Desde el Faro
Por: Rafael Hidalgo
El exministro de Comercio Exterior, Roberto Sánchez, así como el resto de la bancada marxista (Juntos por el Perú, Partido Socialista, Perú Libre, Bloque Magisterial, etc.), hasta ayer incondicionales del inefable expresidente Pedro Castillo, han tenido el cuajo de presentar una moción de censura “por incompetencia” contra el ministro de Economía José Arista. Es decir, los “padrinos” de los exministros Pedro Francke y Kurt Burneo, que contribuyeron a desalentar la inversión privada, germinando la recesión económica (octubre 2022-diciembre 2023), ahora: “no se acuerdan cuando fueron terneras”.
Sin embargo, salir de la recesión tiene sus bemoles, porque existen claras señales de desaceleración en el horizonte, como: la caída de la demanda de electricidad en los últimos cuatro meses y del crédito al sector privado, el estancamiento de la venta de cemento, pese al crecimiento de la inversión pública en agosto (24.2%); la liberación de fondos de la AFP, CTS y la devolución de FONAVI (Jorge Baca, Expreso, 13/10/24); y la tímida rebaja de la tasa de referencia del BCR, que se ha dado el lujo de mantener en 5,25% (10/10/24), por encima de la tasa de la FED de EE.UU. (5%), como para eternizar el desempleo.
En este escenario, al filo de la navaja, no le quedan grados de libertad al MEF para realizar un ajuste del gasto, para aminorar el déficit que en los últimos cuatro meses (hasta agosto) ha bordeado el -4% del PBI, superando largamente el límite fiscal de -2.8% (D. Leg. 1621). Es por ello que el Consejo Fiscal (CF), presidido por el exministro de Economía Alonso Segura, da por descontado que en 2024 se producirá el cuarto incumplimiento de esta regla fiscal: el primero fue en el año 2000, cuando el déficit fiscal alcanzó -3.4%, quebrando la regla fiscal de -2% del PBI, cuando el titular del MEF era Javier Silva Ruete; el segundo en 2014, cuando el déficit fue de -3.0% con Luis Miguel Castilla; y el tercero en 2023, cuando el déficit se situó en -2.8% con Alex Contreras en el MEF.
No es menos cierto que lo que ha elevado significativamente el déficit fiscal no ha sido un crecimiento desmesurado del gasto —sino más bien se ha reducido en 0.9% (de 22% en dic-22 a 21.1% en ago-24)—, sino la reducción de los ingresos en 2.2% en ese período. Ante este panorama, el BCR ha proyectado que el déficit cerrará en -3.3% del PBI en 2024 (20/9/24).
Para remate, según el CF, la reforma del sistema de AFP, que en realidad es una feria de subsidios, “representa un riesgo fiscal significativo al no contar con un análisis… de sus efectos… ninguna entidad ha presentado un estudio… para calcular los costos fiscales y actuariales”. A esto se suma el último salvataje de US$ 4,000 millones a Petroperú (DU 013-2024-13/9/24), que solo “alivia temporalmente los problemas de liquidez de la empresa…”. Curiosamente, la nueva Refinería Talara de Petroperú se inició cuando Segura estaba al frente del MEF (2014-2016). Y como último riesgo, el creciente endeudamiento de la Municipalidad de Lima, que acumula una deuda en bonos de S/ 2,255 millones, “triplicando el límite para los gobiernos subnacionales”.
Expreso 14/10/24