Por amplia mayoría de 80 votos el pleno del Congreso aprobó la moción de censura contra el ministro de Energía y Minas, Romúlo Mucho, que llegó al ministerio luego de 20 años en que se había desempeñado como viceministro en el gobierno de Alejandro Toledo.
La gota que colmó el vaso fue la indolencia que demostró en abordar el tema de la minería aurífera informal. Al inicio de su gestión en febrero convocó un raro consenso. Mucho el ducho repetían los empresarios mineros. En esa línea, fue captado por las posiciones de la Sociedad Nacional de Minería, de la que es un proveedor de primera línea, en el afán de satanizar a los mineros artesanales. Fue un viajero frecuente, estuvo en Cánada, Australia , Nueva Zelandia etc. Avaló los nombramientos de Dina Boluarte en Petroperú y por último dejó para la última semana de legislatura la presentación del proyecto MAPE, que resultó un racimo de generalidades y sofismas. En lugar de cabildear para sustituir el Reinfo, con una propuesta sensata, dedicó todos sus esfuerzos a promover incentivos para la energía solar.