El enfrentamiento mundial por la deforestación, por César Gutiérrez
El último gran esfuerzo para la disminución de los gases de
efecto invernadero (GEI) se ha hecho en el 2015, con la firma del Acuerdo de
París, que se ha puesto como meta que para el final del siglo XXI el
calentamiento de la tierra, se encuentre 2ºC por debajo del período
preindustrial (1850-1900).
En los países avanzados son las emisiones industriales las que
son necesarias disminuir, mientras que los países en desarrollo, la
deforestación de bosques, son preocupantes, dado que éstos son enormes sumideros
de GEI.
Los bosques tropicales existentes en Sudamérica y países
asiáticos como Indonesia y Malasia, están en observación permanente a nivel
global. Estos espacios geográficos son muy propicios para el cultivo de palma
aceitera, que puede seguir siendo sumideros, siempre y cuando no se caiga en la
deforestación.
El aceite de palma, es un insumo para diversos productos
industriales que van desde aceites comestibles, pasando por artículos de
limpieza, hasta llegar al biodiésel que es un combustible sustituto del
contaminante diésel . Los excesos deforestadores cometidos sobre todo en
Indonesia, ha originado que, en la Unión Europea se promueva la no utilización
de productos que contengan aceite de palma. La certificación que la
producción de aceite provenga de cultivos de palma en terrenos no deforestados,
es imprescindible si se quiere seguir en el mercado. La Roundtable Sustainable
Palm Oil, ha resultado una organización de importancia vital, para tal fin.
Agrupa a 4,831 miembros, que ocupan el 19% de las tierras productoras (3.0
millones hectáreas) y ha otorgado 1,046 licencias de marcas registradas.
En Latinoamérica, Brasil y Colombia, tienen empresas
certificadas y en el Perú es necesario apoyar a los agricultores y productores
de aceite, a conseguir ese objetivo, de lo contrario cerca de 48 mil personas
saldrán del mercado laboral, en un sector que se está convirtiendo en una
alternativa al cultivo de la hoja de coca. Es posible ampliar el mercado
reforestando, pero hay que ser conscientes que estamos en un contexto
internacional hostil, donde se promueve el uso del aceite de soya.
Debe plantearse una política de Estado para el manejo de la
palma. Hoy solo se tiene una serie de normas inconexas.