¿Quiénes ganan y pierden si Colombia entra a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda?

En medio de las tensiones comerciales y geopolíticas derivadas por la guerra arancelaria, tras los anuncios del presidente de EE.UU., Donald Trump, su homólogo Gustavo Petro anunció que visitará China para firmar la carta de intención y adhesión a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, IFR. La próxima semana en Beijing, China, en la cuarta reunión ministerial del Foro China-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, en donde se celebrará el décimo aniversario de esa cooperación internacional.

El anuncio del presidente Petro no cayó nada bien entre diferentes sectores y gremios, pues aseguran que esto pone en riesgo la relación comercial con Estados Unidos, la reunión será un momento decisorio en las políticas diplomáticas y comerciales de Colombia, y que puede marcar una pauta sobre las dinámicas exportadoras e importadoras.

Con corte a 2024, 22 de los 26 países que tienen relaciones diplomáticas con China en Latinoamérica han firmado memorandos de entendimiento con la nación asiática.

De ese grupo, Venezuela, Ecuador, Cuba, Guayana, Surinam, y Trinidad y Tobago se suscribieron a un plan de cooperación en concreto.

Mientras que Brasil, México, Colombia y Panamá son los países de la región que mantienen relaciones con China y aún “se resisten” a adherirse a la iniciativa. Cabe aclarar que esta última nación tomó la decisión de retirarse del proyecto propuesto por el presidente chino Xi Jinping hace un mes, pese a haber sido el primer Estado latinoamericano en aceptar la iniciativa en 2017.

¿Qué es la Franja y la Ruta?

En palabras de Penildon Silva Filbo, vicerrector de la Universidad Federal de Bahía, es una red de corredores logísticos y acuerdos comerciales que opera bajo la retórica “del beneficio mutuo”.

Esta es una propuesta del presidente Xi Jinping presentada en 2013 y que empezó a ejecutarse desde 2017. La iniciativa se fundamenta en cinco aspectos: comunicación en políticas, interconexión de instalaciones, fluidez comercial, circulación de fondos y enlazamiento de la voluntad.

Zhang Jieyu, investigadora asistente del Departamento de Estudios Latinoamericanos y del Caribe del China Institute of International Studies, explicó que China ha firmado más de 200 documentos de cooperación de la Franja y la Ruta con 152 países y 32 organizaciones internacionales, formando más de 3.000 proyectos de cooperación y atrayendo casi US$1 billón en inversiones.

Existen dos formas de participación; la primera, a través de acuerdos a nivel bilateral; y la segunda, con proyectos a nivel multilateral. Esta incluye la participación oficial en el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, la adhesión al Banco Básico Asiático, la adhesión a los mecanismos de cooperación relacionados con la iniciativa, o la aclaración de la intención de cooperación en documentos oficiales.

No necesariamente se tratan de tratados de libre comercio, sino de acuerdos según los intereses de cada Estado.

Cabe resaltar que China tiene firmado un TLC con Chile, Perú, Ecuador, Nicaragua, además que tiene un acuerdo de cosecha temprana con Honduras.

Son varios los proyectos que surgieron como parte de la adhesión a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, uno de los más destacados es el puerto de Chancay, que abrió un corredor terrestre – marítimo entre Asia y América Latina.

Otras iniciativas de infraestructura importantes impulsada por la IFR es la rehabilitación del ferrocarril Belgrano Cargas en Argentina, la modernización del puerto Saint John’s en Antigua y Barbuda, entre otras obras.

Es importante resaltar que desde el 5 de febrero de este año empezaron a operar nuevos enlaces marítimos directos, entre los que se encuentra el de Shanghai con el del puerto de Buenaventura.

Según los datos del Ministerio de Comercio de China, el comercio de bienes con todos los países socios de la Iniciativa de la Franja y la Ruta totalizó US$3,07 billones el año pasado. De eso, US$500.000 millones fueron con los países de América Latina y el Caribe. Según los datos de la Revista China Hoy, 54% de las importaciones que la nación asiática hizo en 2024 tuvieron como origen a socios de la IFR.

Los socios en Latam de China

Brasil es el principal socio de China en América Latina, con 35,5% del comercio bilateral. México sigue en la lista, con 19,7%; luego de Chile, con 13,9%; Perú, con 7,8%; y Colombia, con 4,7%.

También aparecen Argentina, con 4,4%; Panamá, con 2,9%; Ecuador, con 2,7%; Uruguay, con 1,5%; Guatemala, con 1%; República Dominicana, con 1%; y otros países de la región, con 4,9%.

Esto muestra la relevancia de México, Brasil y Colombia, pues estás naciones están en el top cinco de los países con mayor comercio bilateral, pero que aún no se adhieren a la IFR.

“Los países latinoamericanos están acelerando su desarrollo económico y social, su urbanización sigue aumentando y su demanda de infraestructura está aumentando al mismo tiempo. Tienen una creciente demanda de infraestructura digital, y China tiene suficientes reservas técnicas y experiencia en construcción en los campos de energía limpia, Internet de cosas, big data, inteligencia artificial, etc.”, explicó Jieyu.

Xu Shicheng, miembro del Comité de Profesores de la Escuela de Posgrado de la Academia China de Ciencias Sociales, y quien estuvo en la misión diplomática que envió China en 1979 y que recibió en Colombia el presidente Julio César Turbay, unos meses antes de establecer relaciones en 1980, explicó que la IFR es diferente con cada Estado y que dependerá de los intereses que tenga cada nación.

“China no sigue la vieja vía de modernización de algunos países que recurren a formas de guerra, colonización, saqueo y demás vías de autobeneficio a expensas del otro. La modernización china proporciona a países en desarrollo una opción totalmente nueva. Hace falta adoptar una estrategia, y un modelo de desarrollo adecuados a las condiciones de su país”, dijo Shicheng.

LOS CONTRASTES

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• Zhang JieyuInvestigadora asistente del China Institute of International Studies“Los países latinoamericanos están acelerando su desarrollo económico y social, su urbanización sigue aumentando y su demanda de infraestructura está aumentando al mismo tiempo”.

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• Xu ShichengMiembro de la Escuela de Posgrado Academia China de Ciencias Sociales“China no sigue la vieja vía de modernización de algunos países que recurren a formas de guerra, colonización, saqueo y demás, vía de autobeneficio a expensas del otro”.

El problema con EE.UU.

En el caso colombiano no se puede dejar de lado que tradicionalmente el principal socio comercial ha sido Estados Unidos, y aunque actualmente ya se “pusieron condiciones” para negociar los aranceles, para los expertos podría no ser tan positivo el acercamiento entre Colombia y China.

Carlos Díaz-Rosillo, director fundador del Adam Smith Center for Economic Freedom de FIU, Ph.D. y exdirector de políticas públicas de la Casa Blanca, dijo que los acercamientos con China podrían ser contrarios a las intenciones de negociar con Estados Unidos, tanto en temas comerciales, como en asuntos diplomáticos.

“Lo peor que puede hacer no solamente el gobierno colombiano, sino el gobierno de cualquier parte del mundo en su negociación con Estados Unidos, es acercarse a China. Ahorita los chinos están agresivamente mandando un mensaje a todo el mundo, algo como, lo que Estados Unidos no te compra te lo compramos nosotros. Están agresivamente tratando de captar la posible pérdida de un mercado americano y lo peor que pueda hacer un gobierno sea el de Colombia o sea de cualquier parte del mundo es dejarse llevar por los cuentos chinos”, dijo Díaz-Rosillo.

Distintos gremios coinciden en que estos acercamientos serían negativos, y que en el corto o mediano plazo tendrían consecuencias adversas.

“Creemos que tenemos muchos riesgos. Ingresar a esta iniciativa nos puede costar que tengamos que aceptar a China como una economía de mercado, con sus consecuencias, cuando realmente no lo es”, dijo Javier Díaz, presidente de Analdex.

Por ahora se desconocen los detalles de la agenda de Petro en Beijing, y qué otros temas tratará con el gobierno chino.

China le ha “ganado terreno” a EE.UU. como nuestro socio comercial

De acuerdo con los últimos reportes del Dane, en el arranque de 2025 el país con el que Colombia tiene el mayor déficit comercial es China, con una balanza de US$1.242 millones FOB, seguido por México con US$155 millones y Alemania con US$108 millones.

Puntualmente con China aumentó el déficit 27,3%, en el primer bimestre. De hecho, la balanza cerró en US$12.391 millones en 2024, siendo la más significativa, superando incluso a EE.UU. Según el Dane, China ya es el principal socio comercial de Colombia por estos resultados. La República. Colombia.