFAA, a quienes se les
niega su participación en la planificación anti-covid. El Gobierno Morado está
gravemente herido y desprestigiado por la debacle de su aliado Vizcarra y por su
profunda ineficiencia e ineptitud. Salvo un milagro, es esperable que lleguen en
las siguientes semanas a un dígito de aprobación popular en los sondeos de
opinión.
Si bien el relato vizcarrista se encuentra en crisis y sus aliados políticos
en el gobierno lucen sumamente debilitados y deslegitimados, su legado operativo
aún pervive, lo hace a través del sistema de justicia, por la presencia en el
Ministerio Público de Zoraida Avalos y de los miembros del Tribunal
Constitucional, que continúan en sus magistraturas a pesar de que tienen el
mandato vencido hace bastante tiempo. Ni que se diga de la JNJ, que
pretende completar 9 vacantes en la Corte Suprema y 3 en la Junta de Fiscales
Supremos. Pero, más peligroso aún, pervive un Vizcarrismo electoral en el
Jurando Nacional de Elecciones, a través de Jorge Salas Arenas, su presidente;
aquel que ha resuelto con voto dirimente y con un exquisito fundamentalismo
procedimental causas contra adversarios del vizcarrismo (exclusiones en parte o
totales a TPP, Frente Esperanza, PN, APRA, PPC) y permitió que la candidatura
congresal por Somos Perú del ex Presidente continúe en carrera. Vale la pena
recordar que el hermano de Salas Arenas le debe un favor a Vizcarra desde hace
algunos años. Con él convertido en el Gran Elector, las elecciones no tienen
posibilidades de ser limpias o transparentes. Mientras se escriben estas líneas
el Jurado Electoral Especial ha abierto proceso a Renovación Popular de Rafael
López Aliaga, otro candidato opositor al Gobierno Morado de Sagasti. Para evitar
un fraude electoral la salida de Salas Arenas del JNE es una condición
ineludible y todos los demócratas debemos exigirlo sin ambages. No hay que dejar
de señalar la menor pero existente posibilidad de que las elecciones no se
lleven a cabo por ausentismo de los miembros de mesa a los cuales se les ofreció
vacunar. Este giro sería una trampa urdida desde el poder.
Lamentablemente desde la arena política de la campaña aún seguimos observando
cómo no se aborda la agenda social en el Perú, marcada sin duda por la falta de
empleo, entre otras razones por la quiebra de innumerables Mipymes; no hay
muchas ideas en la contienda sobre cómo generar los millones de puestos de
trabajo que se requerirán en los siguientes 60 meses. Tampoco sobre cómo abordar
la problemática creciente de la inseguridad ciudadana. Desde lo que dan cuenta
las empresas encuestadoras, en particular CIT, la única que vio venir a UPP y al
FREPAP en la elección del 26 de Enero de 2020, estamos aún ante una lucha
abierta en la que cualquier cosa puede ocurrir. Colocaremos una línea por cada
candidato de los que consideraremos en este análisis mensual de coyuntura para
nuestro portal "Punto de Encuentro".
-Julio Guzmán: La ineficiencia del Gobierno de Sagasti, el gobierno morado y
su vizcarrismo lo está haciendo crecer en rechazo y desprestigio.
-Keiko Fujimori: Parece jugar a querer llegar por inercia a la segunda
vuelta, su falta de iniciativa a veces da la impresión de que no está interesada
en ganar la elección y solo tener una bancada que le permita poder político.
-George Forsyth: Ha querido colocarse al centro de la elección, las buenas
tácticas como la convocatoria del General en retiro de la PNP Aliaga, contrastan
mucho con sus debilidades conceptuales y expositivas. Todo hace indicar que su
estancamiento puede derivar incluso en una caída sostenida.
-Verónica Mendoza: Su discurso de cambiarlo todo ha cosechado alguna
adhesión, aún no explota el concepto de renovación generacional de la política
que la ayudaría, aunque la defensa de sus candidatos al congreso a los procesos
de Cuba y Venezuela y su desconocimiento de los temas económicos la pueden
frenar en la recta decisiva.
-Lescano: El discurso populista de cambio social más el marco institucional
de Acción Popular y su aceptación en el Sur lo hacen peligroso. Habrá que ver
sus estrategias en Lima y en el norte del Perú.
-Rafael López Aliaga: El único que parece tener un plan estructurado y que
denuncia la corrupción de Odebrecht. Su subida puede derivar en un
enfrentamiento directo con Keiko por el mismo electorado. Puede tener un voto
oculto interesante.
-Daniel Urresti: Aunque está en posición expectante y se mantiene firme en su
estrategia populista, da la impresión de que se quedó sin ideas y puede
estancarse y caer.
-Ollanta Humala: No lo doy por liquidado aún, aunque su anti voto es el más
grande de todos los de la contienda. Reúne las condiciones para ser una opción
para el establishment. Ya fue su hombre en el gobierno. Pero, un juicio oral por
el caso Odebrecht en plena campaña sería fatal para sus aspiraciones.
-Hernando de Soto: Parece que sus buenas ideas contrastan con la empatía que
puede generar y sobre todo con el ímpetu que sus potenciales votantes
requerirían en un momento como éste. Ha mostrado algunos valores jóvenes muy
interesantes en su lista parlamentaria.
-Daniel Salaverry: Con la caída de Vizcarra sus posibilidades se reducen
mucho. Su gran error fue comportarse en la campaña como un accesorio del ex
Presidente en pos de un endose de votos que parece que difícilmente llegará.
-Cesar Acuña: Tiene una de las mejores listas parlamentarias en Lima y a
pesar de contar con gobiernos locales y regionales de respaldo parece que parte
de la crisis política de noviembre lo ha terminado de afectar en un grado que
diera la impresión de que una remontada es improbable.
Tres temas que obvian casi todos los candidatos y que son claves son en
primer lugar definir cuál será el comportamiento del Estado respecto a la
"constructocracia", es decir al "Club de la construcción" y a las firmas "Lava
Jato" ; en segundo lugar definir cuál será la estrategia de combate al tema del
narcotráfico y a la producción de droga en el VRAEM. Por último la política para
una migración responsable y que pueda ser asimilada productivamente. Hemos visto
por imágenes el incremento de la presencia Haitiana en el país, que se suma a la
colonia venezolana en el país. Sería importante saber el plan de los candidatos
sobre este fenómenos más allá de una instrumental y repudiable xenofobia que
debe ser rechazada. Estos tres puntos son asuntos estructurales y son
ignorados. En general la campaña en su totalidad carece de planteamientos
sólidos.
Un tema que es bueno proponer como reflexión y debate es la influencia
potencial de la República Popular China en la política regional y nacional. La
Cancillería goza de mediana reputación y en este contexto del #VacunaGate en el
que ha tenido que ver la embajada del gigante asiático vemos como varios
funcionarios de alto nivel, incluida la propia ex Ministra de Relaciones
Exteriores Astete optó por la vacunación irregular. Si esto pasa con una
institución pública medianamente sólida y con prestigio es inimaginable lo que
podría ocurrir con los Gobiernos Subnacionales y locales con otros temas, quizás
respecto a infraestructura o inversiones extractivas. Hay que ponerle ojo a la
forma de proceder de toda la gran presencia extranjera en el país, lo cual
incluye sin duda la China, recordemos que ya hay algunos reportes sobre
depredación en el mar de Grau perpetrada por embarcaciones con bandera asiática.
La apertura del país a las inversiones es vital y debe fortalecerse y
profundizarse, pero siempre velando soberanamente por los intereses de la
patria.