Los vecinos del ministro del Interior se sorprendieron la noche del sábado 16, al ser testigos de los acordes de una jarana de rompe y raja con la que el ministro «ratificado» celebraba sus 47 añitos. Una prueba de su fortaleza política la demostró al convocar para rumbear a todos los integrantes del gabinete que preside Gustavo Adriánzen.
Los alrededores en una cuadra a la redonda fue invadido por patrulleros, carros oficiales y, hasta un portatropa de la DINOES, que dicho sea de paso, sirvió para desalentar a los serenazgos del distrito, convocados para tocar la puerta de la fiesta con el fin de disuadir a los «peñeros» de bajar el volumen de los cantos. Trago no falto, ni tampoco el bitute. Tampoco faltaron las tortas alusivas, pero, ninguna llegó de la Pastelería Colchado. Ese sábado 17 las bandas hicieran de las suyas.
La logia de Derecho de la san Martin, fue la mas entusiasta a la hora de las cumbias. Al compás de Cariñito, gritaban al ministro «Nunca me abandones», soñando en lo jugosos horarios legales que contrata el estado. Borrachos al fin y eufóricos coreaba: ¡Caviar, caviar, caviar, en el Mininter nunca más a cobrar¡ aludiendo los años dorados de Costa, Basombrío, Mariano, Elice, Rubéncito y tantos otros que engordaron la billetera de los abogados de moda. Hacia el filo de la medianoche, llegó el «Cofre» pero la barrera policial digna de una Toma de Lima sólo apreció a lo lejos otro vistoso traje amarillo.
En vaso de vikingo el fogoso Juan José celebraba el minúsculo 4% de caída de los eventos delictivos que le permiten declarar «que no cumplirá con la palabra empeñada de retirarse del cargo sino cumplía en desaparecer el temor hacia la ola criminal» y olvidarse que Vladimir Cerrón desde la clandestinidad lo ha comparado con desaparecido cómico mexicano Cantinflas.