Los vínculos del megamillonario, especulador y filántropo George
Soros con algunas organizaciones políticas y periodísticas de nuestro
medio
Fujimoristas y apristas lo consideran un adversario
estelar, los movimientos conservadores lo perciben como la personificación del
diablo y un grueso número de ONG lo ve como el hombre que puede hacer realidad
sus proyectos. Se trata de George Soros, el multimillonario
húngaro-estadounidense que nació hace 88 añoscon el nombre de György Schwartz y que
en el 2018 el “Financial Times” eligió como “hombre del
año”.
George Soros es uno de los extranjeros de los que más
se ha hablado en los últimos años en Perú. La fujimorista Luz Salgado ha
llegadoa decir que Soros financió
las marchas contra el fiscal de la Nación Pedro Chavarry. La abogada
conservadora Beatriz Mejía Mori lo acusa de dirigir “un plan mundial con una
agenda de muerte”. Y Alan García sostiene que Soros financia “la agenda caviar”
y lidera “la mafia judía” que tiene presencia en el Perú.
La biografía de George Soros comienza en el Budapest
de 1930. Soros es hijo del abogado y escritor judío Teodoro Schwartz, prisionero
de guerra del Imperio Ruso durante la Primera Guerra Mundial. En 1936 Schwartz
cambió el apellido de la familia por el de Soros para sortear el antisemitismo
de la época. En esperanto “Soros” significa “se
elevará”.
En su juventud decide estudiar Filosofía en la escuela
London School of Economics. Allí conoce al racionalista Karl Popper, uno de sus
profesores y quien marcaría definitivamente su forma de pensar y su apuesta por
el individualismo. Su primer contacto con el mundo de las inversiones se remonta
a 1956, cuando migró a Estados Unidos para trabajar en arbitraje financiero para
la firma F.M. Mayer.
Luego caló en diversas empresas como analista
financiero y en 1963 asumió la vicepresidencia de la firma Arnhold and
Bleichroder, desde donde impulsó el modelo al que debe buena parte de su
fortuna: los fondos de cobertura, un modelo de inversión de alto riesgo diseñado
para millonarios a los que no les importa arriesgar unos cuantos millones. Soros
Fund Management y Quantum Fund son las dos empresas que el inversionista
húngaro-estadounidense creó en 1973 para competir en Wall Street por cuenta
propia.
Con ellas constituyó distinttos fondos de inversión
con un capital inicial de US$ 12 millones que manejó desde dos paraísos
fiscales: Antillas Holandesas e Islas Caimán. A medida que los ceros en su
cuenta bancaria crecían, Soros comenzó a involucrarse en proyectos aparentemente
filantrópicos en el mundo: financió becas para estudiantes sudafricanos negros
de la Universidad Ciudad del Cabo y creó una fundación cultural y educativa en
Hungría.
El 16 de septiembre de 1992, fecha conocida como
“Miércoles Negro”, es el día en el que la vida de Soros cambió para siempre. Con
una maniobra financiera al límite de la legalidad, Soros ganó, en 24 horas,
1,000 millones de dólares a costa de la libra esterlina y del Banco de
Inglaterra, según registró la revista “Forbes”. Aquel día Soros ordenó la venta
de los 10,000 millones de libras esterlinas que había acumulado en uno de sus
fondos y acto seguido ordenó la compra de marcos alemanes. La jugada llevó al
suelo el valor de la moneda inglesa y obligó al Banco de Inglaterra a
incrementar las tasas de interés en 5%.
Las medidas no fueron efectivas y a las 7:30 de la
noche el Reino Unido tuvo que anunciar su retiro del Sistema Europeo de Tipo de
Cambio y aceptar la devaluación de su moneda en 10%. Con la libra esterlina
herida, Soros tomó los marcos alemanes que había comprado por la mañana y compró
de nuevo divisas inglesas, pero ahora a precio de
ocasión.
Según un artículo de la revista norteamericana “The
New Yorker”, Soros se jactó de la jugada en más de una oportunidad en su círculo
de amigos de Wall Street. “Lo que Soros quería, más que nada, era que lo
escucharan. Estaba apostando a que podía llevar el estatus de celebridad que
tenía en las finanzas a la arena política”, reseñó el artículo de la publicación
neoyorquina. En el mismo informe la reportera Connie Bruck entrevistó al
inversionista Edgar Astaire, amigo de Soros durante treinta años, quien dijo:
“George nunca quiso publicidad, pero ahora siente que es
inexpugnable”.
Tras haber concretado una de las mayores jugadas de
especulación financiera de la historia, Soros fundó en 1993 Open Society, una de
las instituciones de filantropía más discutibles a nivel mundial. Soros se
inspiró en el nombre de libro “La sociedad abierta y sus enemigos” que su
maestro Popper había publicado en 1945. El ensayo defiende el modelo democrático
liberal y la libertad individual.
En los últimos 27 años Open Society ha movido US$
14,900 millones, según información oficial de la fundación. Siete son las áreas
a las que destina la mayor parte del dinero: democracia y derechos humanos,
progreso económico, lucha contra la discriminación, acceso a la salud,
educación, reforma de justicia y periodismo.
Hay otra causa que promueve Soros, pero que no aparece
explícitamente en las páginas oficiales de la fundación. Se trata de la
legalización de la marihuana. “No sabemos cuál es el mejor tratamiento, tenemos
que experimentar y Uruguay es uno de los países experimentando. Queremos reducir
el daño causado por las drogas y la guerra de las drogas”, dijo Soros en el 2013
luego de una reunión con el presidente uruguayo José
Mujica.
Las últimas noticias que circulan de Soros en el mundo
provienen del presidente norteamericano Donad Trump y de Europa del Este. En
octubre del año pasado Trump acusó a Soros de estar detrás de la caravana de
migrantes centroamericanos que buscan refugio en Estados Unidos. Por otra parte
, en Hungría, Open Society y la Universidad de Europa Central de Europa del Este
-fundada también por Soros -fueron
expulsadas del gobierno conservador de Viktor
Orban.
En 2017 Soros ocupó el puesto N° 22 de la lista
“Forbes” de los hombres más ricos del mundo con una fortuna personal calculada
US$23, 000 millones. En el 2019 bajó al puesto N° 178 luego de transferir US$18,
000 millones de su patrimonio a la fundación Open
Society.
SOROS EN EL
PERÚ
La primera polémica en el Perú sobre dinero donado por
Soros se remonta a abril del 2001, cuando el periodista Jaime Bayly reveló los
movimientos bancarios en Estados Unidos de Jorge “Coqui” Toledo, sobrino del
entonces aspirante presidencial Alejandro Toledo. Las transacciones, que
ascendían a US$ 600,000 habían sido hechas entre junio y septiembre de 2000 y el
dinero, según Bayly, era lo que había sobrado del millón de dólares que Soros
había enviado para financiar la Marcha de los Cuatro
Suyos.
La noticia provocó un revuelo político en plena
campaña electoral y el equipo de Toledo tuvo que admitir la participación de
Soros. Álvaro Vargas Llosa, integrante del equipo de Perú Posible, dijo que el
dinero lo había administrado el propio Toledo, pero que Soros no había quedado
contento con el manejo y que, por eso, no había vuelto a enviar donaciones.
Gustavo Gorriti, quien también participaba en la campaña, negó que el dinero en
las cuentas del sobrino fuera de Soros, pero admitió que el magnate se había
reunido con Toledo en Varsovia.
Los registros de las donaciones de Open Society en
Perú están contabilizados en el sistema de la Agencia Peruana de Cooperación
Internacional (APCI). Según la plataforma de APCI, Soros comenzó a enviar dinero
a nuestro país oficialmente en el 2005 y los envíos no se han detenido hasta la
fecha. Sólo em el 2005, Soros destinó US$ 480,218 para financiar ocho
proyectos.
Las organizaciones que en ese año recibieron dinero
fueron el Instituto de Estudios Peruano (IEP), el Instituto de Prensa y Sociedad
(Ipys), la Asociación de Servicios Educativos Rurales (SER). Aparecen en la
lista, también, Proética, Transparencia y Calandria.
Estas organizaciones han seguido recibiendo dinero de
Open Society hasta la fecha, pero no han sido las
únicas.
En el 2013 la Asociación Pro Derechos Humanos
(Aprodeh) recibió US$ 354,553 para financiar tres proyectos; “Promoción de los
derechos humanos en el Perú”, “Mujeres con discapacidad promotoras de justicia e
inclusión” y “Aumentar el acceso a la justicia y la reparación para las víctimas
del conflicto armado”. Otra institución que también Soros ha apoyado es la
Comunidad Andina de Juristas, que en el 2016 recibió US$
130,900.
Soros también ha dejado su huella en el periodismo
local. Open Society es uno de los principales donantes del Instituto de Prensa y
Sociedad, que en el 2017 recibió US$ 188,368 para financiar los premios que
entrega anualmente. EL Instituto de Defensa Legal (IDL), del que depende
IDL-Reporteros, ha recibido en los últimos tres años US$ 1,3 millones de Open
Society. De ese dinero, US$ 859,700 fueron para financiar el “Periodismo
independiente” y el “Programa institucional”.
En los reportajes de APCI también aparecen registrados
doscientos mil dólares para financiar el proyecto “Lava Jato Taskforce”, que
viene ejecutando Proética, cuyo presidente es el abogado José Ugaz, a su vez
socio del Estudio Benites, Vargas & Ugaz, bufete que, contradictoriamente,
ha defendido a varias empresas involucradas en el caso Lava Jato. Un capítulo
mas para alimentar la leyenda del personaje que el propio George Soros se esmeró
en construir.
Eloy Marchán para Hildebrandt en sus trece
05/04/19