En las últimas semanas han desfilado por la pasarela del congreso, y del Salón de la Fama, una serie de aficionados que con más ímpetu que argumentos han tratado, sin éxito, de arrebatar a la sueca Greta Thunberg, en vista que ya ha cumplió 21 años, el reconocimiento de ser los nuevos niños símbolos contra el cambio climático.
Sin embargo, tales émulos de este icono mundial, para cumplir con la agenda del Acuerdo de París 2015 (COP 21) con el objeto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global, se han centrado únicamente en promover privilegios, intentando pasar de contrabando un proyecto de ley para un mercantilista desarrollo de proyectos de generación eléctrica en base a energías renovables RER.
Y para ello pretende agregar a un proyecto de ley que tenía como sana intención, impulsar la masificación del gas natural, otro proyecto que busca modificar los horarios de despacho, los contratos de corto plazo y las proyecciones a 10 años de energía sin ningún tipo de miramientos, y menos aún, rigor técnico, “a la mala”, el marco regulatorio del sector eléctrico, que finalmente terminaría afectando, no sólo la operatividad del suministro de energía sino también el funcionamiento del mercado eléctrico.
Varios de ellos, que se auparon al gobierno del chotano Pedro Castillo, para enrolarse en el Minem u Osinergmin, como ministros, viceministros o gerentes, todavía se siguen negando a reconocer la importancia de Deng Xiaoping para el desarrollo de China y ahora en el otoño de la vida han dejado de lado el libro rojo de Mao y su pasado fanatismo ideológico para trocarlo con un fervor ecológico que encubre un interés, sin reparar que la economía de mercado y sus señales son las que deben guiar la composición y el crecimiento de nuestra matriz energética.
Recurrir a los proyectos de ley con nombre propio o con intereses propios, ante la Comisión de Energía y Minas que preside el congresista Paul Gutiérrez (en la foto principal) desacredita a estos “sachaexpertos”; y, más bien, la Asociación Peruana de Energía Renovable que preside Brendan Ovierdo, debería difundir y debatir un estudio técnico sobre los planteamientos que pregona, en primer lugar en la academia y/o en el Colegio de Ingenieros del Perú, antes de impulsar normas que no necesariamente se encuentran orientadas a mejorar las condiciones de los usuarios (regulados).
No se puede mirar el árbol sin reparar en el bosque. Hay que vernos en el espejo de España que por crear condiciones para las RER a tontas y a locas ahora enfrenta un problema de centrales paralizadas. Lo que buscan nuestros “Gretas Renovables” es una ley que permita que las empresas de generación solar reciban la prima por potencia (lista para el despacho) sin que puedan atender con energía en horas de la noche cuando el dios sol se oculta. De prosperar tal iniciativa y ser importante el incentivo, por ejemplo, los españoles podrían rápidamente atiborrarnos de centrales solares que hoy por hoy no vienen despachando.
La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SMMPE) sostiene que: “el proyecto de ley busca la creación de condiciones ad hoc para que los proyectos de generación solar suscriban contratos para atender una demanda que por su propia naturaleza no lo pueden hacer”. Como sabe hasta un niño, para garantizar la demanda de los usuarios regulados, se requiere contar con energía y potencia las 24 horas del día, pero las unidades de generación solar desgraciadamente no cuentan con ello. A menos que en un futuro incierto, que no se debe ni por un momento descartar, de inventen las centrales lunares.
Se tendría centrales eléctricas para la noche y otras centrales eléctricas para el día, como la película Ana de día y Ana de noche, encareciendo la tarifa eléctrica y restando competitividad, con el objeto de satisfacer una moda, sin reparar que sin estas gollerías “Entre junio del 2023 y setiembre 2024 se han puesto en operación 798 MW de proyectos RER (195 MW solares y 603 MW eólicos) y se tiene previsto que entre julio y diciembre del 2025, ingresen al sistema aproximadamente 456 MW más de estas tecnologías; además se cuenta con aproximadamente 2,255 MW de proyectos con estudios que podrían ingresar a operar entre enero y setiembre del 2026”.