El ministro Waldo Mendoza regresa al MEF, después de casi veinte años -cuando
dio el “Gran Salto” de la heterodoxia a la ortodoxia al asumir el viceministerio
de Hacienda con PPK- con el reto de revertir los tres millones de desocupados a
nivel nacional (Febrero-Setiembre) que deja la depresión, para intentar elevar
el magro índice del consumo privado.
Bruno Seminario señala que la desaceleración de la economía no se inició con
la pandemia (15/3/2020) sino en el cuarto trimestre del 2019, coincidiendo con
el ingreso de Tony Alva al MEF, afectando el consumo y la inversión privada, y
por ende, el comercio, transporte, construcción y los servicios fuera del hogar
y, “gatillar la recuperación de estos negocios requiere un fuerte y persistente
impulso fiscal en términos de gasto corriente y de capital que compense
temporalmente la caída en la demanda agregada privada” (Foco Económico
13/11/20).
No hace mucho, cuando su antecesora, la “Rockstar”, presentó las proyecciones
del Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2012-2014 (28/8/20), el ministro
Mendoza advirtió que el gasto fiscal para los años 2021-2024 “se ha estabilizado
en niveles muy elevados para los estándares peruanos, entre 23% y 23.5% del PBI”
con ingresos fiscales irreales, lo que llevaría la deuda pública a un nivel
“poco razonable”.
Terciando en el debate, el presidente Francisco Sagasti ha declarado que
“vamos a tener que endeudarnos en más de S/ 30,000 millones”, pero, en realidad
se ha quedado corto, porque en el proyecto de presupuesto del 2021, se considera
que uno de cada cuatro soles que gastará el gobierno será financiado por deuda
pública. Mas del 6% del PBI en deuda pública en el 2021. Es decir, las
proyecciones del MMM de 39% del PBI en el 2023 no son reales, se quedan
cortas.
Mendoza tampoco fue muy optimista con las metas de reactivación señalando que
“las proyecciones de crecimiento de 4.5% estaban sobreestimadas” porque las
familias van a buscar restablecer sus activos o pagar sus deudas” con los que
afrontaron la pandemia, por lo que la propensión a ahorrar va a ser más alta que
la propensión a consumir.
Se necesita que Waldo a diferencia de lo que sucedió con “Tony” y
recientemente con Gareca es que logre “parar” un buen equipo en el MEF que pueda
alentar la inversión privada, ahora que según el presidente del BCR Julio
Velarde las expectativas empresariales están en el rango optimista, por encima
del 50%.
Con la guitarra en la mano hace poco Mendoza tarareaba “es necesario mejorar
la calidad del gasto”, ahora lo veremos, que tan acompasado es tocando el
“cajón” en el MEF.