Pese a que el FMI ha pronosticado que el PBI del Perú en el 2020 se
derrumbará en 13.9%, a lo que se añade que la OIT señala que somos “el caso más
dramático en pérdida de empleos en Latinoamérica”, la banca permanece impasible.
Porque viene rechazando toda posibilidad de “refinanciar”, es decir, reducir la
tasa de interés-TCEA que en el caso de los créditos de consumo supera el 40%
para seis millones de hogares, tanto que han dicho manam al BCR, que desde el
mes de junio ha puesto en la vitrina una línea (“repo”), a una tasa
preferencial, similar a la que ofrece Reactiva Perú.
Tan extraña terquedad se basa en que apenas el 30% de los deudores han
“reprogramado” sus créditos, ergo, a cambio de rebajar la cuota han alargado el
plazo de pago. Algo así como un puesto de remero en las galeras romanas.
Julio Velarde, presidente del BCR, apunta que previendo que la morosidad
aumentará por el drama laboral, los bancos se han limitado a “ser más reacios en
prestar” y a “aumentar las provisiones”, que son los recursos que los
accionistas aportan para respaldar los créditos morosos.
No obstante, la morosidad en los créditos se ha mantenido constante en el
período enero-agosto (3.10%), lo que indica que las familias prefieren
sacrificarse antes que incumplir con estos pagos.
Una prueba de ello es que Big4 -que concentran el 85% de las colocaciones- la
morosidad por ahora viene fluctuando sin sobresaltos. En el Banco de Crédito del
Perú (BCP) 3.06%, Scotiabank 4.15%, BBVA 2.97% e Interbank 2.28%.
Esta envidiable salud financiera se refleja en los balances de los cuatro
bancos más grandes BCP, BBVA, Scotiabank e Interbank (31/8/2020) que representan
el 85% de las colocaciones, cuyos ingresos ascienden a S/ 16,000 millones -una
leve caída de 5.5% con respecto al 2019- mientras que la utilidad bordea los S/
2,000 millones -que implica una reducción de -63.5%- porque han derivado S/
6,500 millones a provisiones (que han pasado de S/ 910 millones a S/ 7,688
millones), un “colchón” que alcanzaría para cubrir la elevación de apenas 2% en
la morosidad.
Mientras tanto, en plena recesión, los banqueros se niegan a aflojar el puño.
En la tarjeta de crédito “clásica” el BCP viene cobrando en promedio una TCEA de
114%, el BBVA 132% y Scotiabank e Interbank 105% (SBS). Un negocio redondo del
plástico de seis millones de tarjetas repartidas sin son ni ton.
En cambio, los 24 millones de ahorristas reciben migajas o no las reciben,
pierden. La tasa de interés (rendimiento) efectiva anual (TREA) en una cuenta de
ahorros en soles con cobro de mantenimiento de cuenta asciende -9.48% (negativa)
para el BCP, es decir, “el banco se come tus ahorros”, mientras que en el BBVA
es de 0.13% Scotiabank 0.25% e Interbank 0.5%.
Parafraseando a las películas, “cualquier parecido a la ficción es pura
coincidencia”.