Por Gustavo Martínez V.
A propósito del nuevo retiro de los fondos de las AFP, que en mi opinión es un sistema que va camino a desaparecer tal como lo conocemos, no da para más, ni los mismos afiliados (en su mayoría) lo desean, le dimos una mirada a la vereda de enfrente, al Sistema Nacional de Pensiones (SNP) y su brazo la Oficina de Normalización Previsional (ONP)
El SNP (Sistema Público) tiene se piedra angular en el sistema de reparto, donde los aportes de los trabajadores actuales financian directamente las pensiones de los jubilados, sin ser acumulados en una cuenta individual. La ONP administra este fondo común y establece pensiones mínimas y máximas, que se basan en los aportes colectivos.
Hoy el monto de aporte a la ONP es el 13% del sueldo mensual del trabajador, el que se retiene en cada pago que recibe al mes y se calcula “beneficia” a más de 4.7 millones de aportantes y ex aportantes de la ONP.
El debate de los expertos gira en función a su sistema de reparto, el cual ya no da más, no solo porque debe ser subsidiado, sino que fue pensado en otra realidad cuando había muchos jóvenes y pocos viejos, y hoy es al revés, hay pocos jóvenes y muchos viejos.
Al tener un sistema donde los actuales aportantes financian las pensiones de los jubilados, va contra todo entendimiento económico, por lo que la mejor salida sería que tengan cuentas individuales como en las AFP.
Debe haber un sistema de pensiones, eso es indispensable, y la verdad es que el mejor sistema para una población que va en decreciente son las cuentas individuales. Recordemos que el sistema de reparto de la ONP data del siglo XlX.
Es justo decir que el sistema de reparto sí benefició a las primeras generaciones quienes se jubilaron con altas pensiones en relación a los aportes que realizaron. Empero, hoy eso se acabó y este sistema (ONP) subsiste a costa de las futuras generaciones, los hijos, nietos y bisnietos, que deberán financiarla a través del pago de mayores impuestos.
Entre los aportantes al SNP, se destaca que 40,15% son empleados con un salario promedio de S/1.880,55, seguidos por obreros, que representan el 12,34% y perciben un promedio de S/1.762,40. Además, 846.158 afiliados provienen del sector privado, mientras que 495.677 pertenecen al sector público. Los trabajadores independientes que realizan aportes suman 22.832.
Creo ha llegado el momento que tanto el Congreso como el nuevo gobierno lideren y logren los consensos necesarios para aprobar e implementar esta reforma nueva y profunda, que implique pensiones acordes pero que no signifique el alto costo fiscal que representa hoy, pues para ser sinceros, va ser más caro y costoso en el largo plazo no hacer nada y mantener las cosas como vienen hasta el momento.